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jueves, 1 de marzo de 2012

DETALLES DE LA CATEDRAL DE OAXACA



El corazón de la vida de la Ciudad de Oaxaca es el zócalo, la Alameda del General Antonio de León y la Catedral. Punto de encuentro y punto de partida. Desde la misma fundación hispánica el 25 de noviembre de 1521, se definió el espacio que hoy tiene; porque debe de recordarse que la primigenia fundación de Oaxaca fue la indígena, en 1486, ordenada por el Tlatuani Mexica Ahuizótl.


 

La Catedral de la ciudad de Oaxaca es un edificio monumental en cantera verde. Su construcción fue iniciada en 1535, siendo consagrado el templo el 12 de julio de 1733. Una larga historia constructiva con muchos problemas, especialmente los sismos, que en Oaxaca son hechos cotidianos.


 

La catedral empezó a actuar como tal en 1640. A finales del siglo XVII se agregan las capillas laterales, así como las bóvedas de las naves. En 1724, Miguel de Sanabria, a quien se le encomiendan las obras inició la construcción de otro edificio que fue terminado en 1733, ya que el anterior fue afectado por los temblores, tan comunes en la zona. Motivo por el cual el edificio, al igual que otros templos en la ciudad es de pesadas dimensiones.




La Catedral para el pueblo de Oaxaca es un edificio emblemático. Sí bien, el corazón espiritual de los oaxaqueños se encuentra en el Templo de La Virgen de la Soledad y el Templo de Santo Domingo de Guzmán es la joya dominica; la Catedral es el centro de la vida institucional de la iglesia católica y el referente obligado del pueblo.


 

Finalmente, en 1740 se inició la última construcción; se le pusieron canceles traídos de Europa y candiles florentinos. Doce años después la portada principal fue concluida. La Catedral esta consagrada a Nuestra Señora de la Asunción. Por lo cual el grupo escultórico del presbiterio tiene acabados de mármol griego, y presenta una imagen pulida de bronce fundido de la Virgen de la Asunción, obra del artista italiano Todolini.


 

En el siglo XIX no se realizaron remodelaciones o construcciones importantes, salvo la sustitución del remate de la fachada principal por una torre con campanario, por el año de 1890. El nombre de Eulogio Gillow y Zavala esta íntimamente ligado a la Catedral. En efecto, amigo personal de la familia del General Porfirio Díaz y siendo Arzobispo de Oaxaca en 1887, realizó una gran labor en la restauración del templo.


 

El Catedral esta construida sólidamente. De muros y contrafuertes enormes, le dan una imagen de peso y fuerza. Pero la fachada tiene un trabajo maravilloso en la cantera que difícilmente se puede apreciar a simple vista. Es gracias a la fotografía como se disfruta esta maravilla que nos habla de la sensibilidad y creatividad de los canteros oaxaqueños, nobles herederos de aquellos que también construyeron Monte Alban y Mitla.


 

La fachada está compuesta por tres cuerpos de estilo barroco. Primero están tres puertas con arcos de medio punto, mientras que a los lados de la puerta central se encuentran sendas esculturas representando a San Pedro y San Pablo. En el segundo cuerpo se encuentra una imagen de piedra tallada de Nuestra Señora de la Asunción sobre nubes y querubines; a un lado están San Marcial y San José, y al otro San Cristóbal y San Pedro Mártir.



Sujeta a embates constantes, no solo de la naturaleza y las palomas, sino de personas inconcientes, que “usan sus paredes”: lo mismo para hacer una pinta política, que un graffiti o clavan en sus paredes alcayatas para poner mantas para mercar. Sin embargo, acciones altruistas venidas de la sociedad civil organizada vienen contrarrestando con dificultad la acción depredadora de los inconcientes. La desaparición de las antiguas puertas de la catedral ha sido la última fechoría.




 En el centro del tercer cuerpo se encuentra un panel que representa el sacramento de la Eucaristía mediante un cáliz, y a su alrededor, un manto sostenido por ángeles entre nubes. Sobre la portada está el Espíritu Santo como una paloma vista de frente, con sus alas extendidas emanando luz, y un barandal de hierro forjado.




Las torres del templo no son las originales, pues éstas fueron derribadas en 1931 por un terremoto. En la parte sur hay un reloj donado a Oaxaca por el rey Fernando VII. El Señor del Rayo se encuentra en la última capilla a la izquierda, mientras que la segunda de la derecha contiene los restos de la Cruz de Huatulco y recientemente se ha instalado la Capilla de Los Mártires de Cajonos.






La Catedral de Oaxaca indebidamente tiene incrustado un hotel que impide apreciar la fachada Sur, que da al Zócalo. Sin embargo, pese a estas agresiones, el edificio representa un símbolo de orgullo y de identidad del pueblo oaxaqueño. Su reloj centenario sigue noblemente dando la hora exacta y su también centenario órgano ofrece sus voces producidazas por los virtuosos del teclado.







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