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lunes, 30 de enero de 2012

LA GUELAGUETZA


Entre la Pléyade de fiestas que tienen las ocho regiones de Oaxaca, la Guelaguetza ocupa el lugar más importante. Punto de encuentro de las apartadas regiones separadas por inmensas cadenas montañosas, profundas cañadas, selvas vírgenes, bosques cerrados, costas abiertas y también páramos desérticos.

La Guelaguetza es una fiesta compartida por todos los oaxaqueños. Sus más de trece mil comunidades, sus quinientos setenta municipios, sus ocho regiones, sus 16 naciones indígenas, sus culturas mestizas y afromestiza, encuentran cada año en el Auditorio Guelaguetza, un punto de fusión y hermandad a través de su “flor y canto”, como así se los enseñaron sus Viejos Abuelos hace más de tres mil años.

Fiesta de luz y color, alegría de ser y trascender. Fraternidad y hermandad. Música, danza, arte, y el sentir de una cultura que se resiste orgullosa a desaparecer devorada por la “modernidad homogenizadora”. El Espíritu humano vibra y se funde en “el compartir”, en el dar “su Guelaguetza” a más de 12 mil almas que comparten la alegría sobre humana de unir el cielo con la tierra, el cuerpo con el espíritu, la alegría de ser y la esperanza de trascender.


Dejar testimonio, no sólo de su cultura, su pueblo o su danza, sino de su propia experiencia personal de estar frente a un generoso público que en algunos casos, vienen de muy lejanos lugares. En este año abre La Guelaguetza la cultura Mixe de la Sierra Norte.

La Guelaguetza es dar y recibir. Las delegaciones vienen de las ocho regiones del estado a presentar su danza, su música, sus productos regionales, pero sobre todo, vienen a dar su corazón a cielo abierto. El público se entrega totalmente a esta fiesta del Espíritu. Ellos también vienen de lejanos lugares, tanto de la geografía nacional como de lejanos países.  

Desde temprana hora, cada tercer y cuarto lunes de julio, los oaxaqueños y sus invitados suben las escaleras del “Cerro del Fortín”, como es la tradición, en medio de la vendimia o cómodamente llegan por la carretera panorámica al Auditorio Guelaguetza, que se encuentra enclavado en la “nariz” de una cadena de cerros que se desprenden de la Sierra Norte.

Desde tiempos inmemorables los habitantes del la Ciudad de Oaxaca, acostumbraban subir a realizar la fiesta de “Los Lunes del Cerro” en la antigua “Rotonda de las Azucenas”. Las familias subían comida, música y realizaban una fiesta comunitaria en el cerro.


A partir de 1932 cuando se celebró el "Cuatrocientos Aniversario" de que la villa pasó a tener el título de Ciudad de Oaxaca, se realizó un “Homenaje Racial”, en el que se invitaron por primera vez a las regiones a presentar su música y su danza, pues la ciudad acababa de sufrir el año anterior un terremoto muy fuerte que la dejó en la ruina.

La siguiente delegación es la de Tlacolula de Matamoros. Abre muy dignamente con sus “Chinas Oaxaqueñas”. La chirimía y el tambor tienen su origen desde lejanos tiempos de los Viejos Abuelos y siguen presentes en las fiestas y tradiciones de las comunidades oaxaqueñas.

La siguiente delegación es la de Tlacolula de Matamoros. Abre muy dignamente con sus “Chinas Oaxaqueñas”. La chirimía y el tambor tienen su origen desde lejanos tiempos de los Viejos Abuelos y siguen presentes en las fiestas y tradiciones de las comunidades oaxaqueñas.

A partir de ese año, se siguió invitando a las regiones a compartir esta fiesta con los oaxaqueños y más tarde, cuando se hizo muy famosa y se le llamó “La Guelaguetza”, empezaron  a venir personas de todo el país y de otros continentes. La Guelaguetza siempre ha sido una fiesta popular, y la mitad del Auditorio Guelaguetza tiene la entrada libre, por lo que los citadinos mantienen la fiesta como parte importante de su patrimonio.

Las “Chinas Oaxaqueñas” llevan sobre sus cabezas los hermosos canastos decorados con flores, los hombres “cargan” su gabán de lana. El Valle de Tlacolula está presente en La Guelaguetza 2004.

La mujer yalalteca hace digna presencia en el Auditorio Guelaguetza. Los pueblos indígenas de las montañas guardan con mayor rigor sus ancestrales tradiciones y costumbres. El carácter de la gente serrana es más introvertido y sus bailes, a pesar de ser alegres mantienen un sentido místico y ritual.

La fiesta sigue con Huautla de Jiménez, centro espiritual y cuna de la Mujer de Conocimiento María Sabina, que con orgullo le presentan al público su “Fandango Mazateco”, con sus sones y jarabes mazatecos, “Flor de naranjo”, “Flor de liz”, “Flor de piña”, “Anillo de oro” y “El Jarabe del palomo”.

La ternura y el misticismo son los ingredientes más sobresalientes de esta región en la interpretación de su danza y su música. Huautla de Jiménez es considerada por propios y extraños, “el Tibet mexicano”.

Hace su aparición la delegación de Santiago Juxtlahuaca de la Mixteca, con un baile que refleja la vida de los intrépidos hombres que arrean el ganado llamada “La Danza de los Rubios”. Los sones y jarabes de los mixtecos, pero la danza de Los Rubios se baila con violines y guitarras, está conectada culturalmente con el estado de Tamaulipas, Veracruz. Puebla y las Costas de Guerrero.

Los españoles durante los 300 años de Colonia prohibieron terminantemente a los pueblos indígenas bailar o producir su música ancestral. De modo que después de la Independencia al inicio del siglo XIX, muchos pueblos re-inventaron su danza y su música con las influencias de Europa. De esta manera el violín, la guitarra y el bajo fueron utilizados para expresar sus sentimientos.

En el baile de Los Rubios se usan máscaras que nos recuerdan a las castas que existieron durante el período colonial. Las chamarras y chaparreras son muy típicas de la región. La música de aliento llegó con los franceses.

De la región del Istmo de Tehuantepec, donde la cintura de la nación se adelgaza. En donde el aire sopla con reciedumbre, capaz de arrancar árboles o pasiones encendidas de sus mujeres hermosas. En donde la tradición zapoteca se fortalece y se expande hacia las costas de Veracruz y Chiapas, viene la delegación del Istmo a presentarse en la Guelaguetza 2004 en el Cerro del Fortín.

La región del Istmo de Tehuantepec fue muy deseada por las potencias del siglo XIX, su potencial estratégico y económico hizo que arribaran un gran número de extranjeros de diversas nacionalidades, lo que enriqueció a la cultura zapoteca a través de las “apropiaciones” culturales que realizó.


La música zapoteca del Istmo tiene una gran influencia europea, especialmente alemana y francesa, pero ha desarrollado un sello muy propio que le ha impregnado la cultura zapoteca. Tal vez de las tres regiones en donde históricamente se ha desarrollado la cultura zapoteca, Sierra Norte, Valles Centrales e Istmo de Tehuantepec, es ésta última la que mantiene más alegría festiva en sus tradiciones y costumbres.

La música zapoteca del Istmo tiene una gran influencia europea, especialmente alemana y francesa, pero ha desarrollado un sello muy propio que le ha impregnado la cultura zapoteca. Tal vez de las tres regiones en donde históricamente se ha desarrollado la cultura zapoteca, Sierra Norte, Valles Centrales e Istmo de Tehuantepec, es ésta última la que mantiene más alegría festiva en sus tradiciones y costumbres.

De la Mixteca se presenta la delegación de Santa María Asunción Tlaxiaco, sones y jarabes de Tlaxiaco. La representación abre con la Canción Mixteca tocada por la Banda Sinfónica del Estado. Con paso lento y en dos líneas de manera mística y ritual despiertan la aclamación del auditorio con sus 11 mil almas.

“Despierten corazones, desde la región Mixteca, les traemos los sones y jarabes de Tlaxiaco”. De esta manera la música y la danza inician, mientras unas parejas se ponen a tejer el tradicional sombrero de palma.

La delegación de Ciudad Ixtepec toma el foro con la hermosura de sus mujeres y la gallardía de sus hombres.  Las mujeres visten sus bellísimos trajes con sus luminosos resplandores y los hombres lucen sus sombreros panza de burro.

La delegación de Santiago Ocotepec presenta el baile “La Compañera del Chinanteco”. El baile representa la labor cotidiana de la mujer chinanteca en el proceso de la limpieza del maíz.

Se presentan las costumbres de los pueblos chinantecos de la parte media del Distrito de Choapan, conformado por los tres municipios: Santiago Ocotepec, San Juan Lalana y San Juan Tejapa.

¡Ya llegaron los de Ejutla! ….

De la región de los Valles Centrales se presenta el jarabe ejuteco.


Las mujeres con sus remolinos de colores salpican el espacio de formas, como remolinos policromos.

El grito viril de los hombres resuena en el foro, ¡Ya llegaron los de Ejutla!

La Danza de la Pluma hace su presencia en el Auditorio Guelaguetza. Está compuesta con marchas, himnos, pasos, sones y pasos dobles. De Zaachila representando a la región de los Valles Centrales.

De los Valles Centrales, viene la delegación de San Antonino Castillo Velasco a presentar al Auditorio Guelaguetza el jarabe del Valle en las fiestas de Boda. Hermosa representación de un ritual que tiene miles de años de repetirse con pocas variaciones en esta tierra zapoteca.

La belleza de sus mujeres, la destreza de sus movimientos, la cadencia y al mismo tiempo la alegría hace un deleite a los sentidos.

La fiesta comienza con un discurso pronunciado por una de las bellas muchachas de la comitiva. “Apreciables y distinguidos invitados, reciban un cordial saludo de los habitantes de la noble Villa de San Antonino Castillo Velasco, que hoy se presenta con su Guelaguetza en las Fiestas del Lunes del Cerro 2004.”

“Es para nosotros motivo de gran orgullo, participar de la fiesta más importante de Oaxaca y compartir las tradiciones y costumbres de nuestro pueblo, como la Mayordomía, fandangos, blusas bordadas y artesanías. Señoras y señores: San Antonino Castillo Velasco los espera siempre con los brazos abiertos.”

Para seguir con la Guelaguetza, de la región del Papaloapam… “mujeres que viven entre tulipanes y jazmines nos traen Flor de Piña. Esta danza significa la alegría que tiene la mujer por la buena cosecha de piña”

“Buenos días Oaxaca, buenos días visitantes nacionales y extranjeros. Sólo les vengo a decir que acabamos de llegar, medio viaje fue subir y medio viaje fue bajar. La montaña atravesamos, la friega fue inclemente, …pero ¡que tal ya llegamos Tuxtepec está presente!


“Sí señores, yo soy Tuxtepec. Y le digo a mis hermanos de las otras regiones, hoy que juntos laten nuestros corazones mostremos al mundo entero, el orgullo nuestro de ser oaxaqueños”.

La delegación de Villa Sola de Vega hace su presencia en la fiesta más grande que une a todos los oaxaqueños. Con sus bailes, jarabes y sones vibran todos los corazones.       

“Venimos de un paraíso terrenal, orgullo del oaxaqueño venimos de Pinotepa Nacional. La delegación de la Costa se hace presente con las Chilenas de Pinotepa Nacional…!que viva Pinotepa!

“Yo soy puro costeño, nacido bajo un palmar, me gusta mucho el chirimole y la chilena bailar. Pero más me gustas, tú negra, cuando te miro bailar”

“Aquí terminan los bailes tradicionales de Guelaguetza de este primer Lunes del Cerro, nos vemos en la Octava de las Fiestas del Lunes del Cerro.”

Así termina la fiesta de todas las fiestas. La gente empieza a abandonar el Auditorio Guelaguetza. Las delegaciones se estrechan las manos, se toman fotografías y algunos son entrevistados. La vendimia está en su punto, con un sol incandescente y los estómagos avivados por los exquisitos aromas de los guisos oaxaqueños. La gente baja el cerro lentamente comiendo y bebiendo.





domingo, 29 de enero de 2012

PUEBLOS INDÍGENAS DE OAXACA


 ZAPOTECOS / BEN'ZAA DE LOS VALLES CENTRALES

Del nombre

El término zapoteco proviene del vocablo náhuatl Tzapotécatl, que significa "pueblo del Zapote". La denominación les fue impuesta por los mexicas debido a la profusión de árboles de zapote en los territorios de los Ben'Zaa o "gentes de las nubes", término en zapoteco con que se identifican entre ellos.

Los zapotecos no constituyen un grupo cultural homogéneo; la etnografía los agrupa en cuatro ramas: zapotecos de Valles Centrales, del Istmo de Tehuantepec, de la Sierra Norte o Juárez y zapotecos del Sur. Al interior de cada una existen, a su vez, diferencias culturales, históricas y lingüísticas específicas. Esta monografía se refiere a los zapotecos de Valles Centrales.

Localización

Los Valles Centrales de Oaxaca se ubican en la parte centro del estado. La región es una de las ocho en que se divide geográfica y administrativamente la entidad. Limitan al oeste con la región de la Mixteca, al noroeste con la Cañada, al norte con la Sierra de Juárez, al este con el Istmo de Tehuantepec y al sur con la Sierra del Sur. En conjunto abarcan 89 municipios en los distritos de Ejutla, Etla, Ocotlán, Tlacolula, Zaachila, Zimatlán y Centro; con una extensión total de 4 873.65 km2. Las alturas oscilan entre los 1 318 msnm en su punto más bajo en el municipio de Santa María Zoquitlán; llegando a 2 050 msnm en San Miguel Peras, Zaachila.

Infraestructura


En la región existen caminos con una longitud total de 1 260.90 km, que representan casi el del total de caminos en la entidad. De la ciudad de Oaxaca parten dos carreteras que la comunican con el Distrito Federal, además están los caminos Oaxaca-Tuxtepec, Oaxaca-Puerto Ángel y, como continuación de la Panamericana, el tramo que parte de la ciudad de Oaxaca, pasa por el Istmo de Tehuantepec y vincula la entidad con Veracruz, Chiapas y Centroamérica.
El uso del ferrocarril se remonta a 1892. En el distrito Centro se encuentra el aeropuerto internacional Benito Juárez, y en el distrito de Tlacolula operan pequeñas pistas para avionetas, todas de terracería.

 El abastecimiento de agua se obtiene fundamentalmente de pozos y, en algunos casos, del drenaje, pero ésta no es potable. En las localidades al pie de las serranías se surten de ojos de agua y arroyos temporales. Gran parte de las localidades no cuentan aún con servicio de luz pública y doméstica. En cuanto a las telecomunicaciones, Valles Centrales cuenta con la mayor cantidad de aparatos telefónicos del estado; existen 15 administraciones de telégrafos y correos. Debido a las características topográficas de la zona, la señal de televisión es bastante irregular.

Los servicios de salud presentan aún rezagos muy grandes, tanto en número de establecimientos, como en la calidad del servicio. Las clínicas pertenecen a varias instituciones gubernamentales: SS, IMSS e ISSSTE.

En 1986 funcionaban en la región 344 escuelas preescolares y 625 escuelas primarias; la educación secundaria o de nivel medio básico, se llevaba a cabo en 18 secundarias federales, 49 telesecundarias, 17 particulares y una para trabajadores. Había para ese entonces nueve secundarias agropecuarias. Actualmente hay cinco preparatorias particulares y dos que dependen de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Se contaba además con un Centro de Estudios Técnicos Federales y un Centro de Estudios Técnicos Industriales y de Servicios. Había dos planteles de la Escuela Normal Superior. Para estudios de educación superior está la Universidad Autónoma Benito Juárez.

Antecedentes históricos

Si bien esta zona estaba ya ocupada desde fechas anteriores, se estima que los primeros pobladores de habla zapoteca arribaron a los valles centrales a principios de 1 500 a.C. La parte fundamental de la historia prehispánica de Valles se inicia alrededor de 500 a.C. y culmina con la llegada de los conquistadores en 1521. Este periodo se divide en dos etapas: la de los centros urbanos (500 a.C.-750 d.C.), donde se forman los primeros grandes asentamientos como Monte Albán. Ésta fue una época de florecimiento de la arquitectura, las artes y las ciencias. La etapa de los señoríos siguió a ésta; abarcó de 750 a 1521. Se crearon una serie de señoríos autónomos relacionados entre sí por alianzas matrimoniales y políticas. Las sedes más conocidas de estos centros son Mitla, Yagui y Zaachila. En estos periodos se desarrollaron a plenitud los sistemas hidráulicos que sustentaban a las poblaciones y centros ceremoniales y político religiosos. De acuerdo con las relaciones geográficas de Cuilapan y Teozapotlán, que datan de 1581, la llegada de grupos mixtecos a los Valles Centrales se dio alrededor del año 1280. Antes de la conquista, el crecimiento demográfico generó entre los zapotecos y sus vecinos mixtecos presiones para controlar los mejores terrenos agrícolas, especialmente en las fronteras de las áreas que ocupaban ambos pueblos indígenas. En esta situación, el Imperio azteca somete a los pueblos de los Valles Centrales a un fuerte tributo a partir del siglo XV.

La conquista se realizó de forma relativamente pacífica puesto que los zapotecos se aliaron con los europeos en contra de los aztecas. En 1529 se constituyó el Marquesado del Valle de Oaxaca, otorgado a Cortés. Para proteger los dominios de los colonizadores hispanos, Cortés otorga la categoría de ciudad a la antigua guarnición azteca que había en el lugar, creándose así la ciudad de Oaxaca.

Los zapotecos sufrieron la disminución demográfica que trajo consigo la conquista; las epidemias y los trabajos forzados determinaron que se redujera ostensiblemente su número, por lo que se introdujeron esclavos negros a los valles. La evangelización fue obra de dominicos, quienes arribaron a Oaxaca en 1529, ésta dio por resultado un sincretismo religioso entre las creencias prehispánicas y las católicas; los frailes dominicos se constituyeron en los primeros terratenientes no indígenas de los valles. Durante la etapa inicial de la colonia fueron otorgadas encomiendas a los españoles, éstas no implicaban la posesión de la tierra y por este motivo muchas comunidades pudieron retener sus tierras, y el avance de las estancias y haciendas no alcanzó las proporciones que tuvieron en otras regiones del país.

Durante la Colonia, Oaxaca se destacó en la producción de textiles, ésta decayó con la competencia de las manufacturas inglesas de algodón y la producción de la grana cochinilla que se exportaba a Europa. Este tipo de producción se derrumbó hacia fines del siglo XIX con la introducción de anilinas y tintes químicos.
 


Durante los turbulentos años del siglo XIX, la población zapoteca se mantuvo, en términos generales, al margen de las revueltas y conmociones sociales

Durante los turbulentos años del siglo XIX, la población zapoteca se mantuvo, en términos generales, al margen de las revueltas y conmociones sociales que caracterizaron este periodo. Durante la lucha por la Independencia tuvieron lugar en los Valles Centrales algunos hechos relevantes, como la toma de la ciudad de Oaxaca por Morelos en 1812 y la de Tlacolula, por Matamoros. Asimismo, el pueblo de Cuilapan fue testigo del fusilamiento del general Vicente Guerrero.
El triunfo de la causa liberal, lidereada por el zapoteco serrano Juárez, implicó para las comunidades la pérdida de tierras a consecuencia de la aplicación de las Leyes de Reforma. Por tal motivo, algunos pueblos indígenas de los distritos de Zaachila y Zimatlán se adhirieron al gobierno imperial de Maximiliano que proclamaba el reconocimiento de las tierras comunales. Durante el siglo XIX, la población de Valles Centrales fue víctima de diversas epidemias que diezmaron a la población; entre las más significativas estuvieron las de viruela en 1829 y 1859, la de cólera en 1833 y la de fiebre amarilla en 1884; además se resintieron los efectos de una gran hambruna.

Durante la Revolución, los indígenas oaxaqueños fueron carne de cañón, sujetos a la leva y sin una idea clara de los motivos que provocaron la lucha armada. Durante esta etapa se tiene noticia de dos levantamientos en apoyo a la causa maderista. Como consecuencia de la instauración del nuevo estado revolucionario, la Reforma Agraria restituyó tierras comunales a las comunidades de los valles, y creó algunos ejidos. En 1926, como consecuencia del movimiento agrarista, se fundó la Confederación de Partidos Socialistas de Oaxaca, que dio paso al surgimiento de la Confederación de Ligas Socialistas de Oaxaca.

 Lengua

El zapoteco pertenece a la familia lingüística zapotecana del grupo otomangue. Es un idioma tonal, del cual existen diversas variantes en la entidad. En Valles Centrales hay diferencias subregionales que hacen difícil la comunicación entre hablantes de los distintos distritos y, como acontece en el distrito de Tlacolula, entre poblados de la misma jurisdicción administrativa, donde las comunidades aledañas a la sierra están influidas por las variantes zapotecas serranas. En términos generales se puede afirmar que el zapoteco de Valles Centrales se subdivide a su vez en las variantes de Etla, Zaachila, Tlacolula, Ejutla y Ocotlán.

Salud

La medicina tradicional juega un papel importante dentro de las prácticas culturales zapotecas. Conciben la enfermedad como un mal del alma que se manifiesta en trastornos físicos concretos. Los terapeutas son de ambos sexos, sus especialidades son: yerberos, parteras, hueseros, chupadores-pulsadores y adivinos, rezadores y espiritistas. La formación de los especialistas se lleva a cabo mediante la transmisión oral y hereditaria de los conocimientos, y a partir de la observación y de la práctica. En las curaciones emplean diversas especies vegetales y animales, las curaciones se realizan con rezos y rituales diversos. El contacto de los médicos tradicionales con el mundo occidental ha influido en la incorporación de elementos y sustancias externas diversas: pastillas, aceites y lubricantes, gasas y vendas esterilizadas, jeringas, etcétera.


Vivienda

En los poblados alternan indistintamente casas de bajareque con techo de zacate, construcciones de adobe con tejas o edificadas con cemento, ladrillo y techo colado o lámina de asbesto. Esta situación muestra las diferencias económicas existentes al interior de cada comunidad. Con excepción de los poblados grandes, cuya calle principal está relativamente pavimentada, la mayor parte de los pueblos presenta calles en que prevalecen la piedra y la tierra apisonada.

Artesanías

La especialización artesanal de las comunidades se remonta al periodo prehispánico y constituye el motor fundamental de la compleja red de mercados regionales. Se puede afirmar que las artesanías zapotecas de los Valles Centrales presentan grandes áreas de especialización, entre las que destacan la producción de barro, el tejido de fibras duras y los textiles de lana y algodón, así como el trabajo de la piedra, la madera, la fabricación de mezcal y el curtido y trabajo de pieles. En mayor o menor medida estas actividades están ya determinadas por los requerimientos de un mercado externo no zapoteca, que controla y establece los precios de venta, impone cuotas de producción e influye poderosamente en la paulatina transformación de los sistemas de trabajo tradicionales. Hoy en día, la producción de textiles, de objetos de barro y otros se hace, en muchos casos, a destajo, por encargo de compradores a través de los talleres o de la unidad familiar, lo que implica también la pérdida de técnicas tradicionales y el manejo irracional de los recursos naturales.

Territorio, ecología y reproducción social


Los Valles Centrales es una región constituida por tres valles de altura: el valle de Etla, el de Tlacolula y el de Zimatlán-Zaachila-Ocotlán. La longitud de los valles oscila entre 20 y 30 km, formados por terrenos planos y semiplanos que separan la Sierra Madre del Sur de la Sierra Madre de Oaxaca. En la región existen cuatro subcuencas hidrológicas pertenecientes a la vertiente del Pacífico: Etla, Tlacolula, Zimatlán y la subcuenca de Ocotlán y Ejutla. Las corrientes superficiales que riegan los Valles Centrales son escasas y de poco caudal; el río Atoyac, formador del Río Verde, es la principal fuente de abastecimiento de agua superficial, principalmente en el valle de Etla. Actualmente, luego de miles de años de cultivo intensivo, queda poca vegetación original. La injerencia del hombre ha ocasionado variaciones climatológicas regionales como la pérdida de humedad, la desertificación y la irregularidad del periodo de lluvias. A causa de estos cambios la vegetación dominante ahora es de tipo xerófita, asociada al chaparral, especialmente guamúchiles, mezquites, cactáceas, agaves y pastos. En las regiones de tipo subárido, como el valle de Tlacolula, existe vegetación caducifolia: fresnos, zapotes y amate. Hay una fuerte deforestación debida al consumo regional de madera y a su demanda comercial que ha provocado una reducción del caudal de los ríos, la erosión del suelo y la disminución o extinción de especies de la flora y fauna.

 

El clima de la región es templado subhúmedo, en invierno prácticamente no llueve. La temperatura promedio oscila entre 18° y 22°C. El promedio de precipitación pluvial es de 600 mm, aunque hay años de mucha sequía lo que explica el interés de los campesinos en la perforación de pozos y obras destinadas a retener el agua. El uso del suelo en los Valles Centrales está destinado básicamente a tres actividades: agricultura de autoconsumo y comercial; pastoreo agrícola de caprinos y recolección. La agricultura sigue siendo el medio de subsistencia básico para los campesinos zapotecas. A excepción del distrito Centro, la población depende para su sustento fundamentalmente de las labores agrícolas. Actualmente la agricultura en la región es de subsistencia (maíz-chile-frijol-calabaza) y comercial. Esta última, como en todo el país, ocupa las mejores tierras, acapara y concentra los créditos y monopoliza la escasa asistencia técnica gubernamental. Aparte de la milpa se da gran importancia al cultivo de hortalizas y frutales, destinados al mercado local que, junto con forrajes, son los principales productos que les permiten ingresos monetarios. Complemento de las labores agrícolas son la cría y venta de animales domésticos. El pastoreo de caprinos y bovinos se realiza bajo el régimen de libre pastoreo. En cuanto a la emigración, existen importantes núcleos de familias zapotecas en la ciudad de México, Chiapas, Veracruz y en diversos sitios de Estados Unidos, lugares a los que migran en búsqueda de mejores oportunidades.

Organización social

Dentro de las comunidades las relaciones sociales se basan en la reciprocidad, sobre todo en el intercambio de mano de obra o bienes. La guelaguetza es una forma institucional de dicha reciprocidad, en la cual los participantes corresponden en especie y a solicitud de una de las partes de este proceso. Este tipo de intercambio forma parte de la organización social en las mayordomías, fandangos y en la construcción de viviendas. La guelaguetza es un patrón cultural, heredado de los sistemas mesoamericanos de ayuda mutua.


El tequio o servicio comunitario obligatorio es el pilar del trabajo comunal. Los hombres mayores de edad tienen la obligación de donar su trabajo un determinado número de días para efectuar obras de beneficio comunal: caminos, escuelas, riego, etcétera. Quien no puede participar paga un peón como contribución. Esta forma tradicional de organización es un elemento central de la cohesión social comunal, pero no está exenta de las transformaciones provocadas por las relaciones mercantiles.
Por otro lado, el sistema de mercados comunica a los valles con otras regiones de la entidad. Así, los mercados conforman una amplia unidad económica y social, que pone en contacto a distintos pueblos, donde el español constituye la lengua franca. Dentro de las relaciones intercomunitarias los mercados regionales cíclicos y la especialización productiva revisten particular importancia.
 

Cosmogonía y religión

Como en la mayoría de las poblaciones indígenas mesoamericanas, el culto a las deidades prehispánicas se mezcló con la religión impuesta por los conquistadores, dando como resultado un sincretismo religioso. Como consecuencia del dominio colonial, se instituyó el sistema de cargo que actualmente constituye un cuerpo de autoridades de los pueblos indios. En esta zona destacan los topiles y los mayordomos que se encargan de realizar el culto anual que gira en torno a determinados santos en las comunidades. Hoy en día, en las comunidades de Valles Centrales, estas estructuras están en un proceso de desgaste.

Fiestas

Existen diversos tipos de festejos: los de carácter familiar que incluyen bautizos, bodas, matrimonios y ritos funerarios. En estas fiestas existe una amplia gama de padrinazgos que cubren los gastos de las diferentes etapas de las ceremonias; para los padrinos esto implica un alto gasto económico. Donde persiste la división en barrios es frecuente la presencia de festividades alusivas a los patrones de los mismos. A nivel comunitario, cada poblado festeja, por lo menos, la fiesta del santo patrón, donde se mezclan danzas tradicionales con grupos tropicales y norteños. También es frecuente la presencia de ferias con juegos mecánicos, puestos de comida y juegos electrónicos. La organización de estos festejos está a cargo de comités electos por las autoridades. Destacan las celebraciones de la Cruz de Mitla, el 1 de enero, La Candelaria, el Carnaval y la Virgen de la Soledad, patrona de la ciudad de Oaxaca

VERSIÓN ORIGINAL: ÁLVARO GONZÁLEZ R.
SÍNTESIS: BEATRIZ TERRAZAS Tomado de la página del INI





ZAPOTECOS / BINNIZÁ DEL ISTMO DE TEHUANTEPEC

El nombre

Los zapotecos se autodenominan binnizá (binni, gente; zá, nube: gente que proviene de las nubes). Para los mexicas, los zapotecos eran los zapotecatl, "gente que proviene de la región de Teozapotlán", o "lugar de los dioses". Los españoles les llamaron sencillamente zapotecos, como se les conoce en la actualidad.

Localización

El Istmo de Tehuantepec es la parte más angosta de la República Mexicana, se localiza al sureste, en el estado de Oaxaca. Está conformado por los distritos de Juchitán y Tehuantepec y colinda, al norte, con el istmo veracruzano; al sur con el Océano Pacífico; al oeste con la Sierra Juárez y con la Sierra Madre del Sur, y al este con el estado de Chiapas.

Las cinco poblaciones más importantes en el Istmo son: Juchitán, Tehuantepec, Salina Cruz, Matías Romero y Ciudad lxtepec, consideradas como ciudades. La población zapoteca se concentra en las dos de mayor densidad: Juchitán y Tehuantepec.

Son 22 los municipios del distrito de Juchitán y 19 del de Tehuantepec con población zapoteca. La extensión territorial de ambos distritos es de 1 997 557 km2, de los cuales el primero ocupa 1 330 046 y el segundo 667 511 km2.
Otros pueblos indígenas que también habitan en el Istmo son: huaves, zoques, mixes y chontales.

Infraestructura

Por ser una gran planicie, la región del Istmo cuenta con importantes vías de comunicación. Las dos carreteras más importantes son la Internacional y la Transístmica.

El puerto de Salina Cruz tiene comunicación marítima, terrestre, ferroviaria y aérea. A causa de la industria petrolera, Salina Cruz se ha convertido en una ciudad industrializada que capta mano de obra tanto local como externa.



El ferrocarril transístmico corre de Coatzacoalcos a Salina Cruz; el panamericano va de Ciudad Ixtepec a Tapachula, pasando por Juchitán, Unión Hidalgo, Reforma, Acuites, Arriaga y la costa de Chiapas.

Con la finalidad de que la mayoría de los pobladores istmeños reciban atención médica, los gobiernos federal y estatal han establecido clínicas rurales y servicios médicos en los distritos de Juchitán y Tehuantepec mediante la Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado.

Todos los pueblos del Istmo cuentan con escuelas primarias y las secundarias se han vuelto necesarias en casi todos los municipios. En Ciudad lxtepec existe una normal federal; en Juchitán hay un tecnológico; en El Espinal, Salina Cruz, Chahuites y Matías Romero, Colegios de Bachilleres. Una preparatoria y una escuela de enfermería de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca están establecidas en Tehuantepec.

La energía eléctrica abarca a casi todas las cabeceras municipales, no así a las agencias. 

Antecedentes históricos

La tradición oral mantiene la leyenda de que los binnigula'sa, son la gente más antigua y antecesores de los binnizá. A las figurillas que aparecen en las excavaciones, al arar la tierra o cuando llueve, se les llama precisamente binnigula'sa, y es la prueba ancestral que dejaron estos habitantes como evidencia de su asentamiento en las tierras del Istmo. Esta leyenda da razón del origen de los zapotecos.

Antes de la llegada de los españoles, esta región era parte de la ruta que utilizaban los aztecas o mexicas para ir a Centroamérica, por lo que éstos trataron de imponer su dominio comercial y militar, lo que ocasionó muchas guerras. Finalmente se llegó a una alianza zapoteca-mexica mediante el matrimonio de la hija de Ahuizotl y Cosijoesa, señor de los zapotecos. A la llegada de los españoles había dos reinos zapotecas: Zaachila, gobernado por Cosijoesa y Tehuantepec, gobernado por su hijo Cosojopii. Influidos por la leyenda del regreso de Quetzalcóatl, los zapotecos recibieron con beneplácito a los conquistadores, quienes no tardaron en despojarlos de su territorio. Hacia 1660 se produjo una rebelión en Tehuantepec contra el dominio español, que fue sofocada al año siguiente.

En 1823, dos años después de firmada la Independencia, el Congreso Federal decretó la creación de la Provincia del Istmo conformada por Acayucan y Tehuantepec, estableciendo en este último la capital. Las tierras y salinas, que seguían siendo comunales en la costa del Istmo, muy pronto produjeron nuevos conflictos entre los criollos triunfadores, que las querían para su beneficio, y los indígenas, quienes creyeron que serían suyas. En vista de que los derechos indígenas tampoco serían respetados, muy pronto apareció un movimiento encabezado por José Gregorio Meléndez para hacerlo territorio libre, lo cual se lograría hasta 1853, año en que este líder muere envenenado. El Istmo de Tehuantepec vuelve a ser parte del estado de Oaxaca en 1856, al quedar anulado el acuerdo que lo consideraba como territorio federal.



En 1911 fue electo gobernador Benito Juárez Maza. En noviembre de ese año José F. Gómez se levantó en protesta por la designación del jefe político de Juchitán. Intentando viajar a México para dialogar con Madero, Che Gómez es asesinado por órdenes del gobernador, quien entra a Juchitán a pacificar el levantamiento.

La pacificación lograda por Juárez se convirtió muy pronto en una serie de nuevos brotes de rebelión por todo el Istmo. Al golpe de Huerta se ofrece amnistía a los chegomistas que se exiliaron en la ciudad de México y de ahí al estado de Morelos para combatir a Zapata.

Lengua

Al poblarse los territorios mesoamericanos, hacia el año 7000 a.C., coexistieron dialectos emparentados entre sí; alrededor del 4000 a.C. se produjo la distinción del otomangue, de donde provienen el mixteco, el otomí, el chinanteco y el zapoteco. El zapoteco del istmo es producto de una posterior separación que se produjo alrededor del año 1500 a.C.

Salud

Para los zapotecos, toda enfermedad se produce o proviene de tres elementos que actúan de manera contraria sobre el organismo: el calor que proviene del sol o del fuego; el frío producido por el aire y la humedad, producto del agua o el sereno. El método aplicado para la curación es siempre un elemento contrario, el cual se obtiene de las plantas, animales o minerales. Entre los curanderos tradicionales se encuentran las parteras, los sobadores, los hueseros y los yerberos, entre otros. Las enfermedades más conocidas son la viruela, el reumatismo, el sarampión, el jiote, la tos, la tiña, la sarna, el paludismo, el mal de ojo y el espanto.

Vivienda

La casa tradicional se construía de palma y adobe con piso de tierra. En las rancherías y viviendas propiamente rurales se sigue construyendo con palma. Actualmente, en los pueblos y cabeceras municipales las casas se construyen con paredes de tabique, pisos de cemento y techos de concreto.

Artesanías

Las artesanías que se producen en el Istmo son casi todas de consumo interno o regional. Así, encontramos la orfebrería en la que el oro se trabaja para hacer prendas que dan gran prestigio social como arracadas, esclavas, pulseras y cadenas, entre otras.

También se elaboran huipiles bordados, enaguas, manteles y servilletas, así como hamacas de hilo o pita y las atarrayas para la pesca. Con la palma se hacen sombreros y bolsas. También se trabaja la madera para hacer bateas y artezas, canoas, carretas y arados, entre otros utensilios. Del cuero curtido se hacen huaraches, cinturones y butaques. Con barro se hacen comales, ollas, hornos, cántaros, etcétera.

 Territorio, ecología y reproducción social


La región del Istmo abarca una extensión territorial de 1 997 557 ha, de las cuales 245 510 son de bosque o selva y 231 429 son pastos naturales o están enmontadas y, la mayor parte de las tierras (341 862 ha) se destinan a la agricultura.

Son varias las razones por las que el Istmo es un como centro de disputas: por su zona pesquera y salinera; por su conexión entre los océanos Pacífico y Atlántico; por su terreno rico y cultivable, así como por su diversa comunicación terrestre, marítima y ferroviaria.

El clima es generalmente caluroso, de tipo tropical, sobre todo en los meses de abril y mayo.

La tenencia de la tierra ha sido muy disputada a partir de la década de los sesenta, pues los terrenos comunales son asediados por grandes acaparadores y propietarios. Existen en el Istmo 126 ejidos y comunidades agrarias. Los ejidos y comunidades agrarias dedicados a la agricultura siembran café, caña de azúcar, frijol, hortalizas, maíz, naranja y sorgo, entre otros. Solamente catorce ejidos y comunidades agrarias se dedican a la ganadería, pero abarcan el 17% de la producción estatal, con ganado bovino, caballar y porcino.

Se siembra maíz para el autoconsumo, aunque últimamente este cultivo ha sido desplazado por cultivos comerciales como mango, melón, sandía y caña de azúcar. La pesca es otra actividad fundamental, pues su comercialización se extiende a otros estados. Los campesinos pobres se encuentran en desventaja y siguen cultivando pequeñas parcelas, puesto que desconfían de los créditos bancarios; para no caer en deudas prefieren las formas tradicionales del arado de madera y la yunta de bueyes. Recientemente la industria del petróleo ha absorbido una considerable cantidad de mano de obra en la región.

En lo que respecta a la migración, ésta es más o menos permanente; los destinos más concurridos son los estados de Chiapas, Veracruz y el Distrito Federal. La población migrante va en busca de empleo, por razones comerciales o bien a estudiar y desempeñarse profesionalmente.

Organización social

La base de la organización entre los zapotecos es la familia. En el trabajo existe una división familiar que se marca por edades y por sexo de una manera tradicional. Generalmente el hombre no lleva dinero a su casa, a menos que sea un asalariado, o que venda sus bueyes o un caballo. Si es cazador o pescador solamente lleva el producto de su trabajo y la mujer se encarga de la venta o de su elaboración, y de esta manera es ella la encargada de llevar el dinero de las ventas. La mujer es la que vende los productos de casa en casa, en el mercado o viajando al exterior (Oaxaca, México, Coatzacoalcos, Arriaga, Tapachula).

La solidaridad comunitaria entre los zapotecos se expresa de muchas formas. La palabra bichi (hermano) muestra un sentimiento y una actitud de apoyo y unidad entre todos. La solidaridad se manifiesta de distintas formas, entre las que encontramos:


a) Gurendaracanee. La ayuda mutua y desinteresada que se practica para construir una casa o para cooperar en una fiesta.

b) Tequio. Trabajo obligatorio y comunal.

c) Guna. Dádiva en especie en ocasión de alguna celebración.

d) Xendxaa. Cooperación o apoyo en dinero.

Existen dos formas para que una mujer y un hombre se unan en matrimonio: el rapto y la petición de mano. Se considera que el rapto es más frecuente entre la gente humilde, en tanto que la pedida de la novia corresponde a la gente acomodada.

Cosmogonía y religión

La religión entre los antiguos zapotecos estaba poblada de dioses que estaban en relación con la naturaleza: la lluvia, el sol, la fertilidad, el nacimiento, etcétera. Las creencias prehispánicas se mezclaron con la religión de los conquistadores, dando lugar a un sincretismo religioso que se mantiene hasta hoy en día. Los ritos mortuorios entre los zapotecos constituyen uno de los aspectos religiosos más destacados.
 

En la actualidad, algunos zapotecos también se han convertido, gracias a misioneros estadunidenses, a sectas evangélicas, por lo que encontramos bautistas, testigos de Jehová, congregacionales, adventistas del séptimo día, sabatistas, mormones y presbiterianos.

El sentido religioso abarca la totalidad de la vida zapoteca: la siembra, la cosecha, el nacimiento, las fiestas, el matrimonio y la muerte.

Fiestas

Las fiestas de más renombre son las velas. Para realizarlas es necesaria la concurrencia de un conjunto de trabajos, dedicación y ahorro económico, así como la solidaridad entre las sociedades organizadoras.

Las velas son grandes fiestas religiosas que se celebran por distintos motivos: santos, plantas, oficios, siembras, apellidos. En ellas es notoria la unidad que existe entre las antiguas costumbres zapotecas y la cultura española.
En la actualidad se realizan velas de carácter político, convocadas por organizaciones y agrupaciones, las de las cantineras o taberneras y muchas otras.

Relaciones con otros pueblos

Como se mencionó, los cinco pueblos indígenas que interactúan en la región del Istmo y que abarcan los dos distritos y los 41 municipios son el zapoteco, el huave, el zoque, el mixe y el chontal, la influencia zapoteca es la dominante en la región. Básicamente, los distintos grupos se relacionan por medio del comercio. Las ciudades de Juchitán y Tehuantepec centralizan la actividad comercial en la región.

VERSIÓN ORIGINAL: MANUEL MATUS. Tomado de la página del INI.




ZAPOTECOS / BENE XON DE LA SIERRA NORTE DE OAXACA

Del nombre

Los zapotecos constituyen el grupo más numeroso del estado de Oaxaca. Se encuentran distribuidos en cuatro áreas geográfico culturales: el Istmo de Tehuantepec, el Valle, la Sierra Norte de Oaxaca y el sur de la Sierra Madre Oriental.
Los zapotecos de la Sierra Norte, grupo al que nos referiremos en este trabajo, se llaman a sí mismos bene xon.

Localización

La región de la Sierra es una amplia franja territorial que atraviesa el estado de Oaxaca y está entre macizos montañosos. La mayor parte de la población zapoteca se encuentra en el distrito de Villa Alta, en menor proporción en el de Ixtlán y una mínima parte en Choapan. Podemos considerar que la población zapoteca de la región se encuentra agrupada en cuatro pequeñas subáreas culturales: Cajonos, El Rincón, Ixtlán y Choapan.

La subárea de Cajonos comprende una franja de la Sierra que sigue la cuenca del río del mismo nombre. Es el lugar donde se asienta la mayor parte de la población zapoteca serrana y se encuentra subdividida a su vez en cuatro sectores: 1) El de Cajonos, que comprende los municipios de San Francisco Cajonos, San Mateo Cajonos, Santo Domingo Xagacia y San Pablo Yagoneza; 2) El de Yalalag, que abarca los municipios de Villa Hidalgo, San Melchor Betaza, San Cristóbal Lachirioag y San Andrés Yaá; 3) El sector de Zoogocho que se compone de 15 comunidades distribuidas en siete municipios: San Bartolomé Zoogocho, San Andrés Solaga, San Baltazar Y.E.B., San Juan Tabaá, Santa María Yalina, Santiago Zoochila y Santiago Laxopa; 4) El de Villa Alta que se compone de los siguientes municipios: San Ildefonso Villa Alta, Santo Domingo Roayaga y Santa María Temaxcalapa.

Otra subárea de la Sierra es la tradicionalmente llamada El Rincón que comprende los siguientes municipios: San Miguel Talea de Castro, San Juan Yaé, San Juan Yatzona, Santiago Camotlán, Santiago Lalopa y Tanetze de Zaragoza.

 Territorio, ecología y reproducción social


El centro político económico y comercial de mayor importancia en la Sierra es la región de Ixtlán. Está conformada por 25 municipios, entre ellos se encuentran Ixtlán de Juárez, Guelatao, San Miguel Abejones, San Miguel Aloapan, San Pablo Macuiltianguis, Santa Ana Yareni y Santa Catarina Lachatao.

La subárea de Choapan está localizada en la parte meridional de la sierra; tiene vegetación exuberante llena de árboles frutales y plantas aromáticas, industriales y medicinales. Los relativamente pocos zapotecos que habitan la región se encuentran distribuidos en seis municipios: San Juan Comaltepec, San Juan Lalana, San Juan Petlapa, Santiago Choapan, Santiago Jocotepec y Santiago Yaveo.

Infraestructura

La región cuenta con un número limitado de vías de comunicación debido a su topografía abrupta y accidentada. La vía Oaxaca-lxtlán, comunica a la capital del estado con el poblado serrano más importante, además de constituir el acceso hacia El Rincón (mediante la ruta Maravillas-Talea) y los Cajonos (mediante la ruta Ixtlán-Maravillas-Zoogocho).
La carretera Oaxaca-Tlacolula-Yalalag une, por medio de un tramo de la carretera Panamericana y otro de terracería, al distrito de Villa Alta y Zoogocho con la capital. Además de éstas, la región posee dos vías de acceso más: Oaxaca-Ayutla-Villa Alta y Oaxaca-Ayutla-Choapan, esta última de difícil acceso.

En relación con servicios de salud, las comunidades serranas cuentan con clínicas pertenecientes al sistema IMSS-Solidaridad que dan asistencia médica general a la población del área. Los recursos humanos que tiene este servicio son escasos, en la mayoría de las clínicas los pacientes son atendidos por una enfermera y en el mejor de los casos por un pasante de medicina.

Respecto a la infraestructura escolar, las comunidades zapotecas de la sierra tienen dos tipos de escuelas de educación básica, unas con el sistema bilingüe bicultural, y otras con el de educación regular. Algunas comunidades como Guelatao y Zoogocho cuentan con albergues. Por otra parte, existe un limitado número de secundarias por lo que muchos emigran a la ciudad de Oaxaca o a la ciudad de México para continuar con su educación escolarizada.

En la región hay correo, telégrafo, servicios telefónico y eléctrico. Sin embargo, aún existen comunidades que carecen de agua potable como Zoochila, Zoogocho, Yatzachi el Bajo y el Alto, Tavehua, Xochixtepec y Yohueche.
Bajo la responsabilidad del Instituto Nacional Indigenista, funciona desde 1989 la transmisora radiofónica La Voz de la Sierra.

Antecedentes históricos


Hasta este momento, no se cuenta con datos suficientes sobre el origen de los zapotecos. Existen algunas pinturas rupestres en Atepec, Cacalotepec, Ixtlán, Luvina y Macuiltianguis que atestiguan la presencia humana en periodos tempranos. En San Juan Lalana e Ixtlán aún perduran pequeñas fortificaciones más recientes, al igual que en Temascaltepec, Yavesia, Zoochina, Teococuiloco, San Miguel del Río lxtepeji, donde se han localizado antiguas poblaciones. Según Bradomin, los pocos vestigios zapotecos existentes en la sierra proceden de los años 1400 a 1487 de nuestra era. Los zapotecos de la sierra vivían en asentamientos dispersos, con varios lugares ceremoniales sagrados, y se dedicaban a la agricultura y a la caza. Intercambiaban productos de las costas mediante un sistema de mercados o tianguis.


 La conquista española en la zona fue posible debido a que existían fuertes conflictos entre mixes, chinantecos y zapotecos. Los zapotecas de la región fueron sometidos alrededor de 1523 y 1524. La primera población española en la sierra data de 1527, año en que se funda la Villa de San Ildefonso. Dos décadas después de establecidos los primeros asentamientos ibéricos en el área, la población indígena fue obligada por los españoles a trasladarse a los ricos yacimientos de oro y otros metales preciosos en Solaga, Zoogocho, San Miguel Talea, Natividad y Capulalpan, para trabajar en la extracción de los minerales. Sin embargo, fue la producción y comercialización de la grana cochinilla, proveniente de Villa Alta, la que dio fama a la Provincia de Oaxaca durante la época colonial.

La importancia económica y política de la región de los zapotecos, la presencia de otros pueblos indígenas en la misma (mixes, chinantecos, tlaxcaltecas y nahuas) y los abusos cometidos por los españoles, llevaron a los indígenas a sostener diversas formas de resistencia a lo largo de todo el periodo colonial. Éstas incluyeron desde reclamos legales hasta sublevaciones.

El inicio de la vida del México independiente no condujo a transformaciones benéficas significativas en la vida cotidiana de la región; se le sumergió en el olvido, y cada pueblo sobrevivió gracias a su propio esfuerzo creando escuelas, caminos y retomando sus viejas creencias, costumbres e instituciones.

 Lengua

La lengua zapoteca se deriva del otomangue, por lo que está emparentada con algunas de las lenguas habladas en el centro del país, como el otomí, mazahua y pame; con el triqui, chocho, mazateco, mixteco, chatino, cuicateco y chinanteco en Oaxaca, así como con el chiapaneco y mangue centroamericano.

Para algunos lingüistas no existe una sola lengua zapoteca, sino una diversidad de idiomas. Según Swadesh son seis las lenguas y para Nader nueve; para el investigador Ríos Morales, en la sierra existen cinco grandes variantes, la de Cajonos, la de El Rincón, la de Ixtlán, la de Villa Alta y la de Choapan. En las comunidades encontramos diferencias fonéticas importantes que permiten identificar a los hablantes del Valle o del Istmo. El español funciona como lengua franca, sobre todo cuando se tratan asuntos comerciales o administrativos.

Salud

Para los zapotecos, el concepto de salud-enfermedad es un fenómeno cultural y no meramente biológico, por lo que la medicina tradicional, basada en el conocimiento ancestral que tienen sobre plantas y productos medicinales, sigue siendo una alternativa para mantener la salud, pues no sólo se procura la recuperación físico-biológica del individuo, sino también su restablecimiento espiritual y social. Entre las enfermedades tratadas por los terapeutas tradicionales destacan el espanto, el empacho por palabras o alimentos, el enojo y el embrujo.

Vivienda

El patrón de asentamientos en la zona zapoteca serrana es disperso. Generalmente en la parte media o alta de los cerros es donde se asientan los pueblos. Se encuentran atravesados por caminos (denominados en zapoteco nez) y pequeños arroyos en la época de estiaje. La mayoría de los pueblos están divididos en barrios. Tradicionalmente las casas habitación cuentan con dos cuartos techados con teja, uno frente al otro, separados por un patio y poseen un pequeño solar que utilizan para la siembra de árboles frutales.

Artesanías

Los zapotecos serranos elaboran, entre otros productos artesanales, los textiles de lana, seda y algodón tejidos en telares de cintura en las comunidades de Zoogocho, Yalalag y Talea. La alfarería es una actividad típica de Tavehua, Yohueche y Zoochila y se caracteriza por la coloración roja del barro, consecuencia de su cocimiento al aire libre. En algunas comunidades se hacen reatas, hamacas, redes, ayates y mecapales de ixtle. La talabartería y guarachería son típicas de Yalalag, Yalina y Yatzachi el Alto.

Territorio, ecología y reproducción social


La Sierra Norte Zapoteca tiene una extensión territorial aproximadamente de 4 000 km2. En ella se encuentran macizos montañosos como el Zempoaltépetl, con una altura de 3 700 msnm y el cerro de Cuajimilollas con una altura de 2 814 msnm; también existen regiones de escasa altitud como Choapan.

La orografía accidentada de la región ocasiona una variedad de climas, flora y fauna. Se observa un fuerte deterioro ecológico de las zonas boscosas causada por la tala inmoderada de árboles realizada, casi siempre por los propios comuneros, quienes a cambio de una pequeña remuneración económica venden sus bosques a las compañías madereras, entre ellas la Papelera Tuxtepec.

La tenencia de la tierra generalmente es comunal. Cada unidad familiar posee pequeñas parcelas de temporal, algunas de ellas muy erosionadas. Se siembra maíz intercalado con frijol, calabaza, chile y café, en otros. El sistema de producción agrícola es tradicional. Para complementar sus ingresos los campesinos zapotecas crían aves de corral y realizan otras actividades como la artesanal.

Existen en la región algunas minas a las que van a vender su fuerza de trabajo quienes carecen de tierra. Una de las más importantes es la de Natividad, de donde se extraen oro, plata, plomo, cobre y zinc.


En la sierra se presenta una fuerte migración, muestra de la compleja problemática queenfrentan los indígenas. Los emigrantes se dirigen principalmente a la ciudad de Oaxaca, al Valle de México, Veracruz, Morelos y Los Ángeles, California, en Estados Unidos. La migración se inició en los años cuarenta como fenómeno masivo y se incrementó en distritos como Villa Alta a partir de los años sesenta. Desde esta última década los zapotecos emigran sobre todo a Los Ángeles. En los primeros años se ocuparon en las labores agrícolas y posteriormente a diversos oficios convirtiéndose en parte del sector obrero no calificado en el Valle de México.

Organización social

En la región zapoteca encontramos tanto familias extensas como nucleares. La familia funciona como una sola unidad de producción, donde todos sus miembros participan en las diferentes actividades desde temprana edad. El bautizo es de gran importancia entre las familias, ya que los lazos de compadrazgo establecidos a través de éste constituyen un vínculo muy estrecho.



 

Dos elementos importantes de identidad en las comunidades zapotecas son el trabajo comunitario y la ayuda mutua. Todos los miembros tienen que participar obligatoriamente en el shin raue o trabajo comunitario, que es para un beneficio común. Mediante el shin raue y la aportación económica de los emigrantes se ha podido construir la mayor parte de la infraestructura con que cuentan los pueblos: escuelas, mercados, caminos, centros de salud, canchas, etcétera. Por el contrario, la ayuda mutua o gzoon (o gozona zapoteca) es la colaboración particular que se dan los amigos, los parientes o los compadres, tanto en trabajo como en producto, durante las actividades agrícolas, las fiestas religiosas y las defunciones. Dar y recibir es un derecho y una obligación.

Cosmogonía y religión

En la mayoría de los poblados zapotecas cumplir con un nombramiento religioso o político es parte de las obligaciones de los miembros de la comunidad. Desde temprana edad los varones se inician en el desempeño de cargos religiosos o políticos: en la iglesia como topilillos y en el municipio como topiles. La vinculación entre las estructuras políticas y religiosas, permite a los individuos ejercer una serie de cargos que lo pueden conducir ya sea a la presidencia de la iglesia o a la alcaldía municipal. Esto involucra a los ciudadanos en la organización de variadas actividades, de las cuales la más importante es la mayordomía del santo patrón. Esta forma de participación en la organización político-religiosa, impone a los miembros de cada comunidad una cosmovisión muy particular.

Por último, no podemos dejar de mencionar el trastocamiento de las estructuras organizativas tradicionales que provocaron en algunos pueblos las actividades del Instituto Lingüístico de Verano, que desde 1950 trabajó para convertir a los indígenas a la religión protestante.

Fiestas

Anualmente se celebran por lo menos tres fiestas importantes en cada poblado. Cada una dura alrededor de una semana, sin contar los novenarios que las anteceden. En ellas se mezclan los juegos pirotécnicos, los bailes populares, la comida, la música y las danzas regionales.

Las fiestas inician con el ofrecimiento a la tierra y la bendición de algunos productos rituales, contando con la presencia de los principales o béne xban. En ellas se ofrecen platillos y bebidas Durante las celebraciones se ejecutan danzas de diversos tipos: las referidas a otros pueblos como la de Los Aztecas, las que relatan hechos históricos como el de La Conquista, las referidas a los animales como la de Los Tigrillos y las picarescas como la de Cantinflas y Las Minifaldas.

Relaciones con otros pueblos

Los zapotecos serranos colindan con diversos grupos con quienes conviven: al norte se encuentran los chinantecos, mazatecos y cuicatecos de los distritos de Cuicatlán y Tuxtepec; al sur con los zapotecos de los distritos del Centro y Tlacolula; al oriente con los zapotecos establecidos en Veracruz y hacia el occidente con mixtecos, cuicatecos y zapotecos del Valle.

VERSIÓN ORIGINAL: MANUEL RÍOS MORALES
SÍNTESIS: MARÍA TERESA RUIZ GONZÁLEZ. Tomado de la página del INI.




MIXTECOS / ÑUU SAVI

Del nombre

Los actuales habitantes de Mixtecapan (país de los mixtecos) o Mixtlán (lugar de nubes), según los nahuas, se autonombran Ñuu Savi que significa en castellano "pueblo de la lluvia". Los españoles, desde el siglo XVI llaman a la región La Mixteca.

Localización

La región ocupada por los mixtecos, localizada entre los 97 y 98°30’ de longitud oeste y los 15°45’ de latitud norte, cubre un área aproximada de 40 000 km2 y abarca parte de los estados de Guerrero y Puebla, y en mayor proporción el estado de Oaxaca. Históricamente ha sido dividida en Alta y Baja, a una altura cercana a los 1 700 msnm. Sin embargo, la parte Baja abarca una porción conocida como Mixteca de la Costa, situada en la vertiente del Pacífico. La región está en la confluencia de la Sierra Madre del Sur y la Sierra de Oaxaca; sus altitudes van de los 0 a los 2 500 msnm.

En Oaxaca La Mixteca ocupa 189 municipios de los distritos de Silacayoapan, Huajuapan, Juxtlahuaca, Coixtlahuaca, Nochixtlán, Teposcolula, Tlaxiaco, Putla y Jamiltepec; y 14 municipios más que pertenecen ocho a distritos de Cuicatlán, dos a los de Zaachila, uno a Sola de Vega, dos a Etla y uno a Juquila.

Infraestructura


Las cabeceras distritales están comunicadas por carreteras pavimentadas, a excepción de dos vías que están revestidas y van a Juxtlahuaca y a Silacayoapan. El ferrocarril bordea la zona en su límite noroeste y ha sido usado por algunos pueblos vecinos de la región como importante medio de transporte desde finales del siglo pasado. En algunos distritos existen varios aeródromos con pistas de terracería: en Jamiltepec hay cuatro; uno en Coixtlahuaca; seis en Huajuapan; dos en Juxtlahuaca; tres en Nochixtlán; seis en Silacayoapan; uno en Teposcolula y cuatro en Tlaxiaco.

Con relación al servicio de agua potable, poco más de la tercera parte de las localidades mixtecas cuentan con él, el resto se abastece de pozos o la toman de los arroyos. No obstante, existen ocho presas en la región, siete de ellas de poca capacidad. Actualmente, por medio del programa Lluvia, Tequio y Alimentos se construyen más represas.

El servicio eléctrico cubre el 86% de las localidades de la región y al 93% de la población. Sólo en Jamiltepec hay carencia en cuanto a éste, dada la cantidad de pequeñas congregaciones, aisladas y de difícil acceso.
 

El combustible más usado es la leña, eventualmente el carbón y en menor grado el gas. De las 1 435 localidades, sólo 265 cuentan con teléfono, de las cuales 254 cuentan solamente con una caseta de larga distancia. Telégrafo puede encontrarse en 90 poblaciones, y cubre el 48% de las cabeceras municipales. Existen 238 oficinas postales, 26 de ellas administraciones y el resto agencias; el servicio cubre 16% de las localidades mixtecas. En la región se cuenta con seis retransmisoras de televisión.

En lo que se refiere a transporte, a pesar de la amplia red de carreteras en la región, sólo cuentan con el 11% de vehículos registrados en el estado. El servicio de pasaje tiene largos recorridos, es malo e inseguro. Otro servicio con el que cuentan en la región es con 71 bodegas que pueden almacenar 26 660 toneladas, aunque en tres de los distritos no existe ningún tipo de almacén.

De las unidades médicas que dan servicio en la región, 310 son adscritas a la Secretaría de Salud, 87 al IMSS-Solidaridad, diez al Instituto de Servicio y Seguridad Social para los Trabajadores del Estado y tres al lnstituto Mexicano del Seguro Social. En total hay 410 unidades. La población con posibilidad de atención asciende a 196 457, aunque sólo se registraron 115 502 personas en 1989. El servicio médico cuenta con muchos pasantes de medicina y con pocos médicos generales; lo mismo acontece con el personal paramédico, hay muchas auxiliares de enfermería y pocas enfermeras generales. No existen especialistas en ninguno de los casos.

Antecedentes históricos




Existen datos muy escasos acerca del origen de los mixtecos. Los vestigios más antiguos acerca de la ocupación de La Mixteca Alta están fechados alrededor del 6000 a.C., entre esta fecha y el 700 a.C. ocurre una constante transformación tecnológica que inicia una civilización propiamente mixteca. En el periodo comprendido entre los años 700 y 200 a.C., conocido como Fase Cruz del Formativo Tardío, se establecen varias aldeas. De este último año al 300 d.C., la Fase Ramos, que corresponde al periodo Clásico, se forman el Estado, la religión de Estado y el sistema de asentamientos en ciudades, pueblos y aldeas. Esta etapa da paso a la siguiente: Las Flores, entre los años 300 y 1000 d.C., en la que se consolidan cinco centros ceremoniales de gran importancia. Se desarrollan 92 sitios en el Valle de Nochixtlán y se mantienen lazos de comunicación con Xochicalco y Teotihuacan. En la etapa Postclásica se sitúa la Fase Natividad que va de 1000 d.C. a la conquista española. La reconstrucción histórica de La Mixteca cuenta principalmente con dos fuentes: en primer lugar sus propios códices ( Víndobonensis, Nuttall, Bodley, Selden, Rollo Selden, Teozacualco y Nativitas) y documentos no mixtecos referidos a la región, y además con la tradición oral recogida durante los siglos XVI y XVII.
 
Hacia 1458 se inician las conquistas mexicas, y con ello la decadencia de los mixtecos, que ocupaban hasta Tuxtepec y la Mixtequilla. Más tarde se rebelaron varios pueblos y Tizoc, Ahuizotl y Moctezuma vuelven a extender sus dominios en la región.

Pocos datos hay acerca de la llegada de los españoles a La Mixteca, cuando conquistaron el Valle de Oaxaca. Hacia 1522, Pedro de Alvarado emprende la conquista de Tututepec. La conquista de La Mixteca se vio favorecida por la rivalidad con los pueblos vecinos. De 1525 a 1530 se repartieron varias encomiendas, los españoles se avecindaron en las cabeceras de las provincias y desde allí explotaron a los conquistados. La división de la sociedad en estamentos y el mestizaje se consolidaron. Las formas de trabajo de los españoles, la encomienda y el repartimiento, pronto dominaron el panorama económico. El repartimiento obligaba a los indios a trabajar hasta desfallecer en ciudades, minas o ranchos particulares, lo que les llevó a protestar ante los tribunales y a huir para evitar ser repartidos.

Los nuevos cultivos impusieron nuevas tecnologías en el campo; de éstos destacan el trigo, la cebada, los cítricos, el higo, el olivo, la vid y el plátano. También se introdujeron algunos animales como asnos, caballos, mulas, bueyes, borregos, chivos, cerdos, aves de corral y animales domésticos. Se introdujo el arado y el uso de carretas de bueyes. La industria de la seda fue de las más desarrolladas y prósperas, aunque por razones políticas sólo duró 50 años. La grana cochinilla y las telas de algodón cobraron auge, igual que la producción de prendas en lana. La Iglesia católica jugó un importante papel en la Colonia dado que además de predicar la fe, enseñó a los nativos una serie de actividades nuevas, formas de organización distintas como cofradías o cajas de comunidad, la elaboración de artesanías, etcétera. Realizaron también grandes construcciones arquitectónicas.

A los encomenderos sólo se permitía recibir tributos y no poseer tierras de los encomendados. No obstante, los españoles se apropiaban de tierras "ociosas" pidiéndolas al rey para cultivo de ganado caprino. Así nacieron las "haciendas volantes" que tuvieron una gran importancia económica y representaron, a la larga, un grave problema ecológico pues a éstas se atribuye la grave erosión de las tierras de la región.


Hacia 1811, se gestaron rebeliones en Tataltepec, que pertenecía a Jamiltepec, con Antonio Valdés a la cabeza de 800 indios, y con Valerio Trujano quien tomó Silacayoapan. Más tarde se apoderó de Huajuapan y ahí permaneció sitiado tres meses hasta que Morelos rompió el cerco. Posteriormente, Antonio de León, general realista, se suma a las ideas de Iturbide y toma Villa Alta y Jamiltepec en nombre de la Independencia. En la Constitución de Oaxaca de 1825 se dividió al estado en ocho departamentos y tres de ellos correspondían a La Mixteca. Al triunfo de los liberales, la región renació económica y socialmente. Se fundaron escuelas, se reabrieron minas, se mejoraron caminos, etcétera, medidas todas encaminadas a "civilizar" a los "atrasados" mixtecos.

Las Leyes de Reforma sólo beneficiaron a algunos mestizos. Al conocerse el Plan de Ayutla, se sublevaron en Jamiltepec, pero el gobierno sofocó la rebelión. Durante la Intervención Norteamericana, La Mixteca jugó un importante papel: aportó los recursos para defender al país, al lado de Porfirio Díaz, y en grupos de guerrilla independientes. Díaz lanzó el Plan de la Noria, al cual se opusieron los mixtecos de Jamiltepec. Más tarde Díaz lanzó el Plan de Tuxtepec y llegó a la presidencia de la República. El gobierno del dictador propició el desarrollo de comerciantes y rancheros mestizos, las haciendas trashumantes prosperaron. La estratificación estatal fue apoyada por la presidencia de la República.

La participación de los mixtecos en la Revolución, bajo la bandera antirreeleccionista, no tiene mayor peso; sin embargo, cuando surgió el zapatismo adquirió rápidamente simpatizantes. Los cambios significativos en la mixteca se iniciaron con la aplicación de los programas revolucionarios: muchos pueblos lograron el reconocimiento de sus bienes comunales; en el campo de la educación se introdujo la escuela rural.

En la actualidad se libra una lucha por mantener los valores vigentes y por recuperar los que se han ido perdiendo; cuentan con el apoyo del gobierno para trabajar en el desarrollo de la región, incorporando a los programas formas de organización tradicionales.

Demografía

En los nueve distritos que se consideran mixtecos: Silacayoapan, Huajuapan, Coixtlahuaca, Juxtlahuaca, Teposcolula, Jamiltepec, Nochixtlán, Tlaxiaco y Putla habitan 556 256 individuos mayores de cinco años, de los cuales 227 680 hablan mixteco, según el Censo de 1990. A nivel nacional se registraron cinco variantes de la lengua mixteca con un total de 386 874 hablantes de mixteco.

Lengua

Las lenguas indígenas que se hablan en La Mixteca, además del mixteco, son el triqui, el amuzgo, el chocho, el nahua y el ixcateco; en zonas colindantes: el popoloca, al norte; el nahua y el mazateco al noreste; el cuicateco y el zapoteco al este; el chatino al sureste, y el tlapaneco al oeste. Según Jiménez Moreno, el mixteco pertenece al grupo macro otomangue, subgrupo otomangue, rama mixteco-popolocana, familia amuzgo-mixtecana y está emparentado con los idiomas cuicateco, triqui y amuzgo y un poco más alejado del popoloca, el ixcateco, el chocho y el mazateco. Existen, asimismo, siete complejos dialectales del mixteco: el de La Mixteca Baja, el de Coatzospan-Cuyamecalco, el de la Costa, el de Guerrero, el de Yanhuitlán-Cuilapan, el de Teposcolula-Tilantongo y el de Tíaxiaco-Achiutla. Según Margarita Nolasco, esta lengua pertenece a la familia mixteca del tronco zavizaa y del grupo otomangue, junto con el cuicateco, el triqui, el amuzgo y el tacuate. Según ella, las lenguas chochopopoloca, ixcateca y mazateca forman parte del mismo grupo y tronco, aunque forman una familia distinta a la que denomina mazateco-popoloca. De la población mayor de cinco años que habla mixteco, para 1990, 19.7% son monolingües, y 77.18% bilingües, en tanto que el resto no está especificado.

Salud


Según los mixtecos una persona sana es una persona que está contenta, serena, con ganas de trabajar y de comer, le brillan los ojos y no tiene problemas con sus familiares, vecinos o autoridades. Existen diversos grados de enfermedad, las más comunes son identificadas inmediatamente por la madre de familia. Se atienden con reposo y cuidando la alimentación; se administran infusiones, emplastos y paños según la dolencia. Para curar de "susto" a un niño, provocado éste por una caída se requiere de llamarle por su nombre para evitar que algún espíritu del inframundo se lleve una de sus almas; en ocasiones levantan un poco de tierra donde el infante tocó al caer para que el conjuro sea certero. Las enfermedades como calentura, diarrea, catarro, tos, heridas, mareos, sarampión o varicela se tratan con medicina de patente, con hierbas o con ambas; si no se quitan fácilmente recurren a la clínica o a alguno de los terapeutas tradicionales: yerberos, hueseros, curanderos o parteras. Los curanderos se encargan de aliviar el "mal de ojo", espanto, empacho, corajes, el nahual y de todas aquellas enfermedades que rompen el equilibrio biopsicosocial del paciente, y en todos los casos el tratamiento es personal.
 
Vivienda

Su construcción se efectúa con la ayuda de parientes consanguíneos y espirituales, y puede ser en especie o con mano de obra. En ocasiones, cuando las casas quedan vacías, son "prestadas" temporalmente a parientes cercanos. Las viviendas se conforman por varios cuartos separados en donde viven grupos nucleares que, en algunos casos, pueden compartir la cocina o no, según el número de nueras que habiten la casa paterna. En las cabeceras municipales, la influencia urbana se nota marcadamente en los materiales que se usan para construir la casa.

Tanto en La Mixteca Alta como en la Baja se usan piedras, adobe sin enjalbe y varas sin embarro, llamadas jaulillas. En la Alta se ven también casas con muros de troncos o de tablas y techos de tejamanil, de zacate, de hoja de ocote, de maguey, de tejas acanaladas, de láminas de asbesto o aluminio y, en ocasiones, de loza de concreto. Existen aún casas de planta circular en las regiones Baja y de la Costa, aunque es más común encontrar casas rectangulares de 4 ´ 6 m, usadas como dormitorios, con una pieza más pequeña de cocina. La casa tradicional cuenta con una sola puerta que abre hacia el solar, rara vez a la calle.

Indumentaria

La diversidad geográfica y climática ha dado como resultado una variedad en la indumentaria tradicional, que a últimas fechas se ha ido perdiendo, ya que la movilidad del grupo es muy marcada. En Tijaltepec el atuendo de las mujeres consta de una camisa de manta bordada a mano con hilos de colores con la técnica "hazme si puedes". Los motivos son animales bordados en la bata o en las mangas, los diseños son de 10 cm de alto. La falda se hace de tela de fondo color claro estampada con flores pequeñas y se usa al revés, sobre un refajo hecho en telar de cintura, con hilos de algodón de fondo blanco y listas de colores dispuestas verticalmente; se reborda en la orilla con motivos animales o de plantas del entorno. En Ocotepec, se usa un enredo de lana negro de dos lienzos unidos con hilos de colores, y un huipil hecho con tres lienzos elaborados en telar de cintura con urdimbre de algodón y trama de "lanilla" de color blanco. El cabello se peina en dos trenzas, con listones de colores, se adornan con aretes y collares, y generalmente andan descalzas.


En Yucunicoco, usan huipil hecho de tres lienzos con hilos de lana de colores y un enredo manufacturado en algodón teñido con añil y grana, alternando listas en azul y rojo; ambas piezas se elaboran en telar de cintura. La zona más conservadora en este aspecto es la de la Costa.

Las prendas básicas de los hombres son calzón de tela blanca y cotón de algodón blanco o coyuche, en tela hilada con malacate de mano, tejida en telar de cintura. Se complementa con huaraches "pata de gallo". Las prendas de las mujeres son el pozahuanco, de telar de cintura con algodón hilado a mano y teñido con grana, añil o caracol, que combina bellos y complicados diseños según el pueblo de que se trate. El huipil es de algodón, de tres lienzos, y sólo se utiliza el día de la boda, para cualquier otro momento de la vida fuera del ámbito doméstico lo usan sobre los hombros cruzando el pecho. Al morir la mujer, este huipil es utilizado como mortaja.

Desde que se instaló el CCI en Jamiltepec, se impuso la moda de usar una especie de mandil para cubrir el torso de las mujeres mixtecas.

El cabello se parte en dos y cada gajo se enreda alrededor de la cabeza en forma de corona, tal como aparece en las representaciones de los códices y, en ocasiones especiales, se usa una cinta de lana roja con la que se forma una flor, que se anuda sobre la nuca. Otros adornos son los collares y los aretes de cuentas rojas y doradas. No usan calzado. Debido a la migración es más común en la actualidad que vistan ropa parecida a la de los mestizos de cualquier parte del país. Sin embargo, en los Altos, las mujeres siguen usando rebozos, ya sea los tradicionales "pintos" de algodón o de seda, que tienen fondo negro o azul marino, o bien los recientemente introducidos de colores, fabricados con fibras sintéticas. Las mujeres mayores y las niñas pequeñas usan el cabello largo peinado en dos trenzas; las jóvenes, el cabello suelto adornado con piezas de bisutería o rizado en peluquería, muestra ésta de que han adoptado modas urbanas. Una distinción entre los hombres es el uso de sombreros, aunque en la actualidad es difícil encontrar los de palma y de ala corta. Recientemente, en algunas comunidades se ha tomado la decisión de vestir las indumentarias tradicionales en las fiestas del santo patrono. El hecho de que las prendas industriales sean más baratas incide en el abandono de la indumentaria tradicional.

Artesanías

La Mixteca se caracteriza por una diversificada producción artesanal. Se manufacturan pozahuancos, jícaras, máscaras, jarciería, textiles en algodón y lana como: servilletas, cobijas, huipiles, morrales, ceñidores, refajos, bordados, camisas, cotones, rebozos y enredos de lana, cestería de carrizo y de palma, muebles, velas, cerámica de diversos barros para distintos fines, talabartería, cohetes, cuchillos, herrería, metates, escobas y sombreros finos de palma real procedente del Istmo y el resto de palma criolla recolectada en la región. Las prendas textiles y la alfarería son artesanías que las mujeres hacen en sus tiempos libres. Los hombres se dedican a la jarciería, la herrería, la carpintería, la cuchillería o la talabartería. El trabajo artesanal se realiza en el ámbito doméstico. Los niños comienzan a aprenderlo cerca de los seis años. Por su importancia en la economía regional, el trabajo artesanal de la palma merece una referencia especial. Se fabrican sombreros, petates, tenates, monederos, juguetes, escobas, bolsos de mano, etcétera. Para este trabajo ha habido apoyos gubernamentales para conseguir crédito y se ha fundado un fideicomiso.

Territorio, ecología y reproducción social


El territorio mixteco se encuentra en el llamado "paquete montañoso" de Oaxaca, en las estribaciones de la Sierra Madre del Sur y la Sierra Madre de Oaxaca. Las sierras más importantes de La Mixteca son las de Tamazulapan, Nochixtlán y Peñoles al oriente; Coicoyán al poniente; Tlaxiaco al centro, y Malinaltepec y Colotepec al sur. Este enclave cuenta con una gran red hidrológica. Las temperaturas en el territorio mixteco varían de 0 a 42°C, aunque las medias anuales van de los 17 a los 21°C. Las cantidades de precipitación pluvial varían de 400 a 1 000 mm anuales, de acuerdo con las subregiones que se consideren. Los suelos actualmente están muy deteriorados.

La agricultura es la actividad básica; se cultivan superficies menores a las dos hectáreas, generalmente de temporal, bastante erosionadas o poco propias para cultivo. Los principales productos que se obtienen son maíz, frijol, trigo, ajo, tomate y cebolla, además de aguacate y otros que se cultivan en el corral o se recolectan en el campo, como las hierbas.
 
Los recursos forestales se explotan a nivel individual con motosierras y se trabaja para los mercaderes; no existen aserraderos. La ganadería es extensiva, de especies menores (cabras y ovejas) e igualmente pobre. La minería prácticamente está en receso, pues actualmente no se explotan los recursos minerales que hay en la región. La explotación pesquera enfrenta problemas legales; sin embargo, se consumen especies a nivel local, cuya pesca se realiza rudimentaria. La principal forma de la tenencia de la tierra es comunal. En las zonas urbanas las actividades principales se concentran en el comercio de alimentos y ropa, y en el sector de servicios. Las mujeres trabajan en el cultivo de la seda, aunque es una actividad poco redituable. Se practica también el intercambio aunque está restringido sólo entre indígenas.

La migración es una de las consecuencias de la sobreexplotación de recursos naturales. La principal entrada monetaria la proporciona la población migrante. Este fenómeno se comienza a dar desde el momento en que se registró la caída del comercio de la grana, a finales del siglo pasado. Durante este siglo siguió aumentando, hasta la actualidad. La Mixteca es la principal región expulsora de mano de obra existente en el país. La mayoría de este grupo va a trabajar a la zafra en Veracruz y Morelos, al corte de algodón en Sonora, a la pizca de jitomate en Sinaloa, a la construcción en el Distrito Federal o a los campos hortícolas de los Estados Unidos de América.

Organización social

La familia mixteca es básicamente nuclear, con apego patrilineal, aunque existen excepciones cuando se trata de familiares cercanos, huérfanos o en desgracia. Sin embargo, el patrón migratorio ha influido en la reagrupación familiar, pues los hombres pasan largos periodos fuera de la casa.

La autoridad municipal se ejerce durante un año solamente. Los cargos judiciales son los de síndico y alcaldes, que se desempeñan además como Ministerio Público y jueces respectivamente. A nivel agrario existen comisariados ejidales y/o de bienes comunales. Los pequeños propietarios tienen autonomía dentro de sus predios. El Consejo de Ancianos tiene importancia en algunos pueblos, aunque en otros prácticamente ha desaparecido. Los cargos escalafonarios además de los municipales son de tipo religioso: mayordomos, rezadores, sacristanes y presidente de la iglesia. En la costa aún se conservan las cofradías en algunos lugares.


Cosmogonía y religión


La obra de fray Gregorio García, Origen de las Indias del Nuevo Mundo, refiere el tiempo en que aparecieron los primeros dioses mixtecos: un Ciervo, dios conocido como Culebra de León y la diosa un Ciervo, conocida como Culebra de Tigre. Estas deidades fueron el principio de todas las deidades de los "indios" y fundaron su casa sobre una peña, junto al pueblo de Apoala, en La Mixteca Alta, mencionada como "lugar donde estaba el Cielo". Esta versión parece basarse en el Códice Apoala o Vindobonensis, que da cuenta del origen del hombre en la región Mixteca. En diversos códices se confirma el origen de los dioses junto con su héroe cultural más importante: Quetzalcóatl, fundador de todas las dinastías mesoamericanas. Su nombre calendárico es 9 Viento y preside el nacimiento de 53 personajes. El Códice Nutall refiere el casamiento de 5 Viento con 9 Lagarto, quienes fundan la dinastía de Apoala. Tanto en los códices como en la tradición oral se relata la fundación de poblados y el establecimiento de las dinastías a partir de dos elementos principales: los pueblos autóctonos mixtecos y la nobleza surgida de los árboles sagrados de Apoala. No obstante, la gente común del pueblo desconoce los relatos que quedaron en la memoria de los ancianos, depositarios de la sabiduría, y de algunos jóvenes estudiosos de los códices.


A pesar de que los mixtecos accedieron a la adopción de la religión de los conquistadores, aún siguen sacrificando animales en los campos o en lugares sagrados para asegurar la productividad de sus tierras. Los catequistas son los rezadores y también son quienes dirigen los actos del culto católico. Aún se bañan algunos santos en los ríos. Están organizados en mayordomías, cofradías, calendas y convites.

Fiestas

Hay fiestas civiles relacionadas con el ciclo de vida: bodas, bautizos y funerales; o bien, con el calendario religioso. Las fiestas patronales son las más importantes en cada pueblo, aunque algunas son de carácter general en la región, tal es el caso de Año Nuevo, la Candelaria, Carnaval en Semana Santa, la Santa Cruz, Todos Santos, Posadas y Navidad. Asimismo, destaca el día dedicado a San Marcos, celebrado por todos los pueblos mixtecos. Las fiestas principales en estos pueblos son relevantes porque proporcionan la ocasión para el encuentro de familiares ausentes y presentes y el intercambio con los pueblos circunvecinos.

Relaciones con otros pueblos

La interacción de las relaciones de los mixtecos con sus vecinos zapotecos, mixes, cuicatecos, mazatecos, triquis, tacuates, chatinos y chinantecos, amuzgos, tlapanecos, nahuas, chochos, popolocas e ixcatecos es respetuosa y se realiza en varios ámbitos como es el comercio y las fiestas religiosas. Con respecto a los mestizos es de subordinación, a nivel económico y social.

VERSIÓN ORIGINAL: MANUEL ALBERTO ROBLEDO
SÍNTESIS: MA. LUISA ACEVEDO CONDE. Tomado de la página del INI.




MIXES / AYUUKJÄ'ÄY

Del nombre

Los mixes se llaman a sí mismos Ayuukjä'äy. La lengua que hablan es ayuuk que es el nombre con que históricamente se conoce al grupo. La palabra ayuuk está compuesta de los siguientes morfemas: a = idioma, palabra; yuuk = montaña, florido; y yä'äy = gente, muchedumbre. Por lo tanto, su significado es "gente del idioma florido".
Según la tradición oral, la palabra mixes es una corrupción del vocablo mixy (varón-hombre), al que se le agregó el plural "es". Otros piensan, que mixes pudo haber surgido de la dificultad de los españoles de pronunciar el vocablo original.

Localización

La región mixe se encuentra al noreste del estado de Oaxaca. Colinda al noroeste con los ex distritos de Villa Alta; al norte con Choapam y con el estado de Veracruz; al sur con Yautepec y al sureste con Juchitán y Tehuantepec. El territorio abarca una superficie total de 4 668.55 km2.

La topografía es accidentada, se pueden encontrar varios microclimas en un espacio geográfico reducido. La región ayuuk ha sido dividida en tres zonas climáticas: alta o fría, con altitudes superiores a los 1 800 m, media o templada, con alturas de 1 300 a 1 800 m, y baja o caliente que se localiza desde los 35 m hasta los 1 000 msnm.

La región tiene un total de 19 municipios: la zona alta está integrada por Tlahuitoltepec, Ayutla, Cacalotepec, Tepantlali, Tepuxtepec, Totontepec, Tamazulapam y Mixistlán; la zona media por Ocotepec, Atitlán, Alotepec, Juquila Mixes Camotlán, Zacatepec, Cotzocón, Ouetzaltepec, e lxcuintepec y la zona baja por Mazatlán y Guichicovi.

Infraestructura


La mayoría de los municipios correspondientes a la zona alta, se encuentran comunicados por carretera y brechas de terracería.

Los caminos de la zona media son de terracería. La zona ístmica o baja es la mejor comunicada, pues su acceso es por carretera asfaltada.

El transporte desde la ciudad de Oaxaca se realiza con autobuses de segunda clase. Por otro lado, parte del territorio se ve favorecido por el ferrocarril transístmico. El único río navegable en la región es el Jaltepec.
El Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto Nacional Indigenista y algunas instituciones religiosas son las que actualmente cubren el servicio de salud al pueblo mixe.

Antecedentes históricos

La hipótesis más aceptada hasta el momento sobre el origen del grupo es la del investigador George Foster, que coincide con la filiación lingüística propuesta por Swadesh y que vincula al mixe-zoque-popoluca-tapachulteco con el tronco macro-maya. Esta hipótesis sugiere que los mixes debieron haber ocupado una franja del Istmo de Tehuantepec.

A mediados del siglo XVI, los españoles utilizaron como táctica de conquista, la evangelización, ésta estuvo a cargo de los dominicos, quienes fundaron vicarías en lugares como Villa Alta, Totontepec y Najapa de Madero, en esta localidad introdujeron un Cristo negro en su centro ceremonial.

En 1938 se estableció oficialmente el distrito mixe, y el municipio de Zacatepec como cabecera de las autoridades judiciales y hacendarias. A partir de este nombramiento, se han presentado en la región serios conflictos políticos originados por cacicazgos locales. También se han presentado luchas violentas debido a conflictos agrarios.

Lengua

La familia lingüística mixe-zoqueana está integrada por el mixe (ayuuk), el zoque y el popoluca; aunque hay quienes incluyen el tapachulteca (lengua extinta).

Entre los ayuuk jä'äy existen variantes dialectales inteligibles entre sí; sin embargo, cada pueblo dice hablar el ayuuk "más correctamente".

Salud

Para los mixes, la salud es resultado del equilibrio y armonía, del buen comportamiento, así como del respeto a las deidades ancestrales y cristianas.


Entre los ayuuk existen tres tipos de enfermedades: las de origen "natural" como empacho y estreñimiento; las de origen "sobrenatural" que se cree surgen por el desequilibrio del hombre con la naturaleza y con la sociedad (ejemplos de estas enfermedades son "el mal de ojo", "la tristeza", las enfermedades adquiridas a través del sueño, etcétera). En estos últimos casos los enfermos acuden con los especialistas de la medicina indígena; en tercer lugar están los padecimientos que no tienen un origen causal "bien definido" como son el alcoholismo crónico, el tabaquismo y la drogadicción.

Las cinco principales enfermedades que se presentan entre la población mixe son: infecciones respiratorias agudas, amigdalitis, infecciones intestinales, amibiasis y ascariasis. Estas enfermedades se agravan por el alto índice de desnutrición que prevalece entre la población.

Para iniciarse en la práctica médica, los terapeutas indígenas afirman que los candidatos deben pasar por una serie de pruebas enviadas por Dios, así como aprender las técnicas curativas a través de visiones y sueños. Dentro de los especialistas tradicionales encontramos "limpiadores", "yerberos", "sobadores" "hueseros", "chupadores", "culebreros", "comadronas", "hechiceros" y "rezadores". Dentro de estos especialistas, destaca la figura del xëëmapyé (sacerdote lector del calendario), quien es consultado para saber acerca de la suerte y el destino.

Vivienda

La vivienda tradicional, construida con techos de palma, de dos aguas, paredes de tabla o bajareque y piso de tierra, ha ido desapareciendo a un ritmo muy acelerado. Actualmente, las casas son construidas con paredes de adobe, block, ladrillo y piedra, techos de teja, lámina galvanizada, de asbesto o de concreto y pisos de cemento.
La casa-habitación es, por lo general, de forma rectangular. Tienen un espacio destinado a la cocina-comedor y uno o dos cuartos como dormitorios, almacén o estancia. La mayoría de las viviendas cuentan con un patio y/o traspatio destinado al cultivo de algunos árboles frutales, plantas de ornato y medicinales, y un espacio más para los animales de carga. La falta de drenaje y agua entubada son dos de los principales problemas a los que se enfrentan los ayuuk.

Artesanías

La música puede considerarse como la principal actividad artística que cultivan los ayuuk. En cuanto a artesanías, podemos encontrar el telar de cintura, el cual se ha mantenido en Tamazulapam, Tlahuitoltepec y Cotzocón; mientras que Mixistlán, Tamazulapam y algunas rancherías de Ayutla, se caracterizan por la producción de alfarería.

Territorio ecología y reproducción social


El territorio ayuuk abarca una extensión de 4 668.55 km. La agricultura que se practica es de subsistencia. En las zonas altas y frías se siembra papa, maíz, frijol y calabaza; en las zonas templadas y cálidas, maíz, frijol, camote, caña de azúcar y chile; en la zona central y baja, café y cítricos. Para labrar la tierra algunas localidades se auxilian de la coa, el azadón, el machete y la yunta.

Algunas de las especies que se encuentran en peligro de extinción son el venado cola blanca, el tapir, el jaguar y el jabalí; en tanto que el tejón, el armadillo y el temazate, aún subsisten.

La zona media y baja cuentan con el río Jaltepec que es navegable, así como con el río del Sol, que atraviesa al municipio de Guichicovi. El producto de mayor comercialización en la región es el café.

La mayoría de los municipios mixes están considerados con categoría migratoria de fuerte expulsión, los más importantes son Cacalotepec, Cotzocón y Guichicovi; Tamazulapam está catalogado como de equilibrio; Mixistlán, Camotlán y Alotepec, como zonas de atracción. Los principales polos de atracción de los migrantes son la ciudad de Oaxaca, el Distrito Federal y Estados Unidos. El fenómeno migratorio se acentúa principalmente en periodos en que la situación económica es crítica en las comunidades.
 
Organización social

La institución básica es la familia nuclear, aunque en la zona alta también se da la familia extensa; el matrimonio por lo general es monógamo, con residencia patrilocal, es decir, la pareja va a vivir a casa de los padres del novio. La herencia se otorga al contraer matrimonio, al adquirir la mayoría de edad o cuando mueren los padres. El hombre es quien por lo regular tiene derecho sobre la tierra.

Las autoridades tradicionales constituyen el gobierno indígena, que aún tiene fuerte presencia en la zona alta y media de la región. En la zona baja, las estructuras tradicionales se han debilitado, sin embargo, la mujer mixe ha ido conquistando espacios políticos dentro del Cabildo.

El consejo de ancianos desempeña varias funciones en la comunidad: buscar a las personas que no han prestado servicios al pueblo, mediar en los litigios de tierra, vigilar la buena conducta de la gente, etcétera.
Dentro de los cargos, estructurados jerárquicamente, encontramos: campanero de iglesia, topil, alguacil, policía, mayor, síndico, capitán de banda, mayordomo, secretario, presidente y alcaide.

Para los mixes, los cargos sociales son muy importantes, pues a un individuo le puede ser negada la voz y el voto si no ha desempeñado funciones que la sociedad le haya asignado.
Como servicio que se presta a la comunidad existe el tequio, trabajo colectivo, obligatorio y gratuito, que se presta en obras de beneficio colectivo.

Cosmogonía y religión


El individuo está formado por dos "almas", una mortal y otra inmortal tso'ok (tona, tonalli), que corresponde a la visión indígena. La tona tso'ok se adquiere cuando coincide el nacimiento de un individuo y el de un animal, por lo que tona e individuo correrán durante toda su existencia suertes paralelas. Para conocer la tona del recién nacido, se recurre a consultar el calendario ritual y la lectura de la ceniza. Las tonas están clasificadas en "fuertes-buenas", poseídas por los curanderos, las "fuertes malas", características de los brujos y las "débiles" (buenas o malas), poseídas por el común de los mortales. El calendario ritual también llamado tonalamatl es consultado para conocer la suerte o destino de las personas. La consulta del tonalamatl se hace con granos de maíz colorado, los cuales se dejan caer sobre un petate y el especialista se encarga de hacer la lectura correspondiente. Otro tipo de calendario es el agrícola que consultan los más ancianos para conocer las condiciones meteorológicas que prevalecerán durante los próximos doce meses.

La religión que practican los ayuuk es resultado de la mezcla sincrética de la indígena y la católica. Actualmente se pueden observar ceremonias, donde se hacen invocaciones a los dioses antiguos, mezcladas con oraciones cristianas en ritos de fertilidad, mortuorios y de curaciones.
 
Fiestas

El sistema de fiestas de la región mixe es importante por varias razones: se celebran eventos de carácter religioso cristiano en honor a un santo patrono en donde generalmente subyace un culto prehispánico; vinculan y refuerzan los lazos de unión entre localidades, genera el ascenso social al interior de la comunidad al desempeñar cargos (como son las mayordomías) y, por último, propicia el comercio e intensifica las relaciones sociales interregionales.

Las fiestas que se celebran en la zona alta y media de la región ayuuk se caracterizan por el enfrentamiento entre diversas bandas en "duelos musicales". Las danzas cumplen funciones de integración comunitaria. Los carnavales permiten el relajamiento social del grupo; finalmente encontramos las peregrinaciones, que por lo general se realizan al exterior de la región a sitios sagrados como Santa Catarina Albarradas, San Pablo Güila Tlacolula, Otatitlán, en Veracruz y a visitar el Cristo negro de Esquipulas en Guatemala.

Relaciones con otros pueblos

Las relaciones del grupo mixe se desenvuelven en cuatro planos: cultural, social, económico y político.

Los pueblos de la zona norte, que colindan con los zapotecos de Villa Alta y con algunos chinantecos, desarrollan sus relaciones a nivel comercial; mientras que otras comunidades, también de la parte alta y que colindan al sur y suroeste con zapotecos del Valle, interactúan con sus vecinos en el plano religioso y económico; los municipios ubicados en la zona media o centro tienen fuerte interacción en el orden religioso y de parentesco ritual con los zapotecos de Yautepec y del Valle

Los pueblos de la zona baja reciben influencia cultural por parte de los zapotecos del Istmo, así como de algunos pueblos mestizos que colindan con el estado de Veracruz.

La apertura de brechas en la región ha permitido estrechar relaciones comerciales básicamente con los zapotecos, quienes son el grupo dominante en la zona.

VERSIÓN ORIGINAL: LAUREANO REYES GÓMEZ
SÍNTESIS: GLORIA ISIDRO MORALES. Tomado del la página del INI.



AMUZGOS / TZJON NON

Del nombre

Los amuzgos habitan en los estados de Oaxaca y Guerrero y se denominan con el mismo nombre de su idioma, el amuzgo. Cada pueblo amuzgo tiene su nombre específico, por ejemplo en San Pedro Amuzgos se autonombran como Tzjon Non que significa "pueblo de hilados, hilo suave o mecha"; en Santa María Ipalapa se autonombran Tzo'tyio que significa "Río Camarón".

Según algunos estudios, amuzgos o amochcos significa "lugar donde hay librerías o bibliotecas". De acuerdo con Fernández Gatica, amuzgo significa entre cerros, nombre que se asignó a un pueblo y después se generalizó para nombrar a un grupo étnico.

Los mixtecos, vecinos de San Pedro Amuzgos, reconocen a este pueblo como ñuu ñama que significa "pueblo de totomoxtle", en náhuatl se conoce como amuchitl que significa "en el estaño o donde hay estaño". Según el almanaque de Oaxaca el nombre correcto es amochco.

Localización

El territorio amuzgo se encuentra en los estados de Guerrero y de Oaxaca. En el estado de Guerrero se sitúan en la región sureste en los pueblos de Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca, Cosuyoapan, Zacoalpa, Chochoapan, Huehuetono, El Pájaro, Las Minas, Cerro Bronco, Guadalupe Victoria, Guajentepec y Pueblo Nuevo. Al oeste de Oaxaca se encuentran en los municipios de San Pedro Amuzgos y Santa María Ipalapa. En todas estas comunidades los amuzgos conviven con mestizos que generalmente son la mayoría de la población.

 Infraestructura


Los municipios amuzgos están comunicados por carreteras pavimentadas, caminos de terracería y veredas, que se utilizan cuando las carreteras se vuelven intransitables por las lluvias. Esta región es atravesada por la carretera Oaxaca-Pinotepa Nacional y por la de Huajuapan de León-Pinotepa Nacional.

Cuentan con escuelas de educación primaria y primarias bilingües, jardín de niños, centros de educación preescolar indígena, albergues escolares, secundaria federal, telesecundaria, centro de bachillerato incorporado a la Universidad Regional del Sureste (Urse), clínica IMSS-Solidaridad, Casa del Pueblo, mercado de artesanías y tiendas Conasupo.
Se captan las señales de la radiodifusora comercial de Putla de Guerrero, de la de Tlaxiaco que trasmite programas culturales y algunas transmisiones desde la ciudad de Oaxaca.

Antecedentes históricos

Algunos autores señalan que para el siglo XIV, en lo que hoy es Guerrero se encontraban ya asentados en la Costa Chica los yopis, mixtecos y amuzgos.

Andrés Fernández Gatica señala que los amuzgos vivieron en libertad hasta el siglo XI, y a partir del año 1100 fueron sometidos por los mixtecos. Durante 300 años pagaron tributo (algodón, telas, plumas, pieles de animales, oro, maíz, frijol y chile), primero a los mixtecos y después a los aztecas. Hacia el año 1350 los aztecas ejercieron pleno dominio sobre el territorio amuzgo.

Durante la época colonial y hasta 1818 Igualapa fue la capital de la región; posteriormente, los poderes civiles y religiosos se trasladaron a Ometepec. En este periodo, la Iglesia emprendió la evangelización de los pueblos indígenas; una muestra de la implantación del catolicismo es la existencia de danzas de origen europeo como: el Diablo, los Chareos, los Tlamaques y los Apaches; así como la danza del Tigre, el Toro, la Tortuga, los Gachupines, los Moros, la Conquista, los Doce Pares de Francia y los Tecuanes.

Los grandes latifundios que se formaron durante el Virreinato en el territorio amuzgo se convirtieron en haciendas hasta el periodo de la Revolución mexicana.

Lengua

La lengua amuzga pertenece al grupo otomangue y es de la subfamilia lingüística mixtecana a la que pertenecen también el triqui, el cuicateco, el chochopopoloca, el mazateco, el ixcateco y el mixteco.

Salud


Se recurre frecuentemente a los médicos indígenas. Los amuzgos consideran que la enfermedad es el resultado de no acatar los patrones de comportamiento respecto a la naturaleza o a la sociedad, desequilibrio que sólo los especialistas tradicionales pueden resolver.

Hay una baja demanda de servicios médicos alópatas, ya que se prefiere la consulta al médico tradicional. En casos graves, los pacientes se desplazan a Putla o a Pinotepa Nacional donde se cuenta con mayor infraestructura médica.

Las enfermedades más comunes como dolor de estómago y de cabeza, fiebre, diarrea, vómito, gripe, tos, etcétera, son tratadas a nivel doméstico con plantas como hierbabuena, té de limón, manzanilla, hierba santa, perejil, ruda, etcétera. Otro tipo de enfermedades, como el espanto y la pérdida del espíritu, son tratadas por especialistas conocidos como tzan t'i (gente que sabe) o los tzan kalwa (brujos), que pueden curar o causar daño. Éstos diagnostican la enfermedad a través de la observación y la pulsación de las manos.

Es común que se recurra primero a la automedicación, después a un médico tradicional y, finalmente, al médico alópata, si la enfermedad persiste.
 
Vivienda

En la cabecera municipal de San Pedro Amuzgos existen casas de forma rectangular con paredes de adobe o tabique, techos de lámina o de asbesto, de cartón o de teja. Las hay con varios cuartos y una cocina-comedor o de un solo cuarto que se utiliza como cocina y dormitorio. Los muebles dependen del ingreso familiar.

Las viviendas en las rancherías son de forma circular, con paredes de vara de otate colocadas verticalmente, algunas de ellas revocadas con barro, techo de zacate o de palma y piso de tierra, con una puerta de tabla u otate. Varias casas están conformadas por un solo cuarto que sirve de cocina y dormitorio, en el que sólo hay una cama de varas sostenida con horcones y cubierta con un petate, y un fogón. En las paredes cuelgan las herramientas de trabajo y algunos utensilios de cocina. La mayoría de las viviendas cuentan con un altar en el que se colocan diversas imágenes católicas. Es común que en las rancherías no se cuente con servicios de agua potable, energía eléctrica ni drenaje; la gente de ahí se aprovisiona de agua en manantiales y utilizan velas u ocotes para alumbrarse.

La distribución de la vivienda en San Pedro Amuzgos es compacta en el centro y dispersa en la periferia. En Santa María Ipalapa es dispersa. Esta distribución les permite tener animales domésticos, y cultivar plantas medicinales y de ornato en el traspatio de la casa.

Artesanías


Los amuzgos elaboran objetos de barro como ollas, comales, jarros y cántaros; hamacas y morrales de ixtle, cestería de bambú y de palma. En Xochistlahuaca fabrican machetes con inscripciones propias de la región. Muchas mujeres elaboran artesanía textil hecha en telar de cintura, que es vendida a intermediarios. Casi toda la familia participa en el aprendizaje artesanal. Las mujeres enseñan a las niñas a tejer en el telar mientras que los varones enseñan a los niños el tejido de redes y hamacas.

Territorio, ecología y reproducción social

Los amuzgos de Oaxaca, junto con otros grupos indígenas, forman pequeños enclaves culturales y Iingüísticos dentro de la región Mixteca. La región de los amuzgos se encuentra entre unos 500 y 900 msnm, de una accidentada topografía que atraviesa la serranía de Yacuyagua. Es recorrida por los ríos Ometepec, Arena, Pulla, San Pedro y Santa Catarina, cuyas aguas desembocan en el océano Pacífico.

El clima predominante en las partes bajas y pequeñas elevaciones es el tropical subhúmedo, de abundantes lluvias durante los meses de junio y septiembre. La vegetación es de tipo chaparral con especies como el barrequillo, la malva, la chía, el zapotillo, la palma real y el coco.

La fauna se compone de mamíferos, reptiles y una gran variedad de aves. Se encuentran especies como el tejón, el armadillo, el mapache, el tigre, el tigrillo, el coyote, el leoncillo, el oso hormiguero, el puerco espín, el conejo, la ardilla, la iguana y diversos tipos de víboras, la paloma, el cenzontle, el loro, la guacamaya, el gavilán, el zopilote, el zanate, el tecolote, el búho y la lechuza.

Las condiciones climatológicas y el tipo de suelo favorecen el cultivo de maíz, frijol, chile, ajonjolí, cacahuate, calabaza y caña; así como la producción del plátano, aguacate, melón, sandía, naranja, lima, cuajinicuil, limón, mango, nanche, papaya, tamarindo, mandarina, coco, ciruela, café, cacao, zapote y mamey.

Las principales actividades son la agricultura de subsistencia y el trabajo artesanal. En algunas regiones, los indígenas cuentan con pocas cabezas de ganado vacuno, caprino, porcino y aves de corral, a diferencia de los mestizos que manejan una importante explotación ganadera.

El terreno empleado para el cultivo de temporal es mayor que el de riego. El pasto de las laderas y deslaves se utiliza para que paste el ganado.

En la región amuzga se identifican tres tipos de propiedad de la tierra: comunal, ejidal y privada. La posesión de ésta origina frecuentes conflictos entre los indígenas y los mestizos.

Los amuzgos han sufrido el acaparamiento y despojo violento de sus tierras por parte de los mestizos, quienes en contubernio con las autoridades agrarias se aprovechan de su poder político local para llevar a cabo la usurpación de las tierras comunales.

Organización social



La base de la organización social radica en la familia nuclear y la familia extensa. En estas comunidades surgen agrupaciones espontáneas de ayuda solidaria o "mano vuelta" entre parientes y amigos para tratar de resolver problemas inmediatos como mayordomías, casamientos, bautizos, cultivos y construcción de sus viviendas.

Los hombres se casan en una edad promedio de 17 años y las mujeres de 15. En algunos casos son los padres quienes eligen la pareja para su hijo, y se valen de un intermediario mayor que visitará varias veces a los padres de la novia para solicitar su mano. En la última visita éste va acompañado por el novio y sus parientes más allegados; llevan alimentos, licor y cigarros. En la fiesta del casamiento hay abundante comida, alcohol y música.

Es frecuente que los indígenas establezcan relaciones de compadrazgo con los mestizos para bautizos, primera comunión o casamiento; situación que no ocurre por parte de los mestizos hacía los indígenas.
 

Además de la autoridad municipal, de las agencias municipales y de las congregaciones, se reconocen las autoridades tradicionales como el Consejo de Ancianos.

Los cargos civiles son, de menor a mayor: topil, miembro de la Asociación de Padres de Familia, jefe de policía, secretario y presidente municipal. Los cargos principales se disputan entre indígenas y mestizos.

El comisariado ejidal se encarga de los asuntos referentes a la tenencia de la tierra, su periodo dura tres años y requiere de una buena imagen ante el pueblo.

La autoridad local determina la ejecución de obras en beneficio colectivo que se realizan por tequios o fatigas, que es un trabajo comunal obligatorio.

La presencia de varios partidos políticos ha agudizado las diferencias entre los grupos que buscan ocupar los cargos políticos de las localidades. En ocasiones, son grupos con intereses externos a la comunidad los que disputan el control del poder municipal y agrario.

Cosmogonía y religión

Los amuzgos aún practican ritos de origen prehispánico, dedicados a la agricultura o a los dueños del monte, barrancas, ríos, arroyos, cuevas, etcétera, para recibir protección y abundantes cosechas de los seres sobrenaturales. Estos ritos y ceremonias son realizados por especialistas que, además de curar, fungen como sacerdotes y magos.
En estas comunidades predomina la religión católica; sin embargo, en los últimos años ha crecido la influencia de grupos protestantes como los Testigos de Jehová, los Pentecosteses y la Luz del Mundo, que predican entre la población indígena principalmente.

En las cabeceras municipales existen templos católicos y las congregaciones cuentan con capillas. Los mayordomos son nombrados por el pueblo para que organicen las fiestas religiosas, y para que cuiden de los santos y del templo.

Fiestas

Las principales fiestas se organizan en torno a los santos católicos. En San Pedro Amuzgos la fiesta patronal es el 29 de junio; en Xochistlahuaca se festeja a san Miguel el 29 de septiembre, a santa Ana, a la virgen del Rosario, a las Ánimas, a san José, a la virgen de Dolores, a la santa Cruz, a el Divino Rostro, y a la Preciosa Sangre; a santa María en Ipalapa y a san Sebastián en Cozoyapan. Además, en estas comunidades celebran el Carnaval, Semana Santa, Todos los Santos y Navidad.

Los mayordomos encargados de la fiesta sufragan los gastos de la comida que se invitará a todos los asistentes. Esto otorga prestigio y la posibilidad de ocupar en el futuro algún otro cargo.
Relaciones con otros pueblos

Los amuzgos son vecinos de los mixtecos, los tlapanecos y los nahuas. Las relaciones con ellos no han sido cordiales, sobre todo con los mixtecos, a quienes se han subordinado desde la época prehispánica.

El comercio ha propiciado mayor interacción entre estos grupos, sobre todo en las ferias regionales que concentran a toda su población.

VERSIÓN ORIGINAL: JUAN JULIÁN CABALLERO
SÍNTESIS: MA. CRISTINA SALDAÑA FERNÁNDEZ. Tomado de la página del INI.




CHATINOS / KITSE CHA'TNIO

Del nombre
Los chatinos se llaman a sí mismos Kitse cha’tnio. Los términos cha’tnio, cha’tña y tasa’jnya son variantes usadas en Nopala y Yaitepec, en Tataltepec y en Zezontepec, respectivamente, para designar la propia lengua y significan “palabra trabajosa”, “palabra difícil”, o bien “trabajo de las palabras”.

Localización
El territorio chatino se encuentra enclavado en la Sierra Madre del Sur, en el estado de Oaxaca. Se extiende de manera continua de suroeste a noroeste en el distrito de Juquila pasando de la costa a las zonas montañosas de la Sierra; prosigue en esta dirección hasta incluir una porción sudoccidental del distrito de Sola de Vega. Esta región colinda al oeste con el distrito de Jamiltepec (mixteca de la costa), el de Sola de Vega, al norte y los de Miahuatlán y Pochutla, al este, y con la costa del Pacífico, al sur.

La población chatina se concentra principalmente en los municipios de: Santos Reyes Nopala, San Juan Quiahije, San Miguel Panixtlahuaca, Santiago Yaitepec, Santa Cruz Zezontepec, San Juan Lachao, Santa María Temaxcaltepec, Santa Catarina Juquila y Tataltepec de Valdez, casi todos pertenecientes al distrito de Juquila en asentamientos dispersos.

Infraestructura

La accidentada condición orográfica de la región chatina ha determinado su aislamiento hasta muy recientemente. Se cuenta con carreteras que conectan a Juquila, la cabecera del distrito, con el resto del estado. Una de ellas cruza por Zacatepec y llega a Juquila en aproximadamente dos horas; la otra une a Oaxaca con Sola de Vega, sigue por la Sierra Sur, pasa por Juchatengo, baja a la costa por San Gabriel y San Pedro Mixtepec y termina en Puerto Escondido. El municipio más aislado es Zezontepec.

Diversos municipios chatinos cuentan con pistas de aterrizaje. Todas las cabeceras municipales y un buen número de agencias cuentan con luz eléctrica. En Juquila, Lachao, Nopala, se cuenta con sistemas de tubería y almacenamiento de agua.

Respecto a los servicios educativos, la región cuenta con escuelas federales y de educación bilingüe. En cada cabecera municipal se tiene por lo menos una secundaria técnica; y en algunos también hay telesecundaria.

En cuanto a salud, la región cuenta con atención primaria. En San Miguel Mixtepec, Tututepec y Nopala hay clínicas de salud.

Antecedentes históricos


Los vestigios de la cultura chatina en la costa se remontan al año 400 a. C., aunque las estelas existentes en Nopala datan de 600 a 800 d. C. El reino chatino estuvo bajo dominio mixteco cerca de 300 años, sin embargo, por diversas razones siempre conservaron una parte de su región independiente de los dominadores. Durante la conquista española se estableció en Tututepec la capital de las regiones mixteca y zapoteca, dada la riqueza en oro y perlas que ahí había. En este periodo, dos epidemias minan a la población del lugar: la viruela y el sarampión; su importancia económica decae.

Debido a la inaccesibilidad de la región y a la falta de minerales, la unidad cultural chatina permaneció relativamente aislada, aunque tomó la estructura política y la religión de los conquistadores.

Durante la Colonia, el cultivo de la grana adquirió importancia económica en Europa, pero no benefició la economía chatina.

La participación de los chatinos durante la Independencia fue marginal. Sin embargo, las Leyes de Reforma afectaron su territorio que fue a parar a manos de criollos o de extranjeros, quienes acapararon las mejores tierras de cultivo.  A la caída económica de la grana, a mediados del siglo xix, se introduce el cultivo de café. Durante el Porfiriato se agudiza el despojo de tierras comunales indígenas. Esta época fue de gran auge para el café. Dada la cruda explotación, la población se levanta tres veces entre 1875 y 1896; las tres son reprimidas. El desplome del café en 1897 trae consigo la venta de las tierras a bajos precios, y éstas son acaparadas por extranjeros.

A principios del siglo xx se producía maíz y frijol para la subsistencia y café, caña de azúcar, algodón, frutas y otros cultivos para el mercado. Durante la Revolución, los chatinos apoyaron a los bandos zapatistas que llegaron a la región; sin embargo, el triunfo del nuevo régimen no cambió en nada la posesión de las tierras ni la desigual situación de los chatinos frente a mestizos y criollos. La Reforma Agraria no logró tampoco devolver las tierras a los indios. Para los años cincuenta se incrementó la producción de café y se promovió su cultivo entre los campesinos chatinos, lo que originó una clase de pequeños productores ligados a la economía de mercado que, sin embargo, siguieron subordinados a los intermediarios locales. Los conflictos agrarios en la región han sido una constante desde hace varias décadas, situación que se refleja en un clima de violencia en la zona.

Lengua

El chatino pertenece a la rama de lenguas zapotecanas del grupo lingüístico otomangue. Se separó del zapoteco de forma definitiva hace 24 siglos. En la actualidad se distinguen cuatro variantes del idioma: la de Santiago Yaitepec, que se habla en siete municipios; la de Zezontepec, difundida en la zona norte de la región chatina y la de Tataltepec de Valdez y Nopala en la costa.

Salud

La contaminación del agua y la tala inmoderada de los bosques ha impactado en la nutrición y en la medicina tradicional practicada por los chatinos, debido a la escasez o extinción de algunas especies vegetales y/o animales. La medicina tradicional echa mano de la herbolaria, de extractos animales y de rituales mágico-religiosos. En la terapéutica chatina encontramos curanderos, parteras, rezanderos, brujos, hierberos y hueseros. El uso de psicotrópicos como el “santo hongo” y la “santa” (semillas de la virgen) es común entre los hombres de creencia. El diagnostico se hace por medio del pulso.

El “come santo lumbre” es una enfermedad que se cura con rezos y ofrendas al santo Fuego,  entidad que provoca la enfermedad. Otras enfermedades son el espanto, el mal aire, la muina, el mal de ojo, el daño o la brujería. Para curar enfermedades de origen natural como la diarrea, el latido, la disentería, la calentura y la tos hay un uso doméstico frecuente de la herbolaria. Existe una asociación de médicos tradicionales chatina llamada “Que TiIaá”, fundada en 1991, que incluye a especialistas y promotores de salud de Juquila, Panixtlahuaca, Cieneguilla-Quiahije y Nopala, entre otros.
 
Vivienda

La vivienda chatina está compuesta por una o más casas dentro del solar doméstico que comprende, generalmente, familias extensas. En estos casos se comparte la cocina, que está en una construcción aparte. La casa es generalmente de un solo cuarto, rectangular, sin ventanas, con piso de tierra. Las paredes son de carrizo recubierto de lodo o adobe. Cuatro postes de madera van colocados en las esquinas y sostienen el techo de palma, en tierra caliente, y de teja en zonas templadas.

Los materiales usados tradicionalmente incluyen carrizo, bambú, palma, madera, embarro, bajareque, tejamanil y tejas, aunque cambian los materiales según la zona de que se trate. El promedio de habitantes por vivienda es de 6.5, aproximadamente.

Artesanías

La producción artesanal chatina consiste en textiles y alfarería. Esta última se presenta en casi todas las comunidades, sólo para uso doméstico: ollas, comales y cazuelas. En lo que respecta a textiles, el tejido y el bordado se producen en Yaitepec, Quiahije y en Nopala (a menor escala), se confeccionan blusas, morrales, ceñidores, servilletas y manteles, aunque el uso del telar de cintura está desapareciendo. El ixtle se utiliza en Zezontepec e Ixtapan para manufacturar hamacas, reatas, mecates y redes.

Territorio, ecología y reproducción social

La Sierra Madre del Sur se caracteriza por su abrupta geomorfología hacia la costa del Pacífico. La región chatina va del nivel del mar, hasta los 2 900 msnm, en donde sus picos se alternan con pequeños valles seguidos de pronunciadas pendientes camino a la costa. Los asentamientos poblacionales se ubican entre los 400 msnm hasta cerca de los 2 500 msnm, se distribuyen en tres grandes zonas de vegetación-altitud: las tierras bajas tropicales con vegetación de selva y manglares (de 0 a 800 msnm). En esta zona predomina la ganadería y la agricultura comercial. Las tierras medias van de los 800 a los 1 600 msnm, están pobladas por bosques caducifolios y mesófilos, es la zona en donde se asientan la mayoría de las poblaciones chatinas que cultivan masivamente el café. A partir de los 1 600 m comienzan las tierras altas cuya población vegetal característica son los bosques de pinos-encinos.

Climatológicamente, la biodiversidad de la región abarca cuatro tipos distintos: cálido húmedo, con temperaturas extremas de 15 a 30°C; precipitaciones que varían de los 50 mm en invierno a los 1 700 mm en verano;  semicálido húmedo; con temperaturas de 10 a 30°C y precipitaciones que van de los 100 a los 1 700 mm; templado húmedo, con temperaturas de 10 a 24°C, y precipitaciones de entre 125 y 2 000 mm; y templado subhúmedo, con un promedio de 12 a 18°C, y precipitaciones de 150 y 1 400 mm.


Un complejo hidrológico atraviesa la región, formado por los ríos Atoyac-Verde. Este complejo territorio de diversidad de climas hace de la región chatina una zona rica en recursos forestales, agrícolas y ganaderos. Se cultiva maíz, frijol, chilacayote y hortalizas para autoconsumo, además de frutales para fines comerciales. El ixtle se cultiva en Zezontepec, y la jamaica a nivel comercial. La producción de café se ha incrementado, lo que ha traído como consecuencia la tendencia al monocultivo y el paulatino abandono de la siembra del maíz. Las tierras dedicadas a la agricultura tradicional son de temporal.

En la región también se practica la ganadería, sin embargo, esta actividad está en manos de la población mestiza. Los bosques chatinos, son explotados por compañías sin dejar beneficio a las comunidades; los comuneros se han organizado para oponerse a éstas prácticas.

La migración temporal para el corte de café en las fincas del distrito de Juquila o el trabajo jornalero en las plantaciones agrícolas de la costa son prácticas comunes de los chatinos para complementar la economía doméstica.

Organización social

El núcleo básico entre los chatinos es la unidad doméstica, está compuesta por una o más familias emparentadas y es la estructura fundamental de producción y consumo. Los varones activos colaboran en faenas agrícolas, pastoreo, cacería, pesca y construcción de viviendas. Las mujeres concentran sus actividades en el hogar, el cuidado de los animales domésticos, el acarreo de agua y leña, el trabajo en los huertos, la recolección y los productos artesanales. El espacio más significativo en la casa es el altar. Aquí tienen lugar las ceremonias principales desde la presentación de los recién nacidos hasta el traspaso del mando. Pertenecer a una unidad doméstica le confiere los derechos y deberes a un individuo. Esto permite intercambiar servicios y recibir apoyos en caso de necesidad; sin embargo, esto último se extiende a nivel comunal. Otro lazo que refuerza el desarrollo de la comunidad es el compadrazgo, que se da en casos de bautizo, confirmación, matrimonio, vela y levantada de cruz. Además se practica el tequio o trabajo comunitario.

El sistema de cargos tiene tres o cuatro clasificaciones según el municipio. Así, en San Juan Quiahije hay cuatro tipos de cargos: de escalafón, fuera de escalafón, de cargos religiosos y de cargos vitalicios. En el primero, por orden de importancia, se tiene el de presidente y suplente, alcalde único y suplente, síndico y suplente, tesorero, seis regidores mayores y quince menores, juez de vara, mayor de vara, juez de camino, teniente de policía y topiles, quienes se desempeñan de manera gratuita. Fuera de escalafón, los cargos son secretario, comisario de bienes comunales, consejo de vigilancia, comité de escuela, comité de salud, comité proelectrificación, comité dif, los cuales reciben remuneración y cumplen funciones político-administrativas de creación gubernamental y que están relacionadas con el Estado y hacia el interior de la comunidad. Entre los de tipo religioso se cuenta con presidente de templo, rezadores y músicos. Por encima de todos se erige como máxima autoridad el Consejo de Ancianos. Éste tiene conocimientos políticos y religiosos, es depositario de las costumbres y cuenta con autoridad moral en el pueblo.

Cosmogonía y religión


El mundo chatino se sostiene en un equilibrio entre la sociedad, la naturaleza y lo divino-sagrado intrínsecamente vinculados, en donde los puntos de tensión han de garantizar el mantenimiento de la armonía de su universo. Igual que otros pueblos indígenas, los chatinos tienen sus mitos de creación tomados de figuras naturales sobresalientes, transmitidas por medio de la tradición oral y forman parte de su visión del mundo que también es concebida como una manera de actuar. Del panteón divino sobresalen la santa Abuela, el santo padre Dios, la santa madre Tierra, la santa madre Luna, los dioses del Agua, del Viento, de la Lluvia, de la Montaña, las santas Ciénegas y la santa Lumbre o santo Fuego. En el altar se llevan a cabo las principales ceremonias familiares y de la comunidad. Algunas sectas protestantes se han instalado entre los chatinos, lo que ha generado conflictos al interior de las comunidades.
 
Fiestas

Hay alrededor de 40 fiestas patronales en la región y cada comunidad celebra, además, rituales referidos a las labores agrícolas, velaciones, fiestas de barrio o de comunidad. La única fiesta regional importante es la del 8 de diciembre en honor a la virgen de Juquila. En Zezontepec, las celebraciones se acompañan de teatro, música, danza, juegos pirotécnicos, misas, comidas rituales, el inventario del santo, y la llevada de sus bienes a la casa del nuevo mayordomo.

Relaciones con otros pueblos

Las fronteras de los chatinos están básicamente establecidas con los mestizos de las cabeceras municipales; al interior de su región, con mixtecos y zapotecos de la sierra y de la costa y tacuates en la Sierra Madre del Sur. Históricamente son aliados de los mixtecos, aunque la zona de la costa ha tendido más rápidamente al mestizaje. Sin embargo, los centros regionales de poder son San Pedro Tututepec, Santos Reyes Nopala, en la costa, y Santa Catarina Juquila y Santa Cruz Zezontepec, en la sierra. En este sentido, las relaciones de los chatinos con los centros de poder mestizos son de subordinación.

VERSIÓN ORIGINAL: PAOLA SESIA
SÍNTESIS: MANUEL ALBERTO ROBLEDO. Tomado de la página del INI.



CHOCHOS O CHOCHOLTECAS / RUNIXA NGIIGUA

Del nombre

Los chochos o chocholtecas se llaman a sí mismos runixa ngiigua, que significa "los que hablan el idioma", en tanto que la lengua se denomina ngiigua.

Localización

En la actualidad los chocholtecas se ubican en el estado de Oaxaca, en una microrregión formada por trece municipios del distrito de Coixtlahuaca: Tepelmeme Villa de Morelos, Concepción Buenavista, San Juan Bautista Coixtlahuaca, San Miguel Tequistepec, Santiago Ihuitlán Plumas, Santa María Nativitas, San Miguel Tulancingo, Santa Magdalena Jicotlán, San Francisco Teopan, San Cristóbal Suchixtlahuaca, Tlacotepec Plumas, San Mateo Tlapiltepec, y Santiago Tepetlapa, y cuatro del distrito de Teposcolula:Teotongo, La Trinidad Vista Hermosa, San Antonio Acutla y San Pedro Nopala.

El territorio ocupado por los 17 municipios se encuentra en la parte norte de la subregión Mixteca Alta, que integran los distritos de Coixtlahuaca, Teposcolula, Tlaxiaco y Nochixtlán.

Infraestructura

Hasta 1940 no existían carreteras en el área chocholteca. Fue hasta 1945 cuando se construyó el tramo de la carretera internacional que pasa por el sur del territorio chocholteco; posteriormente, se hicieron caminos de acceso a todas las cabeceras municipales.

En 1967 se introdujo la electricidad en la cabecera distrital de Coixtlahuaca, San Cristóbal Suchixtlahuaca y Santa María Nativitas. Después se fueron electrificando otras poblaciones chocholtecas.

Desde las primeras décadas del siglo XX se llevaron a cabo actividades tendientes a proteger los sitios de captación de agua para uso doméstico, entubando ésta de manantiales. Se instalaron sistemas para la distribución del agua así como tanques de almacenamiento con el mismo fin. Con posterioridad se hicieron las ampliaciones con hidrantes y finalmente se organizó la distribución a través de tomas domiciliarias.

Hasta 1949 la educación era voluntaria, a partir de los años cincuenta las autoridades municipales hicieron efectiva la educación primaria obligatoria, por lo que disminuyó en forma considerable el analfabetismo. En la actualidad, los servicios de educación primaria y jardín de niños están resueltos casi por completo; tanto las cabeceras municipales como las agencias cuentan con educación primaria completa.

Antecedentes históricos


En la época prehispánica, los pueblos de Coixtlahuaca fueron densamente poblados, en algunos de ellos convivían hablantes de diversas lenguas indígenas. El valle de Coixtlahuaca lo integraban chochos, mixtecos e ixcatecos.
Hace 2 500 años, el valle de Tehuacán también era ocupado por hablantes de chocho-popoloca; el territorio se redujo hace 1 000 años, aproximadamente, por la expansión de los nahuas hacia el sur y de los mixtecos hacia el norte.
Coixtlahuaca tuvo su mayor esplendor hacia mediados del siglo XV, época en la que acudían al mercado de ese lugar comerciantes de la Costa, del Golfo de México y del Altiplano Central, lo que indica la importancia que tuvo en ese tiempo. Alfonso Caso, al referirse a la región de Coixtlahuaca, sostiene que ésta era el hábitat de los chochos o popolocas de Puebla.

Durante el siglo XVI, después de la Conquista, la población indígena disminuyó considerablemente debido a la hambruna, el trabajo excesivo a que fueron sometidos y las epidemias de viruela en 1520 y 1593, de sarampión en 1531 y tifo en 1576. La población chocholteca se vio afectada a tal grado que, en 1597, sólo quedaba la mitad de tributarios en los pueblos de Coixtlahuaca.

Lengua

El idioma chocholteco proviene del ancestral tronco proto-otomangue, del cual surgió la lengua otomangue, que a su vez dio origen a las lenguas zapoteca, mixteca, popoloca, mazateca, ixcateca, y chocho o chocholteca. Esta última se diferenció del resto hace aproximadamente 800 años.

Salud

Los chochos consideran generalmente que las enfermedades son un castigo de Dios, consecuencia del comportamiento individual, y que se curan, en muchos de los casos, haciendo alguna "promesa", ante determinada imagen de Cristo o de la Virgen María, además, del uso de la medicina "casera" a base de raíces, hojas y flores de determinadas plantas. Las curaciones también se hacen a base de "limpias" con huevo de gallina o guajolote y con hierbas, o mediante la "toma" de algunos preparados. Otras formas de atender la salud es "jalar el pulso", y "sobar" o dar masaje a las partes con malestar.

Vivienda

En su mayoría, las viviendas eran de "cercos" en vez de muros; éstos se construían a base de "quiotes", o sea el tallo del maguey, y de varas y carrizo. En la actualidad se ha incrementado la construcción con tabique o adobe. Los techos que antiguamente eran de pasto, palma o popote (tallo del trigo) ahora son de lozas de concreto, que cada día aumentan en toda la microrregión. Los pisos, antes apisonados y a veces de ladrillo, ahora son de concreto.

Artesanías


Las actividades más importantes, por involucrar a un mayor número de artesanos, eran la elaboración de cobijas "lanillas" y gabanes (cotones) de lana que obtenían del ganado ovino de la región, y los sombreros de palma. La actividad textil ha disminuido considerablemente, aún subsiste el tejido de sombreros de palma y de fibra sintética, aunque también tiende a desaparecer, por la poca demanda que tiene, debido a que otros pueblos se han convertido también en tejedores de sombreros, saturándose la oferta en el mercado.

Territorio, ecología y reproducción social

El territorio de la microrregión chocholteca está formado en su mayoría por cadenas montañosas con pendientes escarpadas, cuya altura alcanza los 3 000 msnm. También está formada por extensos lomeríos con desniveles fuertes y suaves, y por pequeñas llanuras. Casi toda la superficie tiene altitudes que varían de los 2 000 hasta los 3 000 m de altura. 

Resultado de la deforestación que ha ido avanzando y que no ha sido posible contrarrestar en el área Mixteca, las lluvias se han hecho más escasas en los últimos años. Consecuencia de ello se resienten más los efectos de la sequía y los cultivos de granos básicos, que en su mayoría son de temporal, resultan cada vez más irregulares, llegando a perderse la totalidad de las siembras de maíz, trigo, frijol, haba y cebada.

El clima es predominantemente seco debido a la circulación atmosférica, que influye sobre toda la Mixteca. Además, las variaciones climatológicas registradas entre las diferentes estaciones del año son extremosas: 36°C en primavera y alrededor de 3°C en invierno.

El territorio es poco favorable para la producción agrícola. Esto, aunado a la escasez de recursos naturales explotables, ha contribuido a la emigración, en su mayoría definitiva, de los pueblos chocholtecos durante las últimas cinco décadas. Otras causas complementarias que provocan la migración es la falta de empleos, la carencia de centros de capacitación para los jóvenes y la obligatoriedad de cumplir con los cargos públicos de la administración civil, agraria y judicial, en cada uno de los municipios, debido a que estos servicios no son remunerados.
El destino de los migrantes son las ciudades de Huajuapan de León, Oaxaca; Tehuacán, Puebla; el norte del país y Estados Unidos.

Organización social

La organización del trabajo comunitario es el tequio. Entre los chocholtecas se da un alto nivel de operación para estas labores, así como también para las actividades propuestas por el Estado en beneficio de las comunidades.
Actualmente, ya no existen autoridades tradicionales; sin embargo, se conserva un gran respeto por los ancianos. El compadrazgo juega un papel relevante dentro de las relaciones de este grupo.

La organización familiar predomina en todas las actividades productivas, en ellas participan todos los miembros de la familia, desde los cinco o seis años de edad hasta los 80 años o más.

Cosmogonía y religión


Originalmente la población chocholteca creía en un Dios del Universo, se le denominaba Da'aní ndiú naa'rjuí, que quiere decir nuestro Padre Dios del Universo o del Cielo y también se dice: Da'andiú que es igual al Padre de Dios, o simplemente ndiú que significa Dios. A la llegada de los frailes dominicos (1550), se incrementó la conversión de la población a la religión católica.

Los chochos, como la mayoría de los grupos indígenas de México, han sido influenciados en todos los aspectos de su vida por la religión católica, sólo conservan algunos elementos relacionados con su antigua religión, como el de formar montones cónicos de piedras, que son colocados por los viajeros en los caminos que unen a los pueblos chochos. La razón de esta costumbre es la creencia de que si salen de viaje y no colocan estas piedras, no regresarán a su pueblo.
Es común también oír hablar de curanderos en algunos pueblos chochos, que realizan diversos trabajos para curar enfermos y se asegura que invocan los espíritus de sus antiguos dioses.

La religión que profesan los chochos es una mezcla de catolicismo y de religiosidad prehispánica, predominando de manera clara la primera, puesto que los acontecimientos más importantes de su vida y sus ceremonias como el bautismo, la comunión y los auxilios espirituales en caso de muerte son ritos católicos.

Fiestas

En todos los pueblos chocholtecas la fiesta principal es la del santo patrón. En Santa María Nativitas, el 8 de septiembre se festeja el nacimiento de la Virgen María; en San Pedro Buena Vista el 29 de junio a san Pedro Apóstol; en San José Monteverde, el 15 de agosto a san José; en Tequistepec y Tulancingo el 29 de septiembre a san Miguel; el 8 de diciembre a la Purísima Concepción en Concepción Buena Vista; en Coixtlahuaca, el 26 de junio a san Juan Bautista; en Suchistlahuaca, el 25 de julio a san Cristóbal, en Ihuitlán Plumas y Teotongo, el mismo 25 de julio a Santiago Apóstol, y en Jicotlán, a santa María Magdalena el 22 de julio.

Otras festividades importantes son: en Tepelmeme de Morelos y Tlacotepec, la de la Preciosa Sangre el 1° de julio; en Ihuitlán la de los Santos Reyes el 6 de enero; en Suchixtlahuaca la del señor de Esquipulas el 15 de enero, y en Tepetlapa la de los Jubileos del 6 al 9 de febrero.

También celebran en toda el área a Todos los Santos el 2 de noviembre; a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre; las posadas y la Navidad.

Las fiestas religiosas en los últimos años se han ido perdiendo debido a la difícil situación económica por la que atraviesan los chocholtecas, pues para una festividad es necesario realizar gastos que ya no pueden cubrir.

Relaciones con otros pueblos

Entre los pueblos chocholtecas se han presentado conflictos desde 1720 por sus colindancias territoriales. Actualmente, el pueblo de San Miguel Tequixtepec tiene problemas por indefinición de límites con Santa María Ixcatlán (habitado por ixcatecos); San Juan Bautista Coixtlahuaca con San Agustín Montelobos y con su agencia municipal de San Jerónimo Otla; Teotongo tiene problemas de la misma índole con Tamazulapa del Progreso y Tlacotepec Plumas con San Francisco Teopan.

VERSIÓN ORIGINAL: DIONISIO JIMÉNEZ
SÍNTESIS: MARGARITA SOSA. Tomado de la página del INI.



CHONTALES DE LOS ALTOS DE OAXACA / SLIJUALA XANUC'

Del nombre

Desde tiempos prehispánicos a este grupo se le conoce con el nombre de chontales. Chontal proviene del náhuatl chontalli, que significa "extranjero" o "extraña". En la literatura antropológica se ha usado la denominación "tequistlatecos", para diferenciarlos de los chontales de Tabasco. Ellos se llaman a sí mismos slijuala xanuc'. Aunque no se tiene certeza, su autodenominación en español, al parecer, significa "habitante de las montañas".

Localización

El territorio chontal se encuentra distribuido en la Sierra Madre del Sur y en la planicie costera sudaccidental. En los Altos habitan en los distritos de Yautepec y Tehuantepec. La región chontal abarca los siguientes municipios: el sur de San Carlos Yautepec, Santa María Ecatepec, Asunción Tlacolulita, San Miguel Ecatepec y Santa Magdalena Tequisistlán; en la costa habitan en los municipios de Santiago Astata y San Pedro Huamelula. Tanto a nivel territorial como étnico los chontales comparten esta región con mestizos y zapotecos.

Infraestructura

La mayoría de estos pueblos cuenta con redes de agua entubada en cada casa. La red de energía eléctrica viene de La Reforma y se distribuye a las comunidades chontales circunvecinas; hay telefonía rural y correo.
La mayoría de los poblados chontales cuentan con escuelas de preescolar, primarias y secundaria federal, además de albergue del INI. Hay clínicas del IMSS-Solidaridad.

Antecedentes históricos

Aunque la procedencia de los chontales de Oaxaca no ha sido esclarecida, se piensa que están emparentados con grupos californianos. Los lingüistas relacionan su idioma con las lenguas hokanas provenientes del norte: seris, coahuiltecos, tamaulipecos del norte, tlapanecos, subtiatas, xincas (éstos, provenientes de América Central), sin embargo, de acuerdo con la tradición oral, vinieron del sur.


Según los historiadores, cerca del año 300 d. C., chontales y mixes ocuparon terrenos de Villa Alta y Choapam. Los mixes expulsaron a los chontales y éstos se establecieron en la sierra del Aire, actual municipio de Santa María Ecatepec. Hacia 1374 el fundador de la nación chontal, el rey Alfane Leochine, entra en guerra con los zapotecos debido a su constante expansión territorial. En 1425, el rey Zaachila II envía un emisario al rey Abahsi Tlapique para firmar la paz duradera con los chontales. Once años después se declara nuevamente la guerra y los zapotecos someten a los chontales. En un manuscrito hallado en 1930, pero que data del siglo XVII, quedó asentado que durante el reinado de Moctezuma I los chontales se dividieron en dos bandos: los aliados y los inconformes con la invasión zapoteca. Nuevamente expulsados, se trasladaron al territorio que ahora habitan.

La primera incursión española a la región la dirige Pedro de Alvarado, quien conquista Tututepec, venciendo a mixtecos, chatinos y luego a los chontales. Durante la Colonia, la región queda bajo la administración de Nejapa. En 1570 una epidemia diezma a la población. Los chontales se sublevaban constantemente hasta que los frailes los someten definitivamente.

Catorce años después, los chontales prosperan debido al cultivo de la cochinilla y a la cercanía con el puerto de Huatulco. Para finales de siglo, el Estado prohíbe la explotación de las salinas de Tehuantepec a los zapotecos del Istmo, a los huaves y a los chontales, que pierden una importante fuente de trabajo e ingresos.

Durante la guerra de Independencia algunos grupos de indígenas se unen a los insurrectos. En 1834 se levanta un grupo de zapotecos, huaves, zoques y chontales, comandado por Gregorio Meléndez; 15 años después, huaves y chontales se rebelan y reclaman la propiedad histórica de las salinas. Para los chontales, la Revolución fue una etapa dedicada a la producción de maíz, cerámica y textiles.

Lengua

Varios lingüistas han señalado la diferencia entre el chontal de Oaxaca y el de Tabasco. El primero es del tronco de las lenguas hokanas, que se hallan distribuidas en porciones de California, Arizona, Baja California, Baja California Sur, Honduras y Nicaragua. Esta familia chontal pertenece al tronco sioux-hokano. En cambio, el chontal de Tabasco pertenece al tronco maya. El chontal hablado en la sierra de Oaxaca es más conservador y tiene varios dialectos.

Salud

La concepción chontal de la enfermedad se basa en los opuestos frío-caliente. Existen enfermedades originadas por ambas causas y los síntomas varían, así como el tratamiento. El análisis de los síntomas ayudará a diagnosticarlas y tratarlas adecuadamente.

Las plantas están agrupadas y clasificadas según la parte del cuerpo que curan, la parte de ellas que se utiliza, o la manera en la que se usan. El número de plantas medicinales usadas entre los chontales de las tierras altas y las bajas asciende a alrededor de 356. Las enfermedades que se pueden considerar propias de la cultura chontal son: el mal de vergüenza y la tirisia; el mal de ojo, el empacho y el susto se hallan en varias culturas y regiones y son tratadas de manera distinta. Entre los médicos tradicionales chontales existen parteras y parteros, curanderos y hueseros o sobadores.

El diagnóstico de una enfermedad se realiza invocando espíritus, ofrendando copal, agua y un huevo; además, analizando lo sucedido al paciente se advierte el tipo de enfermedad, incluyendo si es brujería. El curandero no cobra, pues su trabajo es un servicio social que se le retribuye en especie o a veces en dinero.

Vivienda


La casa chontal es rectangular y mide entre dos y cuatro metros de ancho por cuatro a seis de largo, con muros de adobe o de carrizo de dos metros de altura, en algunos casos enjarrados con lodo. Los postes están hechos con horcones de ocote de coatle o coachipilín; los techos de dos aguas son de zacate, pino, tejamanil o teja (en la actualidad se usan techos de lámina de asbesto) sobre un armazón de carrizo o vara, amarrado con tiras de corteza de yaco o majagua; sólo algunos son de cemento. Estas viviendas cuentan con una o dos puertas (en ocasiones con una pequeña ventana) y el piso es de tierra apisonada, aunque hay pisos de adobe, de ladrillo y algunos de mosaico. Las cercas se hacen de ocote y/o encino. En casi todas las casas hay una enramada que hace las veces de recibidor o de sombra para los animales. En los huertos anexos a las viviendas, dotados por el comisariado de bienes comunales a las nuevas familias que se forman, se cultivan frutas, hortalizas y flores; los terrenos son de la misma medida para todos los ciudadanos. 

Los cimientos se hacen de piedra o de adobe, dependiendo de la capacidad económica de la familia. En el interior, la casa tiene un altar, el tradicional fogón, una mesa, y dos o tres sillas o banquitos y una cama.

El maíz se almacena de dos maneras: algunos chontales construyen un granero o tapanco a base de troncos horizontales ensamblados en las esquinas, con techos de paja, o bien lo almacenan en tapancos que están en el interior de la casa. En el solar se encuentra un espacio dedicado a cultivar plantas silvestres comestibles, medicinales y maderables.

Artesanías

Los chontales manufacturan sus propios utensilios para la cocina, principalmente en alfarería; tejen palma, hacen escobas y mangos para instrumentos agrícolas, la madera es utilizada para hacer diversos utensilios, casas y muebles para su propio uso. Elaboran textiles en algodón y los tiñen con técnicas tradicionales y materias primas naturales.

Territorio, ecología y reproducción social

El territorio chontal oaxaqueño está localizado en la Sierra Madre del Sur y la planicie costera sudoccidental, entre los 175 y los 2 440 msnm; esta zona es conocida como sierra chontal y se divide fisiográficamente en tres zonas: cordilleras, valles (angostos, transversales a la sierra y muy inclinados) y áreas de transición o pies de monte. La sierra chontal tiene seis ramales montañosos: Papagayos, Caja, Candelaria, Ecatepec, Quieri y Malcatepec. Dos cuencas hidrográficas riegan el territorio: la del río Tehuantepec y la del sistema de ríos costeros. En la primera cuenca destacan los ríos Otate, Costoche y Hondo; de la segunda el Chacalapa, Ayuta, Coyul, Tapanala, Tenango y la unión de los ríos Grande y Santa María, que forman el Huamelula.

Las características geográficas de la región conforman una diversidad importante tanto en climas como en suelos. De entre éstos hay regosoles, litosoles, arcisoles, rendzinas y luvisoles. Las temperaturas en la sierra oscilan entre los 10 y los 14°C y los 24 y los 26°C; las precipitaciones alcanzan un promedio de 700 mm anuales. Los climas de esta región se dividen en caliente, con áreas subhúmedas o semisecas, lo que da origen a selvas bajas caducifolias; templado, con bosques de encino, madroño y pino; y frío, con bosques de ocote.

En cuanto a la fauna, destacan mamíferos como ardilla, tlacuache, mapache, armadillo, conejo, oso hormiguero, puerco espín, venado cola blanca, jabalí de collar, coyote, tigrillo, puma, leoncillo y gato montés.


La agricultura que se practica es de temporal y para autoconsumo, a excepción de la que se logra en las cercanías de los ríos. Se siembra maíz, calabaza y frijol de manera intercalada; en algunos casos los chontales siembran hortalizas y árboles frutales de anona, mamey, chicozapote, aguacate, guayaba y nanche; también cultivan maguey mezcalero, caña de azúcar, chile y café.

La unidad básica de trabajo es la familia, aunque cualquier adulto puede trabajar la tierra pagando sus impuestos. Un método importante del trabajo agrícola es el tequio.

Los hombres y mujeres trabajan como peones en labores agrícolas y la recolección de productos y animales silvestres es importante en la economía chontal, tanto para la alimentación, como hongos, vegetales e insectos, así como para el trabajo, productos forestales. La ganadería incluye especies menores y mayores: gallinas, guajolotes, porcinos, cabras y ganado vacuno; esta última se maneja comunalmente a través de una comisión nombrada cada año, con cargos de mayordomo o administrador, secretario y vaqueros. La cacería se realiza durante todo el año, cobrando diversas especies de animales, unos para alimento, otros para curaciones o para venta. La pesca es una actividad eventual; otra actividad agroindustrial de importancia en la zona es la elaboración de mezcal.

La explotación forestal comercial ha sido muy intensa y la agricultura se ha intensificado en perjuicio del suelo. Los bosques han disminuido por plagas e incendios y no han sido reforestados. La ganadería extensiva ha afectado a la flora y la fauna de la región.

El uso de métodos destructivos tanto en caza como en pesca y la ausencia de vedas ponen en peligro los recursos naturales de los chontales.

La migración tiene un patrón básico, jóvenes que salen, de enero a marzo, a la cosecha de café. Tequisistlán es el principal receptor de migrantes de la región.

Organización social

Cada familia patrilocal construye su propia casa; en ocasiones un solar alberga a los abuelos, los padres y los hijos. El núcleo principal de la sociedad chontal es la familia extensa patrilineal. El sistema de parentesco que los rige se fundamenta en tres rasgos, que son sexo, edad y linealidad. Los ancianos tienen gran importancia social en lo civil y en lo religioso y el compadrazgo es una forma extensiva de parentesco.

El tequio es un método de trabajo social determinante en la organización social de las comunidades chontales, sobre todo en actividades agrícolas o de construcción de vivienda, y en primer lugar se tiene en cuenta a la familia para tales quehaceres.

Los cargos políticos, sociales y religiosos se desempeñan anualmente, y todo adulto chontal ha de cumplir con ellos y se consideran un servicio social que no es remunerado. Generalmente, los elegidos para cargos sociales desempeñan labores de mayordomía y de administración en la ganadería. La elección se lleva a cabo en una asamblea encabezada por un presidente, que convoca a nuevas elecciones. La primera fila de la asamblea está conformada por los mayores de edad que ya han sido presidentes municipales; en seguida se colocan los que tienen entre 40 y 50 años y que han desempeñado diversos cargos, con excepción de los que tengan algún cargo actual. Los ancianos son quienes toman las decisiones, aunque la participación colectiva es la actividad más importante. Esta asamblea nombra a los alcaldes que tienen atribuciones de carácter jurídico, a ayudantes y al secretario (para este cargo basta saber leer y escribir); también nombra al jefe de policía y a sus ayudantes.

Cosmogonía y religión


El panteón chontal consta de 18 deidades masculinas y tres femeninas.
Los mitos de la creación chontales hablan del Gran Espíritu que creó al sol, la luna, las estrellas, el aire, el agua y el fuego. La Tierra era una bola de humo. Ardió durante mucho tiempo. El Gran Espíritu intentó tres veces hacer llover. Como no pudo, entonces encargó la lluvia a las montañas y ellas sí pudieron. Llegaron las lluvias torrenciales y la tierra se apagó. Luego, el sol y el aire secaron el suelo y nacieron las plantas, los animales y los hombres.

Los hombres vivían en cuevas, cultivaban la tierra y comían maíz, fruta y carne de animales. A un hombre se lo tragó un cocodrilo y se lo llevó a la tierra de los dioses de la lluvia. Éste vio cómo hacían las nubes de lluvia, los relámpagos y los truenos y después lo regresaron a la tierra, diciéndole que de lo que había visto no dijera ni una palabra. Mientras guardó el secreto, no hubo sequía ni malas cosechas, pero cuando lo contó se perdieron los favores que los dioses de la lluvia les habían dado a los hombres. 

Al nacer Cristo, la Virgen María le pidió al santo patrono de los chontales que se impregnara con la placenta, pero al no aceptar el santo patrono porque le daba asco, ella le dijo que de haberlo hecho los chontales no hubieran tenido que trabajar tan duro para ganarse la vida.

Una vez encontraron a la hormiga con una mazorca. La gente le preguntó que de dónde la había sacado. Por no querer decírselo, entonces amarraron a la hormiga de la cintura con una cuerda y la apretaron. De nuevo le preguntaron dónde la había hallado. Ya casi la partían en dos. Por fin, la hormiga los llevó hasta una gran roca, y les dijo que la desamarraran para poder meterse bajo una roca. Una hora después la hormiga regresó con una mazorca y les dijo: "Si rompen esta roca encontrarán mucho maíz". Los hombres fueron con el Trueno llevando atada a la hormiga. Le pidieron que lanzara un rayo contra la roca para ver si la hormiga decía la verdad, porque si era mentira la iban a matar. El Trueno lanzó un rayo y no pasó nada. Entonces le pidieron a el Lisiado del Trueno que enviara un rayo a partir la roca.
Este lo mandó y entonces surgió un montón enorme de mazorcas. El Lisiado del Trueno les dijo: "Hay dos tipos de maíz. El de mazorca grande, de seis meses, y el de mazorca pequeña de tres meses. A la hormiga deben dejarla libre y dejarla comer todo el maíz que quiera, porque les enseñó en dónde estaba". Los hombres dijeron a la hormiga que podía tomar todas las mazorcas que quisiera y todos se pusieron a coger el maíz.


Las cuevas son sagradas. De ellas nació Catorce Fuerzas, héroe de la tradición oral que venció al demonio, al tigre y a 25 soldados. Apoyados en algunos datos históricos, los chontales afirman que Fane Kantsini tiene como origen una cueva. Se cuenta que los zapotecos tenían rodeados a los chontales en las montañas y que los querían exterminar, pero que una vieja huyó hacia el cercano Pueblo Viejo y se escondió en una cueva de la montaña, donde encontró un gran huevo. La vieja se llevó el huevo a su casa para ver qué nacía de él. Un día el huevo gritó, se quebró y nació un niño y la mujer lo cuidó para que no muriera. El niño creció rápidamente, pronto comenzó a hablar y dijo que se llamaba Fane Kantsini. Era listo y valiente. Dijo a la gente que la defendería, que no tenía más de qué preocuparse.

Los zapotecos habían robado un arma a los chontales. El primer día que el niño fue a la batalla extrajo las fibras de las raíces de un gran maguey y se hizo un arco que no fallaba; además, ponía veneno en sus flechas. Fane Kantsini luchó tres días y tres noches. Pasados los tres días, la gente fue a las trincheras y no encontraron un solo zapoteco con vida. Entonces Tres Colibrí hizo unos hornos y en ellos quemó a la mitad de los muertos; los otros se los dio a su gente para que se alimentara. Así acabó la guerra y después se los llevó a lo alto de las montañas. Allí están los pueblos desde entonces. Los chontales hicieron una gran fiesta para celebrar su victoria, pero el rey desapareció. Dicen que regresó a la cueva de donde vino.

Entre los animales que destacan en esta narración, aparte del perro y la hormiga, se encuentran el zopilote, la tortuga y el león; también son importantes el señor de la Tierra y el del Viento, los dueños del monte, los chaneques, los nahuales y unos seres parecidos a los hombres que viven en el río y ofuscan a la gente. El gentil es sagrado, es una palma espinosa que da coyoles. Dicen que en tiempos de necesidad en vez de frutos da mazorquitas y comienza a desgranar maíz. Se hacen nueve días para ir a saludarlo y está debajo de los peñascos del cerro Jilote, que tiene tres cruces en la cima.

La religión de los chontales es la católica, mezclada con ciertos elementos de su antigua religión. La mediación entre los hombres y dios se realiza a través de las deidades menores. Los brujos tienen poderes negativos y pueden predecir la muerte o la pueden provocar por medio de acciones que otros no pueden hacer. Los magos desarrollan poderes mayores que los de los brujos; se dice que poseen el don de la invisibilidad y que entran en tratos con el diablo, pero que si no cumplen se vuelven locos.

A partir de la década de los sesenta las sectas protestantes han ido ganando adeptos, mayormente en Petalcatepec y Mecaltepec.

Fiestas

Las fiestas de las comunidades chontales son una mezcla de elementos indígenas tradicionales y católicos. El sistema festivo de San Matías Petalcatepec consta de 13 celebraciones anuales, una por mes, a excepción de julio y agosto. El santo patrono se festeja el 24 de febrero. En Santa María Ecatepec se celebran las fiestas dedicadas a la virgen de Juquila, del 7 al 9 de enero, el 7 de agosto, día de san Cayetano, y el 23 de noviembre, día de san Clemente. En Chontecomatlán, durante las fiestas de Semana Santa se bendice la semilla que se ofrenda el 3 de mayo, día de la santa Cruz; el 4 de agosto festejan a santo Domingo, su patrono; el 8 de diciembre, día de la santísima Concepción, se prepara la fiesta de la virgen de Juquila. Otras fiestas comunes son los santos Difuntos y las fiestas decembrinas, además de las del santo patrono de cada lugar. Hay un mayordomo para cada fiesta. Las principales requieren de dos. El mayordomo de la cera se encarga de hacer las velas en su casa una vez al año.

Relaciones con otros pueblos

Las relaciones que los chontales establecen con sus vecinos chinantecas, zapotecos y mixes mantienen una continuidad desde un pasado lejano. Las ciudades más importantes de la región son La Reforma, Tehuantepec y Huamelula, donde se comercia o se va de visita durante los días de fiesta.

VERSIÓN ORIGINAL: MARCO ANTONIO VÁZQUEZ
SÍNTESIS: MANUEL ALBERTO ROBLEDO HERNÁNDEZ. Tomado de la página del INI.




HUAVES / MERO IKOOC

Del nombre

Los huaves son también conocidos como mareños o huazantecos. El término huave fue acuñado por los zapotecos para referirse a la "gente que se pudre en la humedad".

Los huaves clasifican a los hombres en tres categorías: los extranjeros (moel), la gente del Istmo (missig) y el conjunto de poblaciones que hablan el huave y corresponden a la categoría de mero ikooc o "verdaderos nosotros".

Localización

Actualmente este grupo habita un litoral del Golfo de Tehuantepec que ocupa las dos terceras partes de una barra de 40 km que separa al océano Pacífico de dos grandes lagunas, conocidas como Mar Superior y Mar Inferior. Las principales poblaciones huaves -San Mateo del Mar, San Francisco del Mar y San Dionisio del Mar- son municipios que dependen políticamente del distrito de Tehuantepec y económicamente del enclave petrolero de Salina Cruz; ésta ha sido la ciudad con mayor índice de crecimiento del estado de Oaxaca en las últimas décadas. También recientemente se crearon dos colonias, Cuauhtémoc y Benito Juárez, que se ubican en el camino que comunica al puerto de Salina Cruz con San Mateo del Mar.

Infraestructura

Entre las vías de comunicación con que cuenta la zona existe un camino de terracería que une a Salina Cruz con San Mateo del Mar; dicho camino concluye en Santa María del Mar, agencia municipal de Juchitán y cuarta población huave de relativa importancia. La ubicación de San Francisco y San Dionisio del Mar, hacia el suroeste de las lagunas, dificulta el acceso terrestre a estos municipios y obliga a bordear la región lacustre por la carretera que comunica al Istmo de Tehuantepec con el estado de Chiapas. Las posibilidades de comunicación entre los tres municipios se reducen a dos vías: la terrestre, por medio del transporte público, generalmente escaso, y la travesía a lo largo de las lagunas cuando el viento del norte lo permite.

En relación con los servicios de salud la asistencia médica enfrenta problemas de difícil solución debido a la escasez de recursos y a una estrategia cultural divergente. Aun cuando los huaves han integrado los métodos de la medicina moderna a los de la tradicional continúan viendo con recelo a los médicos que vienen de fuera y desconocen su lengua y sus tradiciones.

En materia de infraestructura escolar, a partir de 1972 se pusieron en marcha los programas de educación bilingüe que cubre el nivel elemental. Generalmente, los huaves no rebasan este nivel pues los planteles de educación media superior se ubican en Salina Cruz, Juchitán y Tehuantepec.

Antecedentes históricos


Burgoa, en su Geográfica descripción (1674), sugiere que los huaves son originarios de Nicaragua a partir de que un fraile de ese país pudo entender un diálogo en huave entre un sacerdote y su criado. De esta anécdota se desprendieron dos tipos de hipótesis. Una consistió en buscar inútilmente alguna filiación lingüística con la subfamilia mangue, y otra, que sostiene que los huaves llegaron al Istmo procedentes de Centroamérica, desplazando a los mixes que habitaban ese territorio. 

A diferencia de los mixes que mantuvieron una resistencia constante ante las incursiones españolas, las relaciones de los huaves con la administración colonial fueron esencialmente pacíficas. La penetración española en las costas del Istmo estuvo marcada por una alianza establecida entre el señor de Tehuantepec y los nuevos conquistadores, que ofreció a los primeros la fuerza para combatir el señorío mixteco de Tututepec y a los segundos la posibilidad de acceder al Mar del Sur a través del Istmo.

A principios del siglo XVII los dominicos establecieron una doctrina en San Francisco del Mar con San Mateo como segunda cabecera; esta doctrina, dependiente del priorato de Tehuantepec, posibilitó la creación de haciendas y cofradías destinadas a sufragar los gastos del culto. Los conflictos entre las órdenes monásticas y el clero secular trajeron como consecuencia que diversas doctrinas pasaran a la jurisdicción del obispado de Oaxaca. Esto provocó un proceso discontinuo de evangelización y un vacío eclesiástico de más de dos siglos. Este vacío tuvo un efecto decisivo en los niveles de aislamiento de la región huave, ajena a los procesos históricos del resto del país.

La Revolución de 1910 se convirtió en escenario de desplazamientos masivos que tocaron de cerca a los huaves, cuyos jóvenes fueron reclutados para integrar las filas del ejército regular o de alguna de las facciones en lucha. Una de las consecuencias del movimiento armado fue la reducción del territorio huave original como consecuencia del despojo que llevaron a cabo dichas facciones. Aunado a ello, la infiltración de colonos zapotecos durante el siglo XX provocó no sólo la reducción del territorio sino una serie de conflictos territoriales como el que estalló en 1972 entre las poblaciones de Ixhuatán y San Francisco del Mar; y los de 1978 entre los habitantes de San Mateo y la Liga de Campesinos y Estudiantes de Juchitán.

Lengua

La filiación lingüística del huave es incierta. En 1916, Radin lo ubicaba dentro del grupo zoque-maya-totonaco, mientras que Swadesh, a mediados del siglo XX, atribuía su filiación al grupo macro-mixteco. Para Longacre, en cambio, el huave conforma un grupo lingüístico totalmente independiente.

 Los huaves, por el contrario, opinan que tanto el grupo como la lengua proceden de Perú o Nicaragua, aludiendo a una crónica del siglo XVI que ubica su origen en ese sentido, dado que un fraile nicaragüense pudo comprender un diálogo que se desarrollaba en huave entre un sacerdote y su criado.

Salud


Los huaves clasifican las enfermedades en dos grandes categorías: las enviadas por Dios, generalmente leves y de carácter epidémico, y aquellas causadas por una acción humana o por la intervención directa de algún difunto. El neandïy siï t, "conocedor de la vena", examina el pulso derecho del paciente para detectar la naturaleza de la enfermedad. A partir de su diagnóstico se acude a otros especialistas que llevarán a cabo los tratamientos terapéuticos adecuados. La primera categoría, además de reconocer las enfermedades que pertenecen a la gnoseología occidental, abarca los malestares que son provocados por la oposición entre "frío" o "caIor" y que, preferentemente, se limitan a causas intestinales.

Las enfermedades de la segunda categoría, conocidas como narangïc suelen, por el contrario, asociarse a condiciones emotivas tales como la ira, la depresión o el temor. Su tratamiento no sólo exige la intervención de un especialista, sino también la ejecución de una larga ceremonia presidida por el neasomïy.

Un tercer tipo de enfermedad, incluido dentro de la segunda categoría, es el que se deriva de los daños causados al "tono" o alma animal. Éste, que habita en algún paraje lejano, desconocido por el paciente, puede verse amenazado de muerte y provocar el mismo efecto sobre su alter ego. La tarea del neasaing consiste en emprender un viaje mítico hacia el lugar donde se esconde el tono y salvarlo de la enfermedad o la muerte.

Vivienda

Si las paredes de concreto y los techos de lámina tienden a ganar cada vez más terreno en las poblaciones huaves, aún es posible observar en San Mateo del Mar las tradicionales casas hechas de horcones, carrizo enjarrado y palma real. Sobre los patios se construyen enramadas que sirven por igual como área de trabajo o lugar de descanso donde se cuelgan las hamacas y se pone a secar el pescado o el camarón. El patio y la enramada son, en cierta medida, los espacios de socialización; en ellos se recibe a los visitantes, se convive y se discuten los asuntos familiares. La cocina, situada generalmente sobre el mismo patio, consta de un fogón y un horno. A diferencia de la enramada, los dormitorios representan un ámbito privado donde se guardan las escasas pertenencias y se prenden las velas de los altares familiares.

Artesanías

Mientras que la fabricación de redes y atarrayas está a cargo de los hombres, el bordado de servilletas, huipiles y manteles es propio de las mujeres. Su producción, fomentada por diversas dependencias gubernamentales, enfrenta actualmente un mercado sumamente saturado y obliga a las cooperativas de artesanas a diversificar los diseños originales y a sustituir los antiguos tintes por otros más económicos y redituables. La sustitución de las materias primas, sin embargo, no ha alterado el modo tradicional del tejido ni las remotas técnicas del telar de cintura.

Territorio, ecología y reproducción social


El litoral donde habitan los huaves es de clima árido; las lluvias son escasas, el riego difícil y la producción agrícola está sujeta a las variaciones del tiempo. El litoral carece de estaciones y su única alteración consiste en una corta temporada de lluvias y una larga época de sequía. A ellas corresponde, aproximadamente la presencia de dos vientos encontrados: el del Norte y el del Sur, en torno a los cuales giran la pesca y la mitología. Entre octubre y febrero, el viento del Norte golpea con fuerza el litoral y provoca el desplazamiento de las dunas hacia terrenos que antiguamente fueron de cultivo. Los cuatro meses de Norte y los sucesivos meses de calor son suficientes para secar completamente la zona que queda supeditada a la irregularidad de las lluvias de junio a septiembre.

Pesca, agricultura y ganadería constituyen, en este orden, las actividades básicas sobre las que gira la economía huave. Aun cuando la agricultura haya experimentado un incremento considerable en los últimos años, su producción no es suficiente como para que se comercialice en el mercado. La naturaleza del terreno dificulta el cultivo del maíz y su abastecimiento está aún a cargo de los comerciantes zapotecos. En algunas zonas se ha intensificado el cultivo de sandía y melón, los cuales se siembran con las primeras lluvias en terrenos de arado. El mismo curso han tomado los cultivos de calabaza y de ajonjolí; productos que gracias a su resistencia a la sequía son importantes. 

La ganadería no es una actividad importante y su finalidad es casi siempre el consumo doméstico o representa una pequeña inversión cuando se vende algún animal.

La pesca constituye una actividad generalizada y es también la base de una economía distintiva. Su explotación se limita a las extensiones lacustres y a los pequeños esteros que se forman entre la Laguna Inferior y la Laguna Superior.

El comercio es una actividad esencialmente femenina; mientras los hombres pescan, las mujeres salan, cuecen, secan y venden el producto en los mercados locales. Por otro lado, el incremento demográfico de los municipios huaves agudizó la tendencia de fragmentar el territorio mediante desplazamientos masivos hacia la periferia de poblaciones centrales. Comenzó una migración desde San Francisco hasta un antiguo territorio huave que estaba en manos de colonos zapotecos, donde se fundó San Francisco del Mar Pueblo Nuevo. Esto trajo enfrentamientos entre ambos grupos.

Organización social

Los huaves estructuran su vida social a partir de un sistema de cargos jerarquizado que obliga a los hombres de la comunidad a cumplir, de manera gratuita, con los cargos que les sean asignados. Se organizan en torno a dos poderes: el religioso y el municipal. La organización jerárquica del primero se compone de cinco escalafones que concluyen con el cargo de maestro de capilla, máxima autoridad de la iglesia. La organización del segundo es mucho más compleja y se articula en tres niveles que contienen 13 cargos. El nivel superior puede dividirse en dos subgrupos: el mayor, el juez de mandato, el suplente del alcalde y el suplente del presidente municipal por un lado, y el alcalde y el presidente municipal por el otro. Hasta el segundo nivel la naturaleza de los cargos es obligatoria y clausura el ciclo de servicios que todo hombre debe ofrecer a la comunidad; los cargos del último nivel son, por el contrario, puestos electivos a los que sólo se accede por el consenso comunitario.

 Las funciones civiles están ligadas a la actividad ceremonial ya que el orden de la estructura municipal supone un conjunto de obligaciones rituales vinculadas con el nivel y tipo de cargo que se ocupa. A los cargos más altos, es decir, presidente municipal y alcaldes, corresponde solicitar la lluvia y el bienestar para la comunidad. En el universo de los huaves, estas dos figuras representan simbólicamente dos mundos opuestos y convergentes: el terrenal y el divino. Mientras que el poder presidencial se circunscribe a un campo administrativo, el poder del alcalde se sustenta sobre un vínculo entre éste y las divinidades locales: monteoks y nahuales.

A la extensa red de relaciones que se establecen entre la estructura civil y la religiosa, se une la línea de la mayordomía. Su acceso no es directo y supone el servicio de cargos previos que, una vez cumplidos, aseguran el ascenso a la categoría de mayordomo.


Este tipo de organización, que antiguamente regía los diversos municipios huaves, sólo se mantiene vigente -con grandes dificultades- en San Mateo del Mar. San Francisco y San Dionisio del Mar han visto fracturado su sistema de cargos y actualmente organizan sus calbidos políticos mediante elecciones partidistas. El tequio o trabajo comunitario sólo se mantiene vigente en San Mateo del Mar.

Cosmogonía y religión


Los huaves son nominalmente católicos desde el siglo XVI. Las prácticas y los cultos que gobiernan su vida religiosa son, en su gran mayoría, instituciones que provienen de varios siglos de influencia dominica, fruto de un proceso de evangelización discontinuo que logró establecer una armonía entre las divinidades cristianas y las vernáculas. Entre Dios y los hombres se organiza una amplia cadena de santos, vírgenes y monteoks que fungen como intermediarios y centralizan las actividades del culto.

Monteok designa a una entidad sobrenatural y, al mismo tiempo, al atributo que caracterizaba a las autoridades huaves cuando éstos eran gente de costumbre. Cuando la tradición y el respeto se extinguieron, los monteoks abandonaron las comunidades huaves y se refugiaron en los cerros de la comarca. Desde ahí gobiernan las fuerzas naturales y se hacen presentes en los rayos y en los relámpagos que cruzan el horizonte.

El norte y el sur no son sólo términos que guían a los huaves en el espacio, sino también en la taxonomía del cosmos. El Sur es un viento femenino: viene del mar, de las olas que formó la virgen de la Candelaria cuando pisó el océano; el Norte es masculino, procede del continente y no es ajeno a los poderes del santo patrono. Dentro de este sistema clasificatorio, la oposición entre derecha e izquierda encuentra su correspondencia en la oposición hombre-mujer. Como el hombre y la mujer, el norte y el sur presiden los actos de la vida y de la muerte y están presentes en gran número de rituales.

Fiestas


La vida ceremonial de los huaves está ligada con la naturaleza y con los ciclos estacionales. En San Dionisio del Mar, una vez transcurridas las festividades de Semana Santa, autoridades y rezadores locales van a pedir lluvia a Cerro Cristo, pequeña isla que los huaves reconocen como lugar sagrado; otro es Cerro Bernal, visible desde la playa que une a San Mateo del Mar con el océano y hacia donde se dirigen las peticiones de este municipio. En su ciclo anual, los huaves de San Mateo cuentan con tres celebraciones importantes: la Candelaria, a principios de febrero; Corpus Christi, hacia la mitad del año, y la fiesta patronal de san Mateo, el 19 de septiembre. Este esquema, que distribuye la longitud del año en tres segmentos ubicados proporcionalmente, se reproduce con características similares en las otras comunidades del área. Como en San Mateo, en San Dionisio se festeja además de Corpus, al Cristo de Esquipulas a mediados de enero y, el 9 de octubre, a su santo patrono. La serie Cristo de Esquipulas-Candelaria, a principios del año, se prolonga en la festividad de san Felipe de Jesús, que Huazantlán celebra el 4 de febrero, mientras que la serie San Mateo-San Dionisio, hacia finales del ciclo, pasa por la celebración de san Francisco el 4 de octubre. Así, la distribución temporal de los ciclos festivos corresponde con los ciclos estacionales. 

Relaciones con otros pueblos

Los conflictos territoriales afectan por igual las relaciones entre municipios zapotecos como las que median entre los huaves. Los zapotecos, dueños de un territorio fértil, geográficamente estratégico para su desarrollo, han consolidado un régimen económico y político que les permite ejercer su dominio frente a los pueblos indígenas vecinos. Este dominio se expresa sobre todo en el ámbito comercial mediante el acaparamiento de los productos pesqueros y agrícolas de la zona pero también en el lenguaje, la indumentaria y las prácticas ceremoniales. Un "modelo" zapoteco de festejar, vestirse o casarse ha sido adoptado por mixes y chontales. Los huaves solían mantener un estrecho contacto con los chontales a través de visitas ceremoniales; sin embargo, la cercanía entre ambos grupos no se ha visto favorecida por la falta de caminos y carreteras.

VERSIÓN ORIGINAL: SAÚL MILLÁN VALENZUELA
SÍNTESIS: BEATRIZ TERRAZAS. Tomado de la página del INI.



MAZATECOS / HA SHUTA ENIMA

Del nombre

Los mazatecos se autodenominan ha shuta enima, que en su lengua quiere decir "los que trabajamos el monte, humildes, gente de costumbre". Según otros autores, el origen del nombre mazateco viene del náhuatl mazatecatl, o "gente del venado", nombre que les fue dado por los nonoalcas debido al gran respeto que tenían por el venado.

Localización

Los mazatecos se ubican en el estado de Oaxaca, en las regiones de la Cañada y el valle de Papaloapan-Tuxtepec. La cuenca del Papaloapan cuenta con un sistema arterial de abundantes ríos que descienden de la Sierra Madre Oriental y desembocan en la laguna de Alvarado, en el Golfo de México.

Sus poblaciones pueden ser compactas, semidispersas o dispersas, dependiendo si se localizan en pendientes o en las planicies. Los principales poblados mazatecos son Teotitlán de Flores Magón, Santa Cruz Acatepec, Santa Ana Ateixtlahuaca, San Bartolomé Ayautla, San Juan Coatzaspam, Santa María Magdalena Chilchotla, San Lorenzo Cuahnecuiltitla, San Mateo Eloxochitlán de Flores Magón, San Francisco Huehuetlán, San Cristóbal Mazatlán, San Pedro Ocopetatillo, San Jerónimo Tecoatl, San José Tenango, Santiago Texcaltzingo, San Lucas Zoquiapam, Huautla de Jiménez, San Pedro Ixcatlán, Jalapa de Díaz y San Miguel Soyaltepec. Hacia el sureste, el territorio mazateca colinda con el de los chinantecos.

Infraestructura

Aunque la infraestructura local más importante son las presas hidroeléctricas Miguel Alemán (1950) y Cerro de Oro, o Miguel de la Madrid, su construcción no ha beneficiado directamente a los mazatecos, pues proveen de energía eléctrica a la ciudad de México principalmente, cuando a algunos poblados mazatecos la energía llegó hasta 1990.

Una carretera importante es la que va de la ciudad de México a Veracruz, pasa por Orizaba y Córdoba, tiene una desviación a Tierra Blanca, Ciudad Alemán y Tuxtepec. Otra va de Tehuacán a Teotitlán del Camino y pasa por Huautla de Jiménez y Jalapa de Díaz. Además, existen veredas que se vuelven intransitables en época de lluvias. Hay una ruta de ferrocarril que pasa por Tehuacán, Veracruz y Tierra Blanca. Tuxtepec tiene un aeropuerto.

Sólo un 15% de las poblaciones mazatecas tiene agua potable; los poblados que carecen de ella se abastecen en los pozos o la toman directamente de la presa. Como combustible se emplea leña y, en menor proporción, petróleo y gas.
En casi todos los poblados mazatecos existen casetas telefónicas, en los más importantes hay telégrafo, correo y estaciones de radio. En esta zona se captan varios canales de televisión. Hay transporte de primera y segunda clase.
Posiblemente el nivel de escolaridad no rebasa la primaria; la mayoría de los poblados rurales tienen escuelas. La Dirección General de Educación Indígena tiene albergues en casi todos los municipios, pero hay deficiencias en la calidad del servicio educativo.

Antecedentes históricos


En la Mazateca Baja se han encontrado restos de cerámica de procedencia olmeca, parecida a la del complejo de la costa de Veracruz y de la región de Tres Zapotes (500 a.C.) correspondiente al Preclásico medio y a la época de los "olmecas arqueológicos".

Posiblemente los mazatecos pertenecen al grupo olmeca-xicalanca, quienes hacia el año 850 ya habían consolidado su área de dominio. Los mazatecos estaban ya asentados en la sierra, con su capital en Mazatlán. Ellos ostentan una primera dinastía (800-1200), un interreino (1200-1300) y una segunda dinastía; en el año 1200 se separan en dos señoríos: el del sur, con su capital en Mazatlán, y el del norte, con su capital en Huautla. Los nonoalcas dominaron la zona mazateca entre los años 1200 y 1300, fecha en que surge la segunda dinastía, que termina con la invasión de Moctezuma 1 en el año 1450. Ésta es la última etapa de la cultura mazateca prehispánica, subordinada a la mexica, que termina con la Conquista.

A la llegada de los españoles en 1519 a la zona baja, mazatecos, chinantecos y otros señoríos les solicitaron protección contra los mexicas y se subordinaron a Hernán Cortés. Durante la Colonia, el área mazateca quedó bajo la jurisdicción territorial de la provincia de Antequera u Oaxaca.

El contacto con los españoles desestabilizó la organización social, los sistemas jurídicos y políticos, la organización económica, sus fronteras y la ideología mazateca. Las epidemias devastaron el área disminuyendo la población mazateca a la décima parte.

Los españoles adaptaron el tributo indígena al nuevo sistema socioeconómico. En la Mazateca el pago de tributos dejó de existir en el siglo XVII. A finales de la Colonia había declinado el poder del cacique como autoridad principal. A inicios del siglo XVII se introdujo la caña de azúcar y los trapiches de Teotitlán; en la zona se comerciaba la grana, el salitre y las frutas. Los centros comerciales eran Teotitlán, Huautla y Huehuetlán. En el siglo XVIII, los principales productos de comercio en Ixcatlán y Soyaltepec eran el cacao, la vainilla y el algodón.

Desde 1616 hasta el fin de la Colonia hubo constantes conflictos entre los pueblos de la sierra y los dueños de estancias de ganado. Durante la guerra de Independencia hubo cierta participación a favor del movimiento criollo liberal y en la sierra se instalaban guarniciones para resguardar el paso de convoyes militares. En 1815, los mazatecos defendieron la "Plaza de Teotitlán" del ejército realista. La Mazateca Baja, Ixcatlán, Soyaltepec y Jalapa lucharon contra las tropas realistas. Durante la intervención francesa y el Imperio de Maximiliano los pueblos mazatecos sostuvieron enfrentamientos con las tropas europeas. Durante el Porfiriato, en la Mazateca se incrementó el número de las haciendas, encabezadas ahora por nuevos caciques mazatecos.


La historia reciente es crucial para el pueblo mazateca. La construcción de la Presa Miguel Alemán representó un cataclismo ambiental y cultural para los mazatecas ubicados en la parte baja de esta zona. El paisaje cambió totalmente: el pueblo de Ixcatlán quedó bajo las aguas aproximadamente en un 60%. Los pueblos de Paso Nacional y otros más pequeños quedaron completamente inundados. Culturalmente, su cosmovisión y su organización sufrió drásticos cambios. Las rutas que conectaban al grupo con el santuario de Otatitlán quedaron bajo el agua, así que desaparecieron las peregrinaciones que el grupo hacía a este santuario, importante centro religioso de Veracruz, visitado por varios pueblos del sureste. De 1958 a 1963, miles de indígenas regresaron a las tierras no inundadas, dentro del embalse. 

Lengua

Según la clasificación lingüística de Zábal-Jiménez Moreno, los mazatecos pertenecen al grupo olmeca-otomangue, subgrupo otomiano-mixteco, rama olmeca y familia popoloca. La familia mixteca y la familia chinanteca pertenecen a este grupo. Los mazatecas tienen algún tipo de filiación lingüística y cultural con los grupos mixtecos, otomianos, mangues, popolocas y chinantecos. Esta lengua es tonal; a la gente ajena a la región le da la impresión de que es silbada o cantada. Prácticamente cada municipio tiene una variante dialectal.

Salud

Los mazatecos aún utilizan una gran variedad de plantas medicinales a nivel doméstico, aunque si la enfermedad es grave llevan al enfermo con los curanderos o los médicos alópatas de la región. Existen enfermedades generadas por la envidia, el mal de ojo y la brujería, que sólo las pueden aliviar los curanderos o chamanes a través de la utilización de hongos sagrados a semillas de la virgen. El prestigio de algunos curanderos alcanza a toda la región.

Los mazatecos inician sus trayectos especiales de curación desde su propio domicilio a las casas de los curanderos, nihe's o shinahes, siguiendo después a los altares de los chicones y culminando en las templos católicos. Todos esos espacios son parte del proceso de curación por el que pasan los enfermos en las comunidades mazatecas. En la década de los años sesenta se dio un gran resurgimiento del fenómeno del chamanismo. Las emergencias por enfermedades se resuelven acudiendo al shinahé, quien brinda un trato completo al paciente, a nivel físico y psicológico, en relación con la naturaleza y con los espíritus. Las visitas a estos curanderos son más económicas que las visitas a un médico alópata. Los shinahés combinan su trabajo de curación con sus actividades de agricultura y pesca.

Vivienda


La vivienda mazateca puede adquirirse por cesión, préstamo o compra; la unidad doméstica está compuesta por una familia nuclear o por una familia extensa. Para la construcción de una nueva casa se recurre a la ayuda familiar y a veces a la comunitaria, a través del sistema de mano vuelta o tequio, pero esta práctica cae poco a poco en desuso.
La vivienda tradicional está hecha con otate, madera, bambú y adobe en las paredes, con techos de palma o de paja; sin embargo, estos materiales ahora son sustituidos por ladrillo, cemento y láminas de asbesto o metálicas.

Territorio, ecología y reproducción social

La región mazateca se divide en cinco subáreas dentro de tres regiones ecológicas, que abarcan la tierra caliente (0-800 msnm), la tierra templada (800-1 800) y la tierra fría (1 800-3 200). En la región se descarga la humedad que los vientos del norte (en invierno) y de oriente (en verano) traen del Golfo de México. El 70% de la región mazateca está cubierta por altas serranías, mientras el otro 30% se encuentra surcada por sierras pequeñas y lomeríos. Esta región abarca un área de unos 2 400 km2.

En la subregión de tierra fría existen bosques de pinos, robles y epífitas. Se siembra maíz, frijol, chile, chayote y se cultivan árboles frutales bajo el sistema de roza, tumba y quema. El incremento de la población ha originado la degradación del ambiente y el empobrecimiento de los suelos. En la tierra templada predomina el bosque tropical húmedo de montaña con robles, liquidámbar y pinos; en esta zona se cultiva maíz, frijol y chile para autoconsumo; el café se cultiva en una franja desde los 400 hasta los 1 700 msnm. Esta subregión se divide en la Presa Miguel Alemán, la zona cañera y la zona ganadera; además, se produce arroz, hule, ajonjolí, piña, y se recolecta barbasco.

El clima de la Mazateca Baja es cálido-húmedo, con una corta estación seca. De junio a septiembre las lluvias son abundantes; de abril a julio se registran temperaturas de hasta 400C a la sombra. Predominan los suelos acrisol y ártico y una combinación de litosoles y rendzinas; estos últimos no son favorables para la agricultura, pero pueden aprovecharse para pastizales; los litosoles tampoco son favorables para la agricultura; las rendzinas también son fácilmente erosionables; sobre ellos se ha sembrado caña de azúcar y se ha intentado la ganadería semiestabulada, actividad que provoca una degradación ambiental irreversible.

También se encuentra la selva alta perenifolia, cuyos árboles sobrepasan los 30 m de altura, con especies de caoba y cedro; en la zona, el 90% de la selva se ha talado para sembrar pastizales, caña de azúcar y piña. El área del bosque caducifolio colinda con la sierra de Huautla y su vegetación de pinos y encinos es arrasada para dar paso a la ganadería extensiva de los caciques locales. La fauna se compone de murciélagos, ratas de campo, ardillas, tepezcuintles, tlacuache y conejo; gallina de monte, pato buzo y pichiche, zopilote, gavilán, halcón, tecolote, lechuza, paloma, codorniz, gorrión, pelícano; salamandra, lagartija, culebra, iguana, boa, mazacuata, coralillo, nauyaca y víbora de cascabel; ranas, sapos y tortugas; mojarra tilapia, guabina, robalo, jolote y tenguayaca.

La pesca y la agricultura son las actividades económicas más importantes; en el embalse de la Presa Miguel Alemán se obtienen unas 5 000 toneladas anuales de tilapia. También es importante la ganadería y el cultivo de caña de azúcar.


La agricultura de autoconsumo cada día es más desplazada por la agricultura tecnificada de cultivos de caña de azúcar y de café y por las actividades pecuarias para la producción de carne. En la Mazateca la venta de fuerza de trabajo es una actividad fundamental para la reproducción social. La actividad forestal, controlada por compañías papeleras desde hace mucho tiempo, no aporta beneficios a la región. La actividad pesquera es importante en la Presa Miguel Alemán, donde el cultivo de tilapia que se vende en Alvarado genera grandes ganancias a sus acaparadores. En las actividades productivas se utilizan técnicas tradicionales, mezcladas con técnicas modernas en el caso del cultivo del café y la pesca.

En cuanto a migración, un análisis de la distribución de mazatecos a nivel nacional revela que en Oaxaca residen 146 928 hablantes de esta lengua y 6 755 en Puebla, lugar cercano al territorio tradicional del grupo, donde se adscriben principalmente en el sector de servicios. En el estado de Veracruz residen 6 533 mazatecas debido a que la construcción de la presa Miguel Alemán desplazó a los mazatecos hacia nuevos asentamientos (Nuevo Soyaltepec). 

En el Distrito Federal y en el Estado de México también reciben la migración de mujeres mazatecas, que se emplean en el servicio doméstico. Generalmente esta migración es temporal. Se calcula que hay unos 1 000 mazatecos que trabajan como braceros en Estados Unidos y Canadá.En el Distrito Federal y en el Estado de México también reciben la migración de mujeres mazatecas, que se emplean en el servicio doméstico. Generalmente esta migración es temporal. Se calcula que hay unos 1 000 mazatecos que trabajan como braceros en Estados Unidos y Canadá.

Organización social

La familia es la célula de la organización social mazateca. La unidad doméstica está compuesta por familias nucleares y extensas.

Las autoridades municipales conforman la estructura de gobierno a nivel local. La autoridad agraria es inexistente en la Mazateca Baja, ya que con la construcción de la presa Miguel Alemán quedó un vacío de poder jurídico y no se definió el estatus jurídico de las tierras que no fueron inundadas. Tierras que fueron ejidos se venden ahora como privadas, al igual que las comunales, la cual provoca toda clase de conflictos. También en esta zona ha desaparecido la autoridad tradicional del consejo de ancianos, costumbre que sobrevive en la Mazateca Alta, aunque sólo para rituales agrarios.
Los chamanes ya no detentan el poder de antaño, pero su influencia a nivel informal aún es importante. El poder está ahora en manos de oligarcas mestizos y criollos, así como de caciques mazatecos, personas que entran en conflicto con los campesinos indígenas por el control de los recursos.

Cosmogonía y religión

La concepción del mundo de los mazatecos se expresa en un sincretismo en el que la parte emergente manifiesta el mito judeocristiano de creación, así como la dualidad bien-mal; su cosmología se expresa en los rituales de curación que se practican en la sierra y en la Mazateca Baja. Asimismo, la relación tradicional de los mazatecos con su entorno hace referencia a los dueños de los lugares, los chicones o chiconindú, espíritus que regulan su mundo cultural; a estos espíritus se les ofrenda en barrancas, cuevas, manantiales y cerros, práctica en la que se mezclan las creencias y hábitos sobre la enfermedad y la curación, y la relación con los espíritus ancestrales de estas tierras. El espacio de curación es un espacio religioso sagrado.


En la vida religiosa, el mito es cotidiano y se integra con las experiencias del calendario católico en los ciclos agrícolas y en las festividades de los santos patronos de las comunidades. En la mayoría de los poblados no existen sacerdotes de planta, pues éstos sólo acuden durante las festividades y para la celebración de bautizos o matrimonios. A la par de esta religión institucional se desarrolla una práctica religiosa "tradicional" que adopta un carácter más amplio. A través de sus prácticas cotidianas, los mazatecos experimentan vivencias mágico-religiosas que los conectan con las chiconindú, dueños de los lugares; de su actitud y relación con ellos depende que reciban beneficios o enfermedades.

El mundo sagrado se expresa directamente en su entorno geográfico. Nacer, morir y ser enterrado en las cercanías del lugar de nacimiento es parte del círculo sagrado que identifica al mazateco de hoy con las tradiciones que se pierden en las raíces de su tierra. La tierra es el espacio donde transita lo sagrado, donde se unen los seres del cielo con la tierra. Estas creencias y tradiciones son diferentes en la sierra y las tierras bajas, ya que en la sierra los mazatecas mantienen intacta su tierra. En la parte baja, los mazatecos perdieron su tierra bajo las aguas con la construcción de la presa Miguel Alemán en 1957.


Incluso hay diferencias en las tierras bajas entre las zonas no inundadas y los pueblos de reacamodo. En estos últimos, la identidad fue arrancada de raíz al separarlos de la tierra en que nacieron.
La nueva geografía representa un rompimiento con el espacio sagrado, por lo que sus prácticas y rituales de curación se debilitaron o desaparecieron. Las aguas sepultaron numerosos lugares sagrados, pero las referencias principales de cerro Rabón, cerro Campana y Soyaltepec permanecieron sobre las aguas y quedaron como ejes, faros del espacio que se recuperaba. Así se crearon y recrearon dentro del espacio transformado lugares donde los chiconindú volvieron a manifestar su dominio. La identidad se reconstruyó parcialmente. Las prácticas de los chamanes mazatecos o shinahes renacieron y se fortalecieron pero quedaron descontextualizadas del tradicional sistema de Consejos, donde se unía el poder político con el poder religioso.

En la Mazateca Baja, a diferencia de la sierra, desaparecieron los consejos de ancianos. En la sierra han penetrado varias sectas religiosas que cuentan ya con numerosos adeptos; por el contrario, en la Mazateca Baja los pobladores formaron un bloqueo cultural que impidió su penetración hasta fines de la década de los años ochenta. Los arraigados rituales religioso-curativos representan una barrera natural de defensa ante la penetración cultural de nuevas ideologías religiosas.

Fiestas

Las celebraciones mazatecas giran en torno al calendario agrícola, el cual varía entre la Mazateca Baja y la sierra. En la Mazateca Baja, el 1 de enero se realiza la ceremonia winchaa y el pronóstico del tiempo para el año entrante. El 2 de marzo y el 1 de mayo se realiza la ceremonia xixhua en la milpa. En Jalapa de Díaz se celebra la fiesta de la Natividad el 8 de septiembre, y se realiza la ceremonia xixhua para el café. En la sierra, el 10 de febrero hombres y mujeres de conocimiento recolectan la semilla de la Virgen. Si aún no ha llovido, se hace una ceremonia de petición de lluvia; el 10 de junio se recolectan los primeros hongos sagrados. El 9 de agosto se hace una ceremonia de "pago" a la Madre Tierra para poder cortar los primeros elotes. El 17 de noviembre se celebra en Huautla, Chane y Tenango el día de San Andrés. En toda la región se celebra el 28 de octubre a los muertos y a los santos difuntos y el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre.

Relaciones con otros pueblos

En la Mazateca existe una gran diferencia entre la población indígena y la población mestiza. A quien habla mazateco, viste huipil o calzón y camisa de manta se le denomina indígena o paisano; a quien habla español u otra lengua no indígena y/o tiene dinero (aunque hable mazateco) se le denomina "gente de razón".

En los rituales religiosos se utiliza el idioma mazateco, intercalado con algunas frases en español; las misas católicas y los cultos protestantes se hacen en español. Para los asuntos políticos y las transacciones comerciales se utilizan los dos idiomas.

VERSIÓN ORIGINAL: ELISEO LÓPEZ CORTÉS Y JUAN PÉREZ QUIJADA
SÍNTESIS: MA. CRISTINA SALDAÑA FERNÁNDEZ. Tomado de la página del INI.



TRIQUIS / TINUJEI

Del nombre

El nominativo triqui es una deformación del vocablo driqui, de la lengua triqui, compuesto por dri, derivado de dre: "padre", y qui: "grande" o "superior". Al llegar los españoles a estos pueblos, al jefe del clan se le denominaba como señor supremo, que era la máxima autoridad de la comunidad. Los españoles llamaron a estos indígenas "triquis", término que degeneró en triqui. Dios y Jesús se denominan con el término Driqui.

Los triquis de Copala se llaman a sí mismos tinujei que significa "hermano mío".

Localización

La región triqui comprende una zona baja, cuya cabecera es San Juan Copala, y una alta, con cabecera en San Andrés Chicahuaxtla.

Entre la zona alta y la baja hay ciertas variaciones culturales, entre ellas la variación dialectal del triqui.
Los triquis se encuentran en el oeste de Oaxaca, en las localidades de San Andrés Chicahuaxtla y Santo Domingo del Estado, distrito de Putla; San Martín Itunyoso y San José Xochixtlán, distrito de Tlaxiaco; y San Juan y San Miguel Copala, del distrito de Juxtlahuaca.

La población de San Juan Copala es compacta; en cambio, las de San Andrés, Santo Domingo del Estado y San Martín Itunyoso están un poco dispersas. Esta región es una "isla cultural", pues se encuentra enclavada en la región mixteca. 

Infraestructura


El territorio triqui se asienta en una región montañosa de difícil acceso. Se llega a ésta por el camino que va de Agua Fría a Tilapa pasando por San Juan Copala, y el que va de Tilapa a La Luz 17; otro que va de La Luz a Cruz Chiquita y Laguna Seca, y de Llano Nopal a Río Venado .

San Andrés Chicahuaxtla, Santo Domingo del Estado, San Juan Copala, San Martín Itunyoso y San José Xochixtlán cuentan con servicios de agua potable, energía eléctrica y correo. Existe servicio de transporte urbano y de fletes de Tlaxiaco a San Andrés Chicahuaxtla y de Juxtlahuaca a San Juan Copala.

San Juan Copala cuenta con un internado de nivel primario y secundario. En San Andrés Chicahuaxtla existe una primaria y una secundaria atendida por maestros mixtecos y triquis.

Antecedentes históricos

En la tradición oral se dice que los triquis provenían de Monte Albán, de donde fueron expulsados por desobedecer las órdenes del rey. Se desplazaron a la parte baja de la costa oaxaqueña, pero debido al clima extremadamente caluroso buscaron regiones más altas y se asentaron en Tlaxiaco, de donde también los expulsó el cacique del lugar.
Finalmente arribaron a Chicahuaxtla, nombre náhuatl que significa "lugar fuerte", que posiblemente alude a la existencia de una cueva donde reposan los restos de antiguos jefes de linaje y representantes de algún clan.

En la época colonial, los triquis tenían autoridades que eran personas notables y obtenían su cargo por herencia. En el siglo XIX, debido a la desamortización de bienes de manos muertas, efectuada durante la Reforma, el territorio del cacicazgo triqui fue vendido a la empresa García Veyrán, pero la Revolución les restituyó en parte su territorio. A partir de 1920, diversos grupos dominantes de Putla incursionaron en la zona triqui como acaparadores de café y proveedores de armas y aguardiente a los naturales.

San Andrés Chicahuaxtla y San Juan Copala perdieron la categoría de municipios en 1940 y 1948; sólo quedó como municipio San Martín Itunyoso. En la región alta no se dan conflictos graves por la posesión de la tierra, ya que es muy escasa; ante esta escasez, los habitantes optan por abandonar la región y dirigirse hacia las ciudades cercanas y las más importantes del país. En la región baja, por el contrario, la autoridad tradicional se ha desintegrado, porque el cultivo de café fortaleció la propiedad privada y la violencia por posesión de tierras es frecuente.

El aparato político tradicional que en la región alta permite una mayor cohesión y el mantenimiento de patrones de conducta con valores fuertemente comunitarios, en la región baja dejó de existir, pues en ésta funge la institución de los "principales", que dirimen y negocian sus asuntos pero no tienen la fuerza conciliadora de las autoridades tradicionales; además, en esta zona se implantó un destacamento del Ejército nacional desde la década de los cincuenta para terminar con las pugnas entre barrios; sin embargo, esta presencia ha aumentado los conflictos.

Lengua


Los idiomas triqui, mixteco, cuicateco y amuzgo pertenecen a la familia mixteca, del tronco macro-otomangue. Swadesh los sitúa en la familia mixteca del tronco "Savisa" del grupo otomangue, junto con las familias mazateco-popoluca, mixteca y zapoteca.
Las mujeres de mayor edad son monolingües; la mayoría de los hombres hablan el español y el triqui, al igual que los niños que han estudiado la primaria.

Los triquis también hablan el mixteco. En la época colonial se comunicaban en este idioma con los misioneros españoles.

Salud

Entre los triquis los conceptos de salud-enfermedad aluden a la relación que el individuo guarda con la naturaleza; el estado ideal es el equilibrio, la salud. Además de los elementos naturales, en el ambiente existen diversos seres sobrenaturales que tienen el poder de curar o de enfermar a los seres humanos. Por lo general, en caso de enfermedad se recurre a los curanderos tradicionales, reconocidos en la región por sus amplios conocimientos de las plantas medicinales y de la naturaleza humana. Cuando se trata de enfermedades que ellos no pueden curar, se recurre a los médicos alópatas de las ciudades cercanas.

Lengua

Los idiomas triqui, mixteco, cuicateco y amuzgo pertenecen a la familia mixteca, del tronco macro-otomangue. Swadesh los sitúa en la familia mixteca del tronco "Savisa" del grupo otomangue, junto con las familias mazateco-popoluca, mixteca y zapoteca.

Las mujeres de mayor edad son monolingües; la mayoría de los hombres hablan el español y el triqui, al igual que los niños que han estudiado la primaria.

Los triquis también hablan el mixteco. En la época colonial se comunicaban en este idioma con los misioneros españoles.

Salud

Entre los triquis los conceptos de salud-enfermedad aluden a la relación que el individuo guarda con la naturaleza; el estado ideal es el equilibrio, la salud. Además de los elementos naturales, en el ambiente existen diversos seres sobrenaturales que tienen el poder de curar o de enfermar a los seres humanos. Por lo general, en caso de enfermedad se recurre a los curanderos tradicionales, reconocidos en la región por sus amplios conocimientos de las plantas medicinales y de la naturaleza humana. Cuando se trata de enfermedades que ellos no pueden curar, se recurre a los médicos alópatas de las ciudades cercanas.

Territorio, ecología y reproducción social


Los triquis viven en el territorio conocido como "nudo mixteco", en la confluencia de las sierras Madre Oriental y Occidental, al oeste del estado de Oaxaca. Del "nudo mixteco" se desprende una cordillera desde Tlaxiaco y Juxtlahuaca, cuyas laderas se deslizan hacia el valle de Putla. Los triquis viven en lugares inhóspitos que no interesan a los mestizos, quienes sí ambicionan los bosques y las tierras fronterizas de los triquis. La extensión territorial es de 27 500 ha, con una densidad de 54 habitantes por km2. Algunos estudios hablan de 500 km2 para toda la región triqui.

Los triquis cultivan maíz, frijol de enredadera, calabaza y otros productos. En la región de Copala se introdujo a fines del siglo XIX el cultivo de café, que junto con la caña de azúcar y el plátano se destinaron al comercio para la subsistencia de sus habitantes. 

El río Copala pasa por la orilla del poblado del mismo nombre y el río Cuchara al sureste de Chicahuaxtla. Estos pequeños ríos no alcanzan a regar las tierras en la estación seca, pues su caudal es muy débil; los pobres y accidentados suelos son humedecidos por finas lloviznas durante la estación seca, incluyendo el invierno. La región baja, con relativa abundancia de agua durante todo el año, ofrece mejores condiciones para los cultivos tradicionales y una mayor diversificación de los mismos.

En las áreas de clima templado hay suelos de pradera y vegetación arbórea. Las áreas de clima semitropical presentan suelos complejos de montaña con vegetación de bosque tropical. La región alta es de un clima templado que se mantiene constante y va de los 14°C a los 18°C, y alcanza el máximo antes del verano. La niebla, permanente durante todo el año, se intensifica en marzo y abril. En la región baja el clima es semitropical, la temperatura fluctúa entre los 20°C y 25°C, y la máxima se da antes del verano. En los bosques de esta región, que están en una proporción de 25% en la región alta y 30% en la región baja, se encuentran maderas como encino, madroño, huachipil, pino, cedro y ocote.

En el subsuelo existen vetas de metales como oro, plata, plomo, cobre, mica y antimonio, recursos que no se explotan por falta de recursos económicos y técnicos.

La diferencia de clima y de altitud ha influido en los pobladores de esta zona, hay una concentración al interior de cada subregión, cierta solidaridad entre sus habitantes y diferencias entre los habitantes de las regiones alta y baja.
Prevalece el cultivo de temporal; la tierra se remueve tres veces al año. En Chicahuaxtla, el maíz y el frijol de enredadera se siembran en febrero y marzo, y la cosecha se levanta en noviembre o diciembre. En la actividad agrícola se desarrolla el sistema de tumba, roza y quema.

En el trabajo agrícola se utilizan herramientas como el arado con reja de madera o de metal para labrar la tierra, la coa con punta de hierro, el machete, el hacha, la pala y el cuchillo.

En Chicahuaxtla la tenencia de la tierra es comunal, en Copala existen la propiedad comunal y privada.
El tianguis de Chicahuaxtla reúne a mixtecos y mestizos de Tlaxiaco, Juquila, Teposcolula y Putla; en el tianguis de Copala se encuentran personas de Juxtlahuaca, Putla y sus alrededores.

La producción de maíz y de frijol, relativamente escasa en la región, va cediendo ante los productos comerciales como el café e incluso el maíz y el frijol se destinan al comercio. El comercio opera a través de acaparadores regionales.
La migración de triquis hacia otros lugares en busca de empleo es importante, por ejemplo el cultivo de caña en Morelos y Veracruz; la pizca de algodón en Sinaloa; el cultivo de jitomate en San Quintín, Baja California; y la ciudad de México, donde trabajan como empleados o como comerciantes; también emigran como braceros a Los Ángeles y a San Diego, Estados Unidos.

Organización social


La unidad familiar tradicional es la familia extensa formada por una familia nuclear, los hijos y las hijas solteras, y los varones con sus mujeres e hijos. Cuando las mujeres se casan van a vivir a la casa paterna de sus esposos.
En la zona alta permanece la organización clánica, en la que coinciden principios de descendencia y territorialidad. Cada una de las poblaciones con sus barrios y rancherías constituyen un clan. La pertenencia a un clan determina los derechos al usufructo de la tierra y la residencia, así como las preferencias y prohibiciones para elegir con quién casarse.

Actualmente, el jefe del linaje está al tanto de la distribución de parcelas a los jefes de familia, media en los conflictos entre vecinos por linderos de tierra y en las disputas entre grupos o linajes, promueve la cooperación entre los habitantes, por ejemplo en la "milpa de compañía", y cumple con ciertas funciones religiosas y rituales.

La Nua' nugua' aj, "milpa de compañía", es una organización tradicional comunitaria de cultivo de maíz, frijol de enredadera y calabaza, y consiste en que 20 ó 30 jefes de familia siembran mancomunadamente en sus parcelas, y la ganancia de su venta de las cosechas se reparte equitativamente entre el grupo. Esta organización para el trabajo mantiene y fortalece la cohesión del grupo.

Actualmente el poder político se distribuye entre los "principales" y el cabildo constitucional. Los funcionarios de la agencia municipal son los siguientes: agente municipal, mayor municipal, un secretario, alcalde constitucional (juez penal), capitán de policía, seis regidores; del comisariado de bienes comunales: presidente, secretario, presidente del consejo de vigilancia, tesorero y dos vocales.

En la agencia municipal se resuelven los conflictos menores y los de mayor gravedad se tratan en el juzgado de Putla, Juxtlahuaca o Tlaxiaco.

Existe un sistema de cargos escalafonario terminado el cual tiene el carácter de "principal" por el mérito de alcanzar las más altas posiciones en la agencia municipal y la iglesia. Para ocupar uno de estos cargos se debe ser miembro del grupo, lo cual margina a los mestizos, y ser hombre mayor de 16 años.

Cosmogonía y religión

Junto con la religión católica conviven elementos de la religión tradicional de los triquis. Esta última tiene como deidades principales nueve dioses, siete de ellos corresponden al bien: tierra, fuego, luna, sol, agua, aire, hielos; los otros corresponden al mal: de la muerte y del infierno. El padre de todos ellos es Nexquiriac, quien ejerce una nula influencia en la sociedad triqui, como si su labor se hubiere reducido exclusivamente a crear a los otros dioses y nada más.

Hay un cuerpo de autoridades religiosas encabezadas por un sacerdote parroquial, un fiscal mayor  (sacristán), tres fiscales menores, un fiscal semanario y de 10 a 15 mayordomos de cada festividad. La religión triqui tiene un carácter sincrético. Una muestra de ello es la apreciación de las imágenes de san Pedro y san Pablo, a los cuales además de sus atributos de santos se les considera como el dios sol al primero y como diosa luna al segundo, por lo cual estas imágenes son objeto de ceremonias autóctonas que las autoridades religiosas ignoran por no comprenderlas.

Fiestas


La festividad principal es la dedicada al santo patrono de la localidad. Para esta celebración se destinan grandes sumas de dinero, se queman fuegos artificiales y se organizan bailes.

También es importante la festividad de las ánimas. En Los Chicahuaxtla se celebra a los muertos en el panteón y en los grupos domésticos los días 31 de octubre, 1° y 2 de noviembre; la celebración colectiva corre a cuenta del mayordomo de la festividad y de sus ayudantes.

En San Juan Copala la festividad principal se celebra el tercer viernes de Cuaresma y está dedicada a Jesucristo. Los gastos los cubren tres mayordomos y los ocho o diez ayudantes que tiene cada uno. Este poblado aloja unas 4 000 personas en los días de feria. En las calles del pueblo se improvisan puestos donde se venden gran variedad de mercancías: ropa, telas, radios, grabadoras, etcétera. En las afueras del pueblo se vende ganado bovino, porcino, caprino y ovino. Esta feria la instituyó el virrey Mendoza en el siglo XVI. 

Relaciones con otros pueblos

El intercambio comercial es el espacio de mayor interacción con los mixtecos y mestizos. En los días de tianguis asisten comerciantes de las ciudades cercanas, como Teposcolula, Tamazulapan, Jamiltepec y Huajuapan de León.
Las relaciones de los triquis con los mixtecos y los mestizos son desiguales, porque tanto éstos como aquéllos otorgan a los triquis el más bajo estatus social, se les acusa de ser violentos; sin embargo, esta violencia no es más que la defensa tenaz de su territorio que ha disminuido por el despojo de mestizos y mixtecos adinerados. Esta violencia y su desconfianza sólo son estrategias de defensa de este pueblo.

VERSIÓN ORIGINAL: CÉSAR HUERTA RÍOS
SÍNTESIS: MA. CRISTINA SALDAÑA FERNÁNDEZ. Tomado de la página del INI.

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Nota: El INI no considera en su página electrónica a los Chinantecos, Cuicatecos, Popolocas, Ixcatecos, Tacuates, Zpques y Nahuas para el estado de Oaxaca.

El Códice Borgia.

La milenaria civilización del Anáhuac desarrolló un sistema muy sencillo de mantener el conocimiento en la voz de los maestros a través de “manuscritos pictográficos” que apoyaran la memoria oral. En efecto, los códices del México antiguo no son “libros” que se puedan “leer”. En cambio son dibujos que recuerdan una historia ya conocida.

Los códices se hacían en papel amate y en piel de venado. Eran “acordeones” doblados en tiras de hasta más de diez metros y eran pintados por los “tlacuilos” a través de las instrucciones de los maestros y sabios.

La mayor parte de los códices antiguos. Los que contienen la historia de la época Clásica o del esplendor, fueron mandados destruir por Tlacaelel el Ciuahcóatl de los mexica, quien no quería que las nuevas generaciones de mexicas supieran que ellos habían llegado salvajes al Anáhuac apenas unos años antes. De modo que hicieron la “primera reforma histórica de México” y escribieron una “nueva historia oficial” del Anáhuac, donde ellos eran los personajes centrales.

Cuando llegaron los invasores españoles, en su beligerante fanatismo religioso destruyeron los códices nuevos y de éstos, sólo se tienen en la actualidad  menos de 20 y la mayoría son del periodo postclásico tardío y especialmente de tributos. Queda la esperanza de que los códices más importantes Tlacaelel los mandó esconder y están a la espera de que los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos los necesitemos y los valoremos en toda su dimensión. Una buena parte de los códice que se conocen actualmente son de origen mixteco.

El Códice Borgia fue llevado a Europa en el Siglo XVI y apareció en la biblioteca de la mansión de los principes Giustiniani. En el siglo XIX el Cardenal Stefano Borgia lo recuperó y lo llevó al Vaticano donde posteriormente fue a parar a su famosa biblioteca con el número 3773. A principios del siglo XIX el Duque filántropo Joseph Florimond de Loubat le  pidió al célebre investigador alemán Eduardo Seler, que le hiciera los comentarios a la edición de una memorable reproducción de este códice.

En México se puede adquirir una excelente reproducción del Códice Borgia que publicó el Fondo de Cultura Económica y que contiene los comentarios de Eduardo Seler.


Tomado de la página electrónica del INI
http://www.ini.gob.mx/monografias

·         ilustraciones Códice Borgia (*)