Esta espléndida construcción es una obra de finales del siglo XVII y
principios del siglo XVIII. Existe una disputa sobre el origen de la
casa. Por supuesto que nunca la habitó Hernán Cortés dado que se
construyó muchos años después de su muerte.
Sin embargo, se supone que su hijo Martín Cortés, “el criollo”, porque
su primer hijo, también lo llamó Martín Cortés, pero éste fue hijo de
Malinche, por lo que lo llamaban “el mestizo”. Pues bien, el criollo fue
poseedor de una casa en el lote donde actualmente se encuentra la
actual, que tal vez por eso le llama, “la Casa de Cortés”.
Actualmente en esta bella casona se encuentra el Museo de Arte
Contemporáneo de Oaxaca MACO. Una más de las iniciativas culturales del
Maestro Francisco Toledo, el gran benefactor cultural de Oaxaca.
La casa posee una fachada de dos cuerpos que aparentemente no guardan
relación. El cuerpo inferior presenta dos medias columnas dóricas
estriadas, labradas en su tercio inferior, sobre las que se asienta un
dintel adornado con una concha de gran tamaño.
El segundo cuerpo nos muestra un estilo y piedra diferente. Se trata de
dos medias columnas helicoidales de orden corintio que enmarcan un
balcón. Sobre él descansa una hornacina también entre columnas
helicoidales a cuyos lados se disponen dos escudos de armas
pertenecientes uno a la familia Pinelo y otro cuya atribución a la
familia Lasso de la Vega es erróneo.
Algunos autores han querido identificar el cuerpo inferior de esta
fachada con la portada de la casa de Cortés que trasladó Luis Ramírez de
Aguilar. Es posible que de esa portada, que quedó abandonada, se
aprovechasen algunos elementos para la construcción de ésta —las uniones
del fuste de la columna así lo acreditan y, posiblemente, de ahí su
denominación actual como "casa de Cortés"— pero los capiteles son
diferentes de los que aparecen en el plano que levantó Juan de Aragón en
1688 así como la concha que la adorna.
Se trata por lo tanto de un aprovechamiento de materiales y no de una
trasposición de la parte inferior de la portada. En cualquier caso es
evidente que la suplantación del escudo nobiliario por un elemento
naturalista (en este caso una concha) marcó la arquitectura civil de la
ciudad como se puede apreciar aún y que en su momento sus dueños
trataron de emular la gran casa construida por el conquistador en
Oaxaca.
Finalmente diremos que es un espacio muy bello y muy bien cuidado. El
gusto por la arquitectura se puede complacer plenamente, sin contar, por
supuesto, de las obras arte que el MACO permanentemente exhibe, con una
excelente y profesional museografía.
Información tomada de Fátima Halcón. Configuración Urbana de Oaxaca: La Casa de Hernán Cortés.http://institucional.us.es/revistas/arte/11/23%20halcon.pdf
Visite www.toltecayotl.org
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